Serenidad

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POV Alba

Llevaba un mes así ya, seguía con el mismo dolor en mi pecho. Me daba vergüenza mi comportamiento pero no podía ni mirarla. Había hecho las paces con todos, Carlos y yo habíamos vuelto a ser como hermanos y Joan y yo también habíamos vuelto a lo de antes. Haciendo que de nuevo se sentase junto a mí en las clases.

Notaba su vacío las 24 horas del día. Me pasaba las clases mirándola hasta que haciamos contacto visual y no podía evitar desviar la mirada dolida.

Hacía un mes que no escuchaba su risa, un mes que no sentía su corazón latir contra mi oreja. Un mes que la echaba de menos.

Hacía un mes que me había preguntado si lo podríamos arreglar y aún no sabía la respuesta pero a cuanto más tiempo pasaba mis inseguridades crecían y me repetía que seguro que ella se estaba olvidando de mí, habrá encontrado a otra persona o me odiará.

No sé cual de todas me daba más miedo.

Mi vida se basaba en ir a clase, comer, trabajar y dormir. Maria estaba ahí para apoyarme pero sabía que su opinión estaba a favor de Natalia, de que todo lo que ella hizo fue por mi protección.

Lo entendía, ahora lo hacía. Aún así me ganaba la vergüenza de mí misma y prefería mantenerme hundida a enfrentarme a mis miedos.

Sabela me llamaba cada miércoles, había dejado de ir a la consulta por un tiempo pero contacté con ella pidiéndole que tuviesemos charlas telefonicas. Me desahogaba con ella pero sus consejos eran los mismos que temía. Enfrentarme al miedo.

Por culpa del miedo perdemos muchas cosas.

Amaba a Natalia con todo mi corazón pero sentía que mi comportamiento era tan dañino que ella no merecía el peso de cuidar y tener a alguien como yo.

El sonido del teléfono interrumpió mis pensamientos, me incorporé de la cama suspirando viendo el nombre tras la pantalla. Era Miki. Descolgué.

"¿Miki?" Dije con un hilo de voz. Me extrañaba que me llamase ya que prácticamente en todo el mes no habíamos hablado.

"¡Hola Alba!" Saludó. "¿Cómo estas?" Preguntó intentando romper el hielo.

"Y-Yo... bien, estoy bien. ¿Y tú?" Pregunté de vuelta maldiciéndome por trabarme en la primera palabra.

"Genial, hoy es mi cumpleaños ¿sabes?" Abrí la boca en forma de 'o'.

"Ah joder, ¡muchas felicidades! No me acordaba, lo sie-" Empecé a decir viéndome interrumpida por él.

"No no, que va no te preocupes..." Hizo un silencio y oí como cogía aire. "Te llamo para que vengas a mi fiesta, es esta noche" Tragué saliva.

"¿Hoy Jueves?"

"Exacto. Me gustaría que estuvieras, te echo de menos" Se sinceró. Me dolía en el alma aquello por qué yo también le echaba de menos, a él y a todos los demás. Hice silencio pensándolo.

"Esto..." Empecé pero de nuevo Miki se adelantó a mis palabras.

"Estaremos todas" Confirmó. Miré al techo intuyendo que obviamente Natalia estaría allí. "Bueno, sólo faltas tú para completar la familia. Te echamos de menos Alba" Seguí en silencio pensando qué hacer.

"Esta bien, allí estaré" Dije siguiendo mis impulsos. Oí a Miki soltar un grito emocionado.

"Dios te voy a dar un pedazo de abrazo Alba. Mari sabe dónde será la fiesta así que nos vemos allí a las 23:00" Asentí como si me pudiese ver.

"Allí estaré" Dije sonriendo.

Después de despedirnos él colgó y fue justo ahí cuando todo volvió. Una fiesta con los skaters, con alcohol y con Natalia. No tenía miedo, estaba aterrorizada.

- - -

"Vamos Alba que se acabarán las cervezas y serás tú la que me las comprará como no muevas tu culo" Chilló exasperada Maria desde la puerta. Salí con prisas del baño bastante nerviosa, joder iba a verla y estar con todos ellos en una fiesta.

Otra persona que me imponía mucho era Julia, tenía miedo de su reacción al verme o de cómo me tratase por nuestra última conversación que había calado tan profundo de mí.

Cogí la riñonera con prisas y salí por la puerta junto a Maria que iba a un paso rápido.

15 minutos después allí estabamos, tras la puerta de Miki. Oyendo las risas y la música ya puesta tras la puerta. Sentía que el corazón se me iba a salir por la boca.

Y mi suerte no podía ser peor por qué nos abrió ella, Natalia. Nos abrió riendose de alguna broma pero en cuanto me vio su sonrisa se borró y se quedó shockeada. Al igual que yo.

Iba preciosa, llevaba un top negro precioso con un escote que dejaba ver su pequeño lunar en el pecho y una falda negra junto a sus botas. Sin duda se me iba a salir el corazón por la boca.

Mari fue la que rompió ese momento en la que ambas nos mirabámos sin mover ni un dedo.

Soltó alguna de las suyas mientras empujaba a Natalia y entraba dentro de la casa buscando su cerveza, agaché mi cabeza y pasé sin mirarla.

Al entrar intenté alejarme lo máximo posible de ella y busqué a Miki, lo encontré y él dió un grito acercándose a mí y levantandome del suelo mientras me abrazaba.

Me reía feliz con él mientras volaba en sus brazos, fue él quién me ofreció el primer cubata. Me mantuve gran parte de la noche pegada a Carlos y Joan para no tener que enfrentarme a los demás. Pero mi intento de permanecer así se vió frustrado cuando vi acercarse a Julia.

"¡Hola Alba!" Dijo sonriéndome, le devolví la sonrisa bastante nerviosa.

"Buenas noches Juls" Dije nerviosamente. Nos quedamos mirándonos y entonces ocurrió algo que no me esperaba, Julia hizo una mueca triste y me abrazó.

Al abrazarla sentí una comodidad increible, fue como si uno de mis miedos, el que tenía con Julia se desvaneciera.

Pasé mis manos por su espalda y la abracé con fuerza mientras suspiraba.

"Juls..." Dije a punto de llorar de la emoción.

"Te he echado mucho de menos Alba" Dijo Julia separándose de mí y poniendo sus manos en mi rostro. Sonreí viendola y ella me dió un beso en la frente. "Voy con Carlos, pasalo bien guapa" Me dijo con cariño acercándose a su ya novio.

Sonreí asintiendo y entonces fue cuando sentí una mirada que me quemaba en la nuca, aún antes de girarme sabía que se trataba de ella que desde el sofá en el que estaba con Marta y Derek nos miraba con una sonrisa triste que encogió mi corazón.

Not Again || AlbaliaWhere stories live. Discover now