I WON'T GIVE UP
Hacía demasiado frío por el abrazo helador del viento que le pegaba en la cara y en el cuerpo, haciéndole sentir desnudo. Estaba demasiado mareado, entumecido y la debilidad comenzaba a pasarle factura; apenas podía ver entre la oscuridad y sólo se guiaba por su instinto de supervivencia, porque algo se conocía de aquella zona en la que estaba y aún cerca de la playa, pero ya lo suficientemente lejos de la casa. Aparte, prestaba más atención que de costumbre a los sonidos del viento, las olas y el de los autos al pasar velozmente; intentando que eso le distrajera del dolor de su herida que a cada minuto que pasaba, se intensificaba con agudos golpetazos que amenazaban con tirarlo al suelo. Su meta la seguía teniendo bien clara y debía llegar como sea, así fuera gateando y luego arrastrándose, llegaría, como que su nombre era Harry Styles lo iba a lograr.
Sin embargo, tuvo que detenerse al borde de la carretera, tratando de ver algo entre lo nubloso que estaba su vista; ver algo más que luces brillantes que pasaban velozmente por su lado y sin detenerse. Pensando que quizá las personas que le veían pensarían que era quizá un indigente, se rió de sí mismo y de su propia suerte, tratando de no pensar en lo doloroso del asunto y que cada vez más se le dificultaba caminar. Estaba definitivamente mal, lo sentía venir y debía hacer algo en ese momento, antes de desmayarse en el medio de aquel sitio.
Lo pensó, ningún auto se detendría a menos que lo obligara, así que se puso a esperar que viniera uno y vio una luz en ese momento que pasaba rápidamente y luego se marchaba en la oscuridad. Fue entonces que caminando lentamente al medio de la carretera, se quedó esperando ahí hasta escuchar que venía uno y al ver la luz que aparecía y lo iluminaba frente suyo, escuchó un frenazo tremendo y un bocinazo. Pensó que no lograría detenerse y lo atropellaría como a un idiota, así que cerró los ojos y esperó el impacto, el cual nunca sucedió.
-¡Maldito loco hijo de puta! ¡Fijate por dónde vas, casi te atropello!
Iba a decirle algo, pero no pudo sostenerse de pie por más tiempo y se desplomó al suelo. Sentía que su corazón latía demasiado rápido y que podría darle un infarto, le parecía que moriría ahí y no lo lograría; pero para su sorpresa, la persona que se había detenido se acercó a él y lo sintió tomarle de la cabeza.
-Hey...hey, no me asustes. Ni siquiera te toqué. ¿Te sientes bien?
Abrió la boca para hablarle, pero no salió nada y temió ponerse peor de lo que estaba.
-Eso te pasa por emborracharte, macho... ¿Quién te dijo que tu novia vuelve contigo poniéndote en pedo?
-Ayudame...-logró decir, finalmente-P-por favor...ayudame...
-Voy a llamar a la ambulancia. Te estás poniendo azul.
-¡No! Llevame al hospital, por favor...llevame tú te lo agradecería...
-Es que no voy por ahí...
-Solamente me dejas ahí y listo...por favor...
-Bueno, pero no me vayas a vomitar los asientos, si no mi mujer me mata y me pone a fregar los pisos por un mes.
Hubiera reído en otra situación, pero esa no era la más indicada. Intentó ponerse en pie, pero casi vuelve a caer y fue entonces cuando el muchacho se acercó a ayudarlo y al tratar de alzarlo, Harry gritó de dolor al sentir como un desgarro.
-¡Pero si estás herido!
-No es nada, solamente llevame, por favor.
-Te vas a morir si caminas. Dejame cargarte hasta el auto.
El muchacho lo alzó nuevamente y caminó rápidamente hacia el auto, metiéndolo en el puesto del copiloto y poniéndole el cinturón de seguridad. Él entró y puso en marcha el auto.