Punto y aparte

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POV Alba

Llevaba 8 días en el hospital, culpándome cada minuto de todo. Sabía que no tendría que haberle dejado ir sola con aquel gilipollas. Nunca lo había hecho, él nunca le había pegado. Pero ese día no solo le pego un golpe, le dio una paliza que ahora mantenía a Natalia en cuidados intensivos.

Desde entonces no me había separado de ella.

Maria venía después de clases y me traía los apuntes del día que conseguía gracias a Joan, yo entraba a la habitación con Natalia y me pasaba la tarde leyéndolos en voz alta para ambas por si acaso podía oírme. Intentaba no hacer muchas pausas por qué si lo hacía me ponía a llorar automáticamente, disculpándome con ella mil veces. Hasta que llegaba Marta y me abrazaba, quedándose con nosotras.

Conseguía los apuntes de las clases pero la baja solo la tenía Natalia, a mí me estaban contando las faltas pero no me importaba ni lo más mínimo almenos Maria hacía mis turnos en el club y no me iba a ahogar.

Ese día estaba leyéndole nuestro trabajo, el cual gracias a apuntes antiguos de ambas yo estaba avanzando.

"En el fondo de la composición a la derecha en una esquina, arriba de la civilización visualizamos humo de guerra que forman los colores de la bandera francesa" Leí en voz alta de los apuntes de Natalia. "¿La bandera francesa?" Pregunté confusa, fui a la imagen del cuadro y seguí las instrucciones de Natalia. Efectivamente solo si te fijabas podías notarlo "Dios Nat, ¿cómo te diste cuenta?" Reí. "Eres genial coño" Levanté la mirada pero se me fue la sonrisa enseguida. Seguía inerte en la cama. Suspiré y continué leyendo.

Al rato me cansé y la volví a mirar. Seguía en esa puta posición. Puse la silla más cerca de ella y acerqué mi mano a la suya. La empecé a acariciar suavemente mientras la miraba.

Natalia, aún así de pálida y amoratada lucía preciosa. Suspiré pensándolo, estaba jodida por qué durante estos días yo también había tenido tiempo para reflexionar llegando a la conclusión de que estaba loca por Natalia. Me gustaba demasiado.

Apoyé mi cabeza en su brazo, con cuidado. Mientras seguía pasando acariciandola por la zona del tatuaje de su mano. Inevitablemente, con todo el cansancio acumulado me dormí.

- - -

Empecé a despertarme por qué notaba una mano acariciandome la cabeza, haciéndome cosquillas. Gruñí apretando un poco la mano de Natalia.

"Marta, déjame un rato más. No le hago daño a Nat así apoyada... lo juro" Dije adormilada, mantenía los ojos cerrados. Escuché una risa a mi lado y me sobresalté, esa risa no era la de Marta. Era la suya.

Levanté la cabeza de golpe y la vi. Por fin volví a ver sus ojos. Empecé a llorar de felicidad y pulsé el botón de aviso al equipo médico para que se acercasen

"Nat, estas despierta" Dije siendo un mar de lágrimas. La fui a abrazar pero paré en seco al darme cuenta de que podría hacerle daño.

"Abrázame tonta, no me va a doler. Lo prometo" Dijo con la voz más ronca. Nunca la había escuchado así de ronca. Sonreí mientras lloraba y por fin por primera vez desde que estaba en el hospital con ella, mi abrazo fue respondido por sus añorados brazos envolviéndome completamente. Me separé cuando oí que se quejó.

"Te duele no me mientas, joder Nat" intenté parar de llorar para que mis palabras se entendiesen, Natalia me acariciaba la mano. "Lo siento mucho" concluí.

"Alba, como vuelvas a disculparte otra vez me levantaré y te tiraré por la ventana" Dijo amenazante.

"¿Me escuchabas?" Ella asintió con la cabeza.

"Todo este tiempo has estado conmigo Albi, gracias" dijo sonriendo. "Gracias" repitió.

"¿Recuerdas lo que pasó?" Pregunté delicadamente. Ella entrecerró los ojos pensándolo.

"Dejé a Mikel y se cabreó. Es lo último que recuerdo. ¿Que ha pasado?"

Intenté no volver a llorar y aún con lágrimas en los ojos, no dejé que cayeran. Suspiré. "Nat... Mikel te pegó una paliza" Natalia abrió los ojos en sorpresa ante la nueva información. Mis lágrimas empezaron a caer sin control de nuevo. "Cuando Mikel se fue tu misma llamaste al 112 pero te desmayaste diciendo tu nombre. Te localizaron y tuvieron que tumbar la puerta" Natalia se quedó en silencio, analizándolo todo mientras yo intentaba tranquilizarme pero no podía.

"Ven aquí" Me dijo Natalia. Nos volvimos a abrazar y lloré todo lo acumulado en estos 8 días. Natalia me acariciaba el pelo y la espalda mientras intentaba tranquilizarme. "Lo voy a matar, como se atreve" Afirmó Natalia.

Levanté la mirada encontrándome con la suya. "Miki y Carlos han roto sus skates" Dije indirectamente. Hacía unos días que Carlos y Miki se habían encontrado en un bar con Mikel y se enzarzaron en una pelea que acabo con Mikel en otro hospital, Carlos y Miki en comisaría y sus skates rotos por que se lo habían estampado a Mikel.

"Entonces el mío también se romperá dentro de poco" Dijo cabreada, yo sonreí con amargura.

"No, el tuyo te lo tengo que robar yo. ¿Recuerdas?" Natalia me sonrió y nos quedamos mirándonos a los ojos.

"Tendré que buscar algún otro objeto" Dijo lentamente en un susurro. Yo estaba cansada y con todo lo ocurrido en los últimos días necesitaba y quería probar por fin sus labios. Así que sin ningún disimulo bajé la mirada a sus labios, sin duda me encantaban y me atraían increíblemente. Volví a levantar la mirada y me di cuenta de que ella también tenía la mirada en los míos, sonreí y volví a bajar la mirada a los suyos. Ambas empezamos a acercarnos lentamente, sentía su respiración chocando con mis labios y prácticamente nuestros labios se rozaban.

Pero de repente la puerta se abrió de golpe y me separé bruscamente de ella. Sentía mi cara arder y vi que varios médicos entraban.

"Lo siento señorita, tenemos que hacerle unas pruebas. Tendrá que abandonar la sala" Asentí y salí al pasillo.

Caí en la cuenta entonces de que tenía que avisar a todo el mundo. Empecé a llamarlos a todos.

Not Again || AlbaliaWhere stories live. Discover now