HEAVILY BROKEN
-Mmm...
-Camila...
-¿Uh? Mmmm...eso es rico...
-¿Te gusta?
-Sssssí...
-Te amo
-Yo también te amo.
Se quedó un rato dejándose acariciar la espalda y la parte baja de esta, casi llegando a sus glúteos. De vez en cuando Harry le daba besos en ella, hasta que subió a su cuello y repentinamente se detuvo.
-¿Por qué te...?
-Carajo... ¡Camila, estás ardiendo!-exclamó Harry, sorprendido y tocándola nuevamente en el cuello.
-Ay , tan temprano y ya estás..
-¡No! ¡Dios! ¡No hablo de eso! ¡Sino que estás ardiendo! ¡Pero en sentido literal!-replicó, espantado y tocándole la frente-¡Tienes fiebre!
-¿Qué? Yo no tengo...
-¡Sí tienes! Mier...voy a buscar el termómetro que me dio tu mamá antes de salir.
-Pero...-lo vio salir a su novio de la habitación, completamente pálido, mientras ella misma se pasaba la mano por la frente y el cuello, buscando la fiebre-¡Pero, yo no siento que esté caliente! ¡Te estás equivocando!
Harry entró de nuevo, agitando un termómetro.
-Abre la boca y sube la lengua.
-Pero, yo no tengo...
-¡Que subas la lengua! Mierda...
Obedeció y rápidamente ya tenía el termómetro en la boca, Harry se sentó a su lado y tomándole de nuevo la temperatura con la mano, miró su reloj y la empujó suavemente a la cama.
-Acuestate y tranquilizate, por favor.
-Yo me siento bien, nada más me duele un poquito la cabeza, pero no es nada seguro que...
-No hables, por favor y quadate quieta. Dios...tu mamá tenía razón cuando decía que te ponías como una pendeja...
-¡Pero es que yo no tengo...!
-Ajá, a ver...
Le sacó el termómetro y suspiró, rápidamente mostrándoselo a Camila.
-¿Qué...?...-lo observó detenidamente y casi le dio un infarto-¡¿40ºC?! ¡¿Qué cara...?! ¡Ese termómetro está mal! ¡Yo no puedo tener eso!
-Ahora te sientes bien, pero después te empezas a sentir mal. Una fiebre no sucede porque sí, eso es que estás incubando una gripe, seguramente...-dijo Harry, yendo al baño y llenando un envase con agua. Al ver que Camila lo siguió, se molestó-¡¿Qué haces acá?! ¡Tienes que estar acostada!
-¡Ese termómetro está mal!
-¡Deja de hablar al pedo! ¡Dale vamos!-dejó el envase llenándose de agua y levantó en brazos a Camila, llevándola a la cama-¡Te vas a quedar en cama hoy hasta que se te pase!
-¡Harry, sueltame! ¡No seas tonto!
-¿Ahora soy tonto por querer cuidarte? ¡Bueno entonces seré tonto toda la vida, pero tu te quedas en esta cama hasta que se te baje esa fiebre! ¡Sin peros!
-Pero...
-¡Que seguramente eso es una gripe fuerte que te va a dar! ¡Y hay que buscar la forma de contrarrestarla!