Capitulo 28 Parte 2

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NO ESTÉS SOLO EN ESTA LLUVIA

Habían llegado en la madrugada, a las 3 de la mañana, exactamente, y por primera vez en esos días que había pasado con Camila, desde que apareciera por sorpresa en su habitación del Sanatorio en Buenos Aires, tuvieron que separarse y dormir una y la otra en sus respectivos hogares.  

Había costado bastante convencer a Camila para que se fuera a su propia casa a dormir y luego para que dejara que Lauren se fuera a la suya propia, porque se negaba a dormir sin ella. Esa pequeña separación le había costado un poco, porque se había acostumbrado demasiado rápido a tenerla a su lado al acostarse y abrazarla durante la noche para poder conciliar el sueño. Sin embargo, sabía que era mejor para Camila, porque en teoría, ella seguía estando de reposo y además, en la mañana ya Sinu y Alejandro habían planeado llevarla a hacerle los chequeos generales a ya un mes y medio de su accidente y luego que finalmente reaccionara hacía apenas varias semanas.

Lo sabía bien, Camila podía verse bien físicamente y ya casi no se le sentía la herida en la parte de atrás de la cabeza; pero todavía a veces se quejaba que le dolía mucho la cabeza y la cadera. Además, que las consecuencias que más se notaban eran su cambios de comportamiento y humor tan bruscos que le daban, su absoluta terquedad, sus enfados y tristezas, su forma de ser a veces tan infantil y la poca tolerancia hacia los cambios sin antes avisarle. Eso sin contar que todavía no sabían si lo que Vincent había notado cuando su desmayo luego del concierto, era cierto. Todavía debían descartar esa posibilidad y esperaba realmente que así lo fuera.

En la mañana, apenas al levantarse, había saltado de su cama y corrido hacia el baño para hacerse su aseo personal y ducharse; estando en sólo 20 minutos lista para vestirse y luego para bajar a desayunar lo que su tío le había cocinado a ella y a los italianos.  

Ellos se iban ese mismo día a su país, pero en la tarde, luego que tuvieran una rueda de prensa de ellos solamente en la disquera y recibir, además, el primer contrato para grabar un disco. Los 4 estaban muy emocionados por eso y mientras desayunaban, de eso era lo único que hablaban.  

Alejandro la había invitado a ella a ir a la casa temprano para luego llevar a Camila al médico; así que después de comer todo, aprovechó para despedirse de Adam, Marco, Alessandro y Fabiana, porque no creía que para cuando regresara, ellos siguieran todavía ahí. Ellos le dieron las gracias por todo, por la ayuda prestada y prometieron algún día venir a visitarla de nuevo, que le estarían eternamente agradecidos y además, la nombraron su descubridora y madrina musical.

Decidiéndose por su Porsche, se fue en él a la casa de Camila. El tráfico ese día no estaba tan denso, por lo que le tomó unos 15 minutos en llegar hasta allá. Dejando el auto justo enfrente del enorme portón de madera que separaba la calle con la mansión, vio a través del enrejado en la puerta de ésta, a Sinu con su bata de doctora guindada en su brazo y hablando con el chofer de la familia. Por un segundo, tuvo la sensación de déjà vu, el recuerdo todavía fresco de aquel día que deseaba borrar de su mente y no haberlo vivido nunca. Podía todavía recordar con exactitud el grito de Camila llamándola y al voltear para ver la acera donde había caído, se quedó paralizada, sintiendo que un escalofrío la recorría. Era como revivirlo en su mente.

-¡Lauren!

-¿Uh? ¿Qué, qué...?

Volteó ahora y vio a Sinu en la puerta, se había quedado sin habla al verla y tuvo que pellizcarse un poco para saber que realmente no era el mismo sueño que durante un tiempo recurría a ella.

-¿Vas a pasar?-preguntó Sinu, dándole espacio en la puerta-Camila está arriba y está alistándose ya.

-Ah... sí, sí. Gracias.

What I Like About You (Camren)Where stories live. Discover now