Aire

20.4K 812 139
                                    

POV Alba

Trabajar teniendo a Natalia en la barra era genial. Sí, suena extraño pero por primera vez desde que trabajaba aquí a cada baboso que se me acercaba a mí tenia a Natalia protegiéndome, librándome rápidamente de todos ellos.

Si las miradas matasen prácticamente todos los hombres asquerosos que se acercaban a mi estarían en el tanatorio.

Esa noche empezó mal. Casi me muero cuando vi a Noelia y me quiso llevar hasta todos los otros. Aunque a estas horas había mejorado muchísimo, estaba con mucha energía.

Antes de que Natalia llegase a la barra la había mantenido el ojo encima, bailaba genial. Casi me dan 4 infartos seguidos en un momento de la noche en la que la vi bailando "Toxic" de Britney Spears.

Sin duda había sido bendecida después de poder observar aquello.

Para cuando todos los del grupo de Natalia se fueron pensé en que tal vez había encontrado mi chute saludable; Mientras mis compañeros se iban a la bodega a meterse rayas o a tomarse chupitos yo solo tenía que servirle un vaso de agua a Natalia.

Nos pasamos la noche mirándonos, ella no me quitaba el ojo de encima y yo lo sabía pero tampoco podía distraerme tanto. Así que solo hacíamos contacto visual cuando acababa de servir copas o tenía que moverme por la barra.

Cuando por fin dieron las 5 bufé viendo entrar a la chica que iba a ocupar mi puesto hasta las 8, la hora en la que el club cerraba. La saludé y le deseé las buenas noches mientras salía de la barra, encontrándome a Natalia mirándome sentada.

"¿Te lo has pasado bien?" Le pregunté sarcásticamente.

"Mejor de lo que piensas, Albi. Verte siempre es entretenido" Deducí que aún no se le había bajado totalmente la borrachera así que solté una carcajada y la cogí de la mano.

"No me sueltes, vamos a la salida" Le avisé, ella asintió con la cabeza sonriéndome y empezamos a andar entre la multitud. Era jodidamente difícil moverse por el interior de el club.

Por fin salimos afuera y respiré el aire fresco. Me hacía falta después de tantas horas. Me giré hacia Natalia que parecía estar pensando lo mismo que yo debido a que aspiro profundamente, llenándose los pulmones de oxígeno.

Empezamos a andar aún cogidas de la mano sin decir nada, tampoco teníamos un rumbo establecido.

"¿Quieres venirte al piso?" Propuse, ella me miró pensando la respuesta.

"No sé como he llegado aquí ni donde esta mi casa así que no me parece mala idea" Confesó. Yo solté una carcajada negando con la cabeza.

"Eres muy graciosa borracha" Comenté.

"Oye, no lo estoy" Dijo aparentemente ofendida. "Soy muy consciente de lo que hago y digo. Por eso sé que antes si lo estaba" Se rió ampliamente.

"Eres un caso" me apoyé en su hombro mientras andábamos. Nos volvimos a quedar en silencio mientras caminábamos hacia mi piso pero no importaba. Estábamos bastante cómodas una con la otra, yo por primera vez salía de trabajar sin miedo del camino de vuelta a casa.

Llevábamos 15 min de camino hecho, faltaba poco para llegar y seguíamos en las posiciones anteriores. Ninguna de las dos había abierto la boca pero tampoco hacía falta. Unos minutos después llegamos a mi portal y nos tuvimos que separar para que yo abriese. Enseguida noté la falta del calor de Natalia. Abrí el portal y entramos juntas, llegando hasta la puerta de mi piso que era un bajo.

Abrí y entramos encontrándonos a Maria durmiendo en el sofá junto a Paula, me giré a mirar a Natalia que miraba sorprendida la escena y cuando conectamos miradas me encogí de hombros.

"Sígueme" Le susurré guiándola a mi habitación. Entramos juntas y cerré la puerta. Natalia se quedó mirando cada detalle de la habitación y yo mientras me acerqué al armario buscando ropa vieja para Natalia. "Ten, puedes dormir con esto" Le dije prestándole una sudadera y unos pantalones amplios.

"Gracias Albi, ¿dónde puedo cambiarme?" Preguntó. Me acerqué a la puerta para abrirla y le señale el baño que se encontraba justo enfrente.

"Te espero en la cama" La avisé, ella asintió y me dio un beso en la mejilla para después acercarse al baño y cerrar.

Entré de nuevo en la habitación y me puse mi habitual camiseta ancha para dormir, empecé a buscar otros pantalones anchos pero no encontré ninguno así que como la camiseta cubría lo suficiente no me puse nada más. Justo en ese momento entró Natalia, me giré a verla y flipé. Me encantaba como estaba con mi ropa puesta. Suspiré y abrí la cama mientras ella se acercaba, la invité a entrar y entró ella primero, más tarde me metí yo alargándome también para apagar la luz y cubrirnos con la manta.

Nos quedamos mirándonos en la oscuridad sin decir nada.

"¿No estas agotada? Debes de estarlo" Dijo ella.

"Normalmente lo estoy, pero hoy estoy desatada" Dije sonriéndole. Ella me devolvió la sonrisa y no pude evitar bajar a mirar sus labios. Levanté la mirada rápidamente de nuevo esperando que con la ayuda de la oscuridad ella no hubiese notado aquello.

"No se si contarte ahora lo que quería contarte o pedirte que me abraces y nos durmamos ya. Porque aunque digas que estas despierta, debes estar a nada de caer rendida Albi" Me reí. Ciertamente tenía razón.

"¿La malota de la uni Natalia Lacunza quiere que la abrace?" Bromeé.

"Si no es mucho pedir estaría bien que un pequeño ser de luz me diese ese gusto" Continuó ella. Yo me moría de ganas de hacer aquello así que no le rebatí más.

Me acerqué más a ella y la abracé. Ella pasó un brazo alrededor mía y el otro por mi cintura, mientras que yo pasé el mío por la suya y apoyé mi cabeza en su pecho.

Podía oír sus latidos, se escuchaban fuertes pero era demasiado tarde para pensar en el por qué. Debido a que inevitablemente ante la comodidad del cuerpo de Natalia y sus caricias en mi pelo, caí rendida.

Not Again || AlbaliaWhere stories live. Discover now