Amantes

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POV Natalia.

Habían ingresado a Alba pero por suerte estaba fuera de peligro. Llevaba dos días junto a ella, Maria era la que se había encargado de poner la denuncia y gracias al parte del hospital pudimos tener pruebas por primera vez de lo que ocurría en casa de Alba.

Al tener el parte médico actual con las nuevas cicatrices, la policia admitió también el testimonio de Alba y sacó fotos de sus antiguas cicatrices admitiendolo como prueba. Era posible que por fin acabase su sufrimiento.

"Hey" Habló ella desde la cama, distrayéndome de mis pensamientos. Me giré hacia ella y le sonreí acercando mi mano a la suya. "¿Qué piensas?" Negué con la cabeza acercando su mano a mis labios, dejando un corto beso.

"¿Cómo te encuentras?" Pregunté. Ella se desperezó un poco, haciendo alguna mueca seguramente por el dolor.

"Podría estar mejor obviamente, pero dentro de lo que cabe estoy bien" Suspiró. Me quedé mirándola en silencio mientras le acariciaba el pelo con cuidado. "Ven" Pidió. "Túmbate conmigo"

"Te voy a hacer daño sin querer Albi" Comenté sacando una pequeña sonrisa. Ella negó con la cabeza.

"Casi no me duelen" Comentó moviéndose dejándome hueco. Hizo un puchero al que no pude resistirme y suspiré subiéndome a su cama. Ella se acomodó acurrucando su cabeza en mi cuello. Estuvimos en silencio unos minutos, cada una perdida en sus pensamientos mientras yo no dejaba de acariciar su pelo. "Nat" Llamó. Me giré hacía ella interrogante y ella mostró una media sonrisa. "Me asusté mucho cuando te vi caer redonda en el suelo" Confesó seria.

Me quedé mirándola y entonces caí en la cuenta de que ella tuvo que ser testigo del ataque de su padre sobre mí. Suspiré dejando un beso en su frente.

"Mi cabeza es como una roca. Difícil de romper" Intenté bromear, Alba me sonrió y me dio un pequeño golpe en el brazo.

"¿Ahora que va a pasar?" Preguntó. Pensé mi respuesta detenidamente, por primera vez teníamos ciertas esperanzas en que Alba obtuviese justicia. Pero a su vez, no sabía si confiar en la justicia.

"Pase lo que pase, será para mejor" Dije mirándola. "Tu ya eres libre, bebé" Alba dió un suspiro sin separar su mirada de la mía. Acerqué mi boca a la suya despacio, acerqué la yema de mis dedos a su labio inferior acariciándolo, haciendo que ella entreabriera su boca dejando salir un suspiro. Fue ella la que no quiso esperar más y selló nuestros labios en un beso lento.

Instaló su mano a mi nuca para no dejarme marchar de aquella unión, pero sin ejercer fuerza. Porque estaría loca de querer separarme. Yo acariciaba su mejilla mientras nuesto beso proseguía.

No sé cuanto tiempo llevaríamos besándonos pero poco a poco el beso evolucionaba a uno más pasional, con necesidad y ansias de nuestras bocas, nuestros cuerpos.

Me daba miedo hacerle daño así que no le tocaba la zona troncal, era ella quién con sus manos me acercaba más a ella. Solté un pequeño gemido involuntario que ella aprovechó para colar su lengua en mi boca. Creía ver el cielo por momentos.

Le di una pausa a su boca y empecé a besar su cuello haciendo que ella llevase su mano a mi pelo, hundiendo sus dedos en él. Soltaba pequeños suspiros y jadeos ante mi trabajo en su piel sensible. Solté un jadeo cuando sentí su mano atacar de pleno mi zona íntima, empezando a masajearla.

"Alba" Hablé en un jadeo. Ella atacó mi cuello ahora sin darme oportunidad de expresarme.

"Dime cariño" Dijo con la respiración agitada sin dejar de darle atención a mi cuello.

"Podría entrar alguien en cualquier momento" Dije gimiendo, ella me besó acallando los gemidos. Intentaba seguir el beso pero su mano inquieta por mi zona íntima me estaba volviendo loca.

"¿Quieres que pare?" Preguntó.

"Alba" Gemí. Ella sonrió en mi boca mientras yo mantenía esta entreabierta. De pronto, Alba aventuró dos de sus dedos a mi interior a la vez que ponía su mano en mi boca acallando mi jadeo. No había vuelta atrás, mi juicio se nubló dejándome llevar por la excitación.

La cogí de la cintura haciendo que se quedase bajo mi cuerpo, sin perder tiempo mientras ella seguía su trabajo yo empecé el mío. Atacando dulcemente su entrepierna mientras dedicaba mi atención también a su cuello. La habitación se volvió en un mar de gemidos ahogados, ambas estabamos muy cerca y empezamos a besarnos gimiendo en la boca de la otra. Ambas llegamos al clímax a la vez juntando nuestras frentes sudorosas mientras respirábamos agitadamente.

Me dejé caer de nuevo a su lado y Alba no perdió el tiempo acercándose a mí para acurrucarse. Estábamos tan agotadas que caímos rendidas ante el sueño.

Nos despertamos cuando entró María escandalizándose por el olor a sexo de la habitación.

"Llega a ser el médico y no yo y le da un jari" Dijo mientras abría las ventanas para ventilar la habitación. Alba se reía contra mi cuello escondiéndose de Maria. "No esta tonta ni nada la Alba, tan mal no estarás si puedes follar hija de puta" Comentó haciendo que ella se pusiese completamente roja e intentasé esconderse lo maximo posible contra mi piel. Yo me reía feliz.

"¿Has averiguado algo?" Pregunté. Alba levantó por primera vez la cabeza de mi cuello fijando su atención también en ella. Maria asintió mientras suspiraba.

"Están interrogándolo. No sé si lo soltarán o qué pero lo encontraron hiper bebido con una navaja apuñalando el colchón de tu habitación, agredió a un polícia durante la intervención también... Asi que, creo que pinta bien" Contó ella.

Sentí el temblor de Alba bajo mi agarré y me gire hacía ella, de nuevo se había escondido en mi cuello y supe que estaba llorando cuando sentí mi cuello mojarse. Puse mis manos en su pelo acariciándola mientras dejaba un beso en su frente.

"Ya está, bebé. Ya está" Dije cerrando los ojos mientras depositaba otro beso en su frente.

"Lo sé" Dijo ella sollozando, levantó su mirada y me sorprendí al ver que mientras lloraba, sonreía. "Lo sé"

Not Again || AlbaliaWhere stories live. Discover now