Capítulo 41

4.9K 511 92
                                    


—Edward. — Louis está completamente furioso. — ¿Recuerdas cuando nos dijiste que no podíamos matar a nadie nunca más?

—Creo que prometimos eso demasiado pronto. — William gruñe, sus ojos siguiendo la dirección a donde los otros hermanos se habían ido.

—Estoy con ustedes, quiero matarla. — Edward dice. — Ella es la razón por la que no me gustan los omegas. — Los gemelos le dan una mirada herida. — O no me gustaban. — Suspira. — Pero Harry y Marcel los odiarían si la lastiman. Tenemos que demostrarles que ella no es buena.

Louis se apoya contra Edward haciendo puchero. — Pero ¿cómo?

—Démosle unos días. En cuanto se separe de ellos, ella sacará sus garras y los atacará. Así es ella. Y yo era el único que pudo verlo. Para empezar, yo fui quien la alejó de nosotros. No le gustaba a ella, e hizo todo lo posible para que poner a mis hermanos en mi contra.

William asiente. — Puedo llevar una grabadora conmigo todo el tiempo.

Louis asiente. — Pero...hay dos habitaciones. ¿Dónde cree esta pequeña rompe hogares que va a dormir?

—En el sillón. Ella no estará en la cama conmigo. Asegúrense de dormir en su habitación, con la puerta cerrada con llave. — Edward les advierte. — Manténganse alejados de ella. Yo me encargare de hacer que se sienta lo más incómoda posible.

Ambos omegas besan su mejilla antes de levantarse para ir a hacer el desayuno. — ¡Haremos lo mejor que podamos amo! — William exclama poniéndose un delantal mientras Louis mira a Edward. — Si fracasamos, pondré cianuro en su té.

—Es lo justo cariño.

***

A la hora del almuerzo, cuando los omegas llaman a los trillizos a comer, Harry trae a Veronica, con una expresión de felicidad en su rostro.

Eso hacía a Louis hervir. Pero se mantiene controlado mientras deja los platos frente a los chicos.

—Oh dios...No hay más comida...— Dice de forma dramática mirando fijo a la omega intrusa. Le da una sonrisa dulce pero falsa, sus ojos estaban oscuros.

—Aw. No hay problema, compartiré con ella. — Harry dice dándole la mitad de su sándwich.

Veronica besa su mejilla y Louis ahoga un jadeo, tirando un cuchillo que iba directo a su cabeza olvidando lo que Edward les había dicho. ¡Ella tocó a su chico!

William deja salir un quejido alto, uno que a los segundos Edward consoló, pero no llamó la atención ni de Marcel ni de Harry. Mira a Louis y ambos se disculpan por un minuto saliendo de la cocina.

Van hacia el baño, con la puerta cerrada. — ¿Qué sucede Willy? No quiero dejarlos solos con ella. — Louis susurra negando con la cabeza.

Will se acerca a él estampándolo contra la pared besándolo húmedamente. — Haz que me moje, vamos. Necesito que estar tan húmedo que ellos no puedan resistirse.

Louis se relame los labios. — Esa es buena idea. — Murmura moviéndose contra su hermano rozándose entre ellos. Pronto, el pequeño gemelo estaba lloriqueando pidiendo por más, y Louis siente que ya podría olerlo a kilómetros. — Creo que así estas bien...

William se muerde el labio inferior. — Podría recibir un nudo ahora mismo...

—Esperemos que nos quieran lo suficiente para darnos los suyos.

The Alpha Sirens (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora