Atrapada

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POV Natalia

Cuando recuperé la consciencia de nuevo seguía en el suelo, me costaba trabajo abrir los ojos y poco a poco fui dándome cuenta de mi alrededor. Sentía a alguien intentando despertarme, la voz se sentía lejana.

"Morena mecagondios, ¡despierta!" Oía la voz como con eco dentro de mi cabeza. Quería moverme y hablar pero todavía estaba en un estado semi inconsciente. "Afri, trae un paño con agua" Pidió la voz. Escuchaba pasos apresurados alejarse, al poco tiempo volvieron y sentí frio en mi frente y más tarde en mi nuca. Aquello activo más rápido mis sentidos y abrí los ojos con dificultad, encontrandome a Maria frente a mi sujetandome la cabeza y mojandome la frente. Estaba realmente confundida y aturdida.

Tome la iniciativa y me medio incorporé llevándome la mano a la cabeza, dios como dolía. Parpadeé varias veces y observé las caras preocupadas de mis amigas. Fue entonces cuando recordé ver al padre de Alba detrás de nosotras justo antes de caer inconsciente. Aquel recuerdo activo todas mis alarmas y giré mi cabeza buscando alterada por mi alrededor a Alba.

"Dónde esta Alba" Dije asustada. Me levanté tambaleándome y empecé a andar por toda la casa en su búsqueda. Por detrás me seguían ambas chicas. Entré a su habitación y vi que no estaba, empecé a respirar con dificultad.

Me estaba dando un ataque de ansiedad, Maria vino corriendo y empezó a darme aire diciéndome que siguiese su respiración. No podía calmarme, Alba no estaba. Negaba con la cabeza poniéndome las manos en el cuero cabelludo, no me lo podía creer. Sólo intenté recuperarme para avisarla de la amenaza y al peligro al que Alba estaba expuesta.

"Maria" Hablé con dificultad, respirando pesadamente. "Ha sido su padre" Dije con miedo. La cara de Maria cambió por completo, las lágrimas que ya tenía en sus ojos fueron reemplazadas por nuevas mientras se ponía la mano en la boca. Africa entró y la abrazó pero tanto Maria como yo sentíamos el peligro de la situación.

"Hay que ir a su casa" Habló. "Tiene que estar en su casa" La voz le temblaba.

"¿Cuanto llevo inconsciente?" Maria cerró los ojos intentando controlar sus lágrimas.

"5 horas. Son las dos de la madrugada" Mis piernas temblaron, Alba llevaba cinco horas viviendo un infierno.

"Llama a Carlos, tenemos que ir a por ella. Ya." Hablé con el cuerpo lleno de miedo por ella. Maria asintió cogiendo el teléfono para llamarlo. Al menos teníamos la suerte de que Maria sabía llegar a su antigua casa.

- - -

POV Alba

Me dolía todo el cuerpo, sentir ese dolor de nuevo después de tanto tiempo estaba siendo infernal. Mi padre llevaba horas apagando cigarros en mi cuerpo y echándoles alcohol para hacerme rabiar de dolor. Cuando gemía demasiado por el dolor me cogía del cuello y apretaba tanto que pensaba que me ahogaba, me soltaba solo cuando empezaba a ponerme morada. Para luego darme una bofetada.

No podía moverme, me tenía completamente inmovilizada de pie, por momentos perdía la fuerza en mis piernas y únicamente me sujetaban mis muñecas atadas. Creándome también allí un dolor constante.

Sólo podía pensar en Natalia y llorar. Llorar por haber sido tan gilipollas con ella, lloraba por no haber aprovechado nuestro tiempo.

Había estado perdiendo el tiempo de sobremanera, podríamos haber seguido siendo la pareja que éramos, podríamos haber vivido más.

Pero no, decidí perder nuestro tiempo haciendo que ahora sólo pueda pensar en todo lo que fuimos y pudimos ser y seguramente nunca seamos. Por qué para mí, aquella noche iba a morir a manos de mi padre.

Él se reía de mí, me decía como Natalia había caído de golpe al suelo de un sólo golpe. Lo fácil que fue reducirla y lo fácil que sería matarla si me buscaba. Por una vez, no quería ver a Natalia.

Me daba miedo que me encontrase y que mi padre pudiera hacerle cualquier cosa, 'todo lo que tenga que hacer que me lo haga a mí y que Natalia no nos encuentre' pensaba.

Pasadas unas horas mi padre se cansó, después de darme un ultimo golpe salió de la habitación dejándome sola en mi antiguo cuarto. Pude escuchar como encendía el televisor, cerré los ojos dejándome llevar por el mareo que sentía. El sueño se apoderaba de mí y simplemente me dejé llevar.

Desperté oyendo un gran barullo, mantenía la cabeza caída con los ojos cerrados pero sentía unas manos acariciando mi rostro. Solté unos quejidos, dolorida y esas manos me cogieron de la cintura intentando incorporarme. Me dolía demasiado el cuerpo.

De pronto sentí que mis manos eran liberadas, pensé que caía al suelo. Pero ocurrió lo contrario, caí encima de un cuerpo que me envolvió con sus brazos.

Podría reconocer ese aroma en cualquier lugar, entreabrí un poco los ojos pero veía borroso.

"Nat..alia" hablé entrecortadamente. Sentí que la persona que le agarraba me chistaba y dejaba un beso en mi frente.

"Ya está cariño, nos vamos a casa" Dijo su voz. Sonreí mareada, volviendo a dormirme. "No, Albi no te duermas" Advirtió ella, volví a abrir los ojos asintiendo.

No estaba enterándome de nada de lo que ocurría a mi alrededor pero el siguiente momento que recuerdo fue en el coche de Carlos. Estaba sentada detrás junto con Natalia que se mantenía acariciándome el rostro. Me miraba intensamente y con lágrimas en los ojos.

"Nat" Hablé acercando mi mano a su mejilla. Ella puso mi mano sobre la mía dejando un beso en la palma de mi mano. "Nat" Repetí.

"Dime, amor" Contestó ella sin cesar de acariciarme.

"Bésame" Pedí. Natalia dejó caer unas lágrimas que fueron directas a mi camiseta. Pase mis dedos por sus mejillas limpiando el rastro de las lágrimas y Natalia asintió, se acercó a mi con suma delicadeza, rozando nuestros labios.

Nuestros labios se encontraron en un beso lento, cuidadoso y salado por culpa de las lágrimas. Fue tan lento que me explicaba con su boca todo el amor que me tenía, tan cuidadoso que no dolían mis heridas. La amaba como no había amado a nadie.

Not Again || AlbaliaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon