Sobre

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POV Natalia

Que iba a hacerle, estaba hasta las trancas de ella y no había vuelta atrás. Habíamos pasado unas semanas fantásticas juntas en mi piso, casi visualizaba un futuro parecido de ambas viviendo juntas.

Pero todo lo bueno acababa, la policía le había notificado a Alba que ya podía volver a su piso. Pronto seriamos informadas de la situación, de si el caso con su padre llegaba a juicio o si por el contrario era otro intento fracasado de obtener justicia.

No veía a Alba muy tranquila con todo esto, normal. ¿Cómo estarlo?

Llamaron a mi puerta, sacándome de mis pensamientos, sabía de sobra de quienes se trataban así que me levanté de la cama con cuidado de no despertar a Alba, acercándome al armario para ponerme un pantalón y una sudadera. Al salir, cerré la habitación y fui a abrir.

De nuevo, tenía a mis padres ante mí, esta vez yo sabía que vendrían. Me escribieron hacía unos días avisándome pero no se lo conté a Alba para no preocuparla.

Les dejé pasar y ellos se acomodaron en el sofá del salón. Suspiré sentándome frente a ellos en uno de los sillones.

"No te vamos a quitar el dinero que robaste" Empezó mi madre. "Nos parece bien que no estes en la gran casa" 'Gran Casa' así llamaban a su mansión de la zona rica. Me sobé la cabeza sintiendo un pequeño dolor.

"¿A cambio de qué?" Pregunté a sabiendas de que ellos no daban nada sin un fin.

"Vuelve a tomar las riendas de tu vida cariño; Deja esa carrera y metete en economía, deja a esos amigos tan extraños y sobretodo, deja lo que hagas con esa chica" Habló mi padre. Solté una risa sarcástica negando con la cabeza.

"Bien, os devuelvo el dinero entonces" Hablé. "No me importa vivir pobremente o vivir en la calle si eso significa que me vais a dejar en paz; Estudiando lo que quiero, teniendo los amigos que me de la gana y sobretodo amando a quién quiera." Concluí cruzándome de brazos observándolos desafiantemente.

"Cielo, lo hacemos por tu bien" Rebatió mi padre. "Si mi dinero vuelve lo gastaré en cuatro prendas de ropa o joyas. Me da igual. Pero si tu lo pierdes no podrás pagarte nada de repente, ni siquiera la carrera" Dijo riéndose. Tensé mi mandíbula pero no por ello deje mi postura desafiante.

''Haré lo que tenga que hacer'' Dije levantándome. ''Si queréis el dinero, os lo doy. Pero nunca voy a ceder ante vuestras gilipolleces cueste lo que me cueste.'' Mi padre se levantó también, con el semblante serio y se acercó a mí.

''Vamos a ir a hablar con Mikel, veremos la manera de arreglar todo esto'' Habló. Yo bufé totalmente indignada.

''Papá, Mikel fue un buen novio durante un tiempo'' Empecé. ''Hasta que empezó a tener ataques de irá que evolucionaron a tal punto que cuando decidí acabar con la relación me mando al hospital en coma por semanas'' Comenté dolida por la poca credibilidad que tenían sobre mí. ''Así que si le veis, tendríais que romperle la cara o al menos denunciarlo'' Solté enfadada. Mi padre negaba con la cabeza acercándose hacia la puerta.

''Tienes una semana para hacer la transferencia'' Dijo abandonando el piso.

Mi madre, seguía de pie inerte frente a mí. Me miraba fijamente sin decir nada, justo en ese momento la puerta de mi habitación se abrió y salió Alba, quedándose sorprendida y quieta casi en la puerta cuando visualizó a mi madre. Ella dejó de mirarme y observó a Alba, más tarde volvió mi mirada a mí y yo tragué saliva mientras veía como se acercaba a mí.

''¿La quieres?'' Preguntó. Yo fruncí el ceño y miré a Alba que me miraba desconcertada también. Volví la vista a mi madre y en un suspiro asentí. Mi madre soltó un largo suspiro metiendo la mano en su bolso, sacando un sobre. Me lo entregó y yo me quedé mirándolo sin entender mucho. ''Hazle la transferencia a tu padre con lo que hay aquí dentro, ni lo notará'' Abrí la boca sorprendida por el apuro del que mi madre me acababa de sacar pero no pude ni hablar por qué ella siguió. ''Te llamará un abogado para abordar el tema de Mikel. Nadie manda al hospital a una Lacunza'' Dijo dándome la espalda y caminando hacía Alba. Ella se puso recta en su sitio al ver a mí madre acercarse a ella. ''Tú'' Le dijo mirándola de arriba a abajo. Sorprendentemente le dio una media sonrisa ''Cuídame a mi hija'' Pidió para después sin decir nada más avanzar hacía la puerta y marcharse.

Cuando pude reaccionar me acerqué a la entrada pensativa con lo que mi madre acababa de hacer. ''Mamá'' Susurré. Miré hacia el sobre que tenía entre mis manos y lo abrí, me impresioné bastante con el contenido y llevé una de mis manos a mi boca. Sentí que las lágrimas empezaban a caer por mis ojos abrumada por todo. Alba sigilosamente se había acercado a mí y me abrazaba por detrás. Sin perder tiempo me giré hacía ella y la abracé con todas mis fuerzas.

''Creo que tengo la bendición de tu madre'' Intentó bromear Alba, consiguiendo sacarme una carcajada entre lágrimas.

''Dios, realmente la tienes'' Dije sorprendida separándome para mirarla. ''Mi madre me acepta'' Dije sin poder creérmelo. Alba me dedicó una gran sonrisa orgullosa y se acercó dejando un casto beso en mis labios.

''Parece que poco a poco nuestros problemas se resuelven'' Comentó Alba. Escondiendo su cabeza en mi cuello.

''¿Qué haremos cuando no podamos dramar, Albi? Pregunté.

''Querernos igual o más'' Contestó ella, asentí conforme con la respuesta y aunque seguía abrumada me sentí feliz.

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Holaola.

No acepto la expulsión de Marta, lo siento pero no.

LA NOTAAAA. Mira me descojono, al principio me quedé shocked sin entender nada y luego después de ver el video ENTENDÍ que Natalia realmente le estaba o diciendo que se lo había dicho así a Alba o que se lo iba a decir así. Desde entonces que estoy living por qué esto hiper mega confirma Albalia. Pobre la Natalia cuando se enteré de todo al salir. Bendito 6 de Diciembre, fue surrealista. El mejor fanfic Albalia es el de la vida real tias.

Not Again || AlbaliaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz