Capítulo 62

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En cuanto llegan a casa, William se sube sobre Edward trepándose como un monito a un árbol. — ¿Dijiste que tenías un problema en tus pantalones? — Dice en tono cantado sentándose al pie de la gran cama.

Edward gruñe mirándolo con lujuria. — Si. He esperado darte mi nudo por años. — Aprieta los brazos de William sosteniéndolo fuertemente mientras lo huele y muerde todo su cuello. De repente, se detiene. — ¿Estás listo para esto? No quiero lastimarte.

William suelta una risita, amaba que el alfa este siendo tan cuidadoso. Lo amaba muchísimo. — Estoy bien amo.

La boca de Edward estaba en su garganta nuevamente. — ¿Por qué sigues llamándome así?

—Porque tontito, así me dijiste que te llame. — Edward resopla. — Sí, lo sé, eso fue hace muchísimo tiempo y probablemente te arrepientas...pero también es mi manera de demostrarte que soy sumiso, ¿lo sabes? Soy tuyo. Todo tuyo.

De repente, Marcel está a su lado soltando quejidos cuando su nariz toca su marca. — Tiene que compartir...

William le da una mirada complacida. — Papi...hola. ¿Dónde están Lou y Hazzy?

El menor de los alfas se encoge de hombros. — Harry le estaba haciendo un té a Louis... No sé si lograran subir. Estaban comiéndose en el sillón.

—Más alfas para mí, supongo...— Will bromea. — Creo que Ed y yo estábamos a punto de empezar — Dice moviendo sus caderas contra las de Edward dándole a Marcel la mirada más insolente que le pudiera dar. — ¿Has venido a unirte?

Marcel estaba aún más cerca de ellos ahora. — ¿Unirme cómo?

—De la forma que quieras, papi. — Hace una pausa mirándolo con un puchero. — Sabes, ¡aún no me han dado dos nudos!

—Al diablo que no — Edward dice, aunque estaba más duro que una roca. — Recién llegas a casa. Y estás embarazado.

—Apenas de dos meses...

—Con cuatrillizos.

William gruñe. — Edward, ¿En serio vas a discutir conmigo? Si no quieres darme lo que quiero, ¡iré a decirle a Harry que me folle con Marcy!

En un dos por tres, estaba presionado contra la cama. — Cuida lo que dices — Edward gruñe, sus ojos se habían vuelto oscuros. Se mueve contra William, su rostro no dejaba de ver el del omega rebelde. — Veremos si puedes soportarlo.

William asiente obediente mientras Edward se baja de él quitándole los pantalones al menor.

—Date la vuelta para mí. — Hace lo que le dijo poniéndose de rodillas mordiéndose el labio inferior esperando.

—Déjame comérmelo primero — Oye a Marcel decir y su miembro se endurece de una manera casi imposible. Dios sí.

De repente, puede sentirlo respirar entre medio de sus muslos, y siente el calor de Marcel y su lengua dentro de él. Suelta un quejido hundiendo su cabeza más en las almohadas mientras siente su propio lubricante natural resbalar por su muslo.

Marcel es rápido en lamerlo, y luego vuelve a su entrada, su lengua hundiéndose profundo dentro de William.

—Oh dios, papi. Te amo mucho. Se siente bien. — Estaba realmente sensible en esa zona. Y Marcel era muy bueno en esto.

Sigue por unos minutos hasta que Edwards se impacienta y lo corre. — Quiero follarlo ahora — Murmura sin darle tiempo al omega de procesar lo que estaba pasando, y se monta tras él entrando en su dilatada entrada, gracias a la lengua de Marcel.

—¡E-Edward! — William suelta un sollozo cuando el alfa comienza a follarlo lentamente.

—¿Ya te parece mucho? — Edward murmura yendo aún mas lento. — Estabas muy insistente en querer esto hace un rato...

—¡Lo quiero! — Grita interrumpiéndolo haciéndose hacia atrás. — ¡Solo no enloquezcas tanto! No quiero correrme aun, no quiero tu nudo hasta que Marcel esté adentro también...

Edward gruñe ante eso moviéndose de nuevo. — Esta bien. Solo relájate, — Dice gentilmente acariciando su cintura. Lentamente lo folla por un rato, antes de meter un dedo dentro de Will junto a su miembro.

William se muerde el labio inferior cerrando sus ojos. — Se siente raro.

—Apuesto que sí. — Edward bromea metiendo otro y mueve ambos dentro de él mientras se mueve.

El omega deja salir un gemido, gustándole la extraña sensación de dos cosas dentro de él moviéndose a la vez. No sabía en que concentrarse y eso hacia que todo se sienta mas sensible.

Edward añade otro dedo, expandiendo su agujero lo mas que podía sin lastimarlo.

—¡Amo! ¿Q-Qué estas haciendo? — William lloriquea, su cara estaba en la cama mientras mira de costado a Edward.

—Solo te estoy estirando más — Murmura antes de sacar los dedos. — Creo que asi estas bien. ¿A quién quieres ver?

William no sabe a qué responder con esa pregunta, solo piensa que no era justo que le preguntara eso. ¡No podía elegir! Quiere ver a sus dos bellos alfas. Todo el tiempo.

Marcel hace puchero. — Quiero tenerlo en mi regazo. Ya que tu lo has tenido desde que llegamos.

El hermano mayor se encoge de hombros y accede. Pronto, William es levantado, y de repente se encuentra en el regazo de Marcel, justo como el hombre había dicho. Ahora entendia.

Baja la mirada encontrándose con la de Marcel, gimiendo alto cuando Edward lo baja haciendo que el miembro del alfa entre en él. — Eso es, buen chico.

—Papi — William gime, sus manos puestas en el pecho del alfa arqueando su espalda y tirando su cabeza hacia atrás. Marcel mueve sus caderas hacia arriba penetrándolo, tratando de no emocionarse demasiado y correrse ahora mismo. — Te amo tanto.

—¿Y a mí? — Los ojos de Will se agrandan cuando siente una repentina intrusión en su entrada. Quemaba. El miembro húmedo de Edward lo estiraba de una manera que lo dejaba sin aire, se desliza junto a Marcel agarrando las caderas del omega.

—¡Amo! Oh dios, también te amo...eres enorme...— Gime con sus ojos cerrados.

Marcel salía cuando Edward entraba, y lo que sentía lo estaba volviendo loco. Podía imaginarse como se estarían sintiendo los alfas. Él no podía soportarlo.

Apenas podía creer que estaba tomando a los dos... pero si lo creía. Empezaron a aumentar el ritmo, penetrando rápido y profundo. William juraba que podía sentir cada centímetro de ambos. Y más aún cuando sus nudos comenzaban a agrandarse. El estiramiento era demasiado, los alfas luchando por entrar en él.

Marcel gruñe quejándose cuando fuerza su nudo crecido dentro de Will, ahora era demasiado grande para sacarlo, más que nada por el nudo de su hermano, que era muchísimo más grande.

William finalmente se corre cuando siente el líquido seminal caliente entrar en el abruptamente dentro de él, ambos alfas liberaban muchísimo dentro de su cansado cuerpo. Apoya su cabeza contra el pecho de Marcel, su miembro derramaba semen por sus abdómenes.

Edward acaricia su espalda con gentileza mientras se mueve lentamente esperando que su nudo baje para poder salir. Lleva un minuto, pero se las arregla, aún corriéndose en la espalda de Will.

El agotado omega se duerme mientras Marcel espera a que su propio nudo baje, olvidándose completamente sobre su gemelo y el otro alfa por un minuto.

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora