DÉJÀ VU
-Esta corte entra en receso hasta mañana a las 9:30am, cuando será dictada la sentencia. Se levanta la sesión.
Un golpe con el mazo que dio el juez, dio el permiso para que todos se pusieran en pie y comenzaran a salir poco a poco de la sala. Alejandro se apresuró a ayudar a Camila a levantarse y apoyarse en sus muletas, para dirigirse con cuidado hacia la salida, junto con Sinu, Thiago, Austin, James, el matrimonio Styles, Harry que iba igualmente en muletas y siendo ayudado por Louis, que iba cerca suyo.
Antes de poder salir al pasillo hacia la salida, se cruzaron de frente con Harold, quien iba esposado y siendo llevado por los fiscales. Él los vio a todos, dejando un rato su mirada en sus padres y alzando una ceja.
-Bendíganme, mamá y papá-dijo Harold, con dureza-Qué linda familia la que tengo... ¿No, hermanito?-preguntó, ahora dirigiéndose a Harry.
-Eres una basura...
-¡No, Harry!-lo detuvo Louis, sosteniéndolo por detrás-Dejalo.
-Sabes que esto es por tu bien, hijo.
-Y una mierda...no me llamen más hijo, yo no soy su hijo-repuso Harold, con fiereza y con una mirada de profundo odio a su madre y luego a su padre-Son unos garcas.
-¡No pienses en siquiera mirarlos porque te juro que te mato!
-Harry...
-¡No tienes ningún derecho!
Harold soltó una risita divertida y casi ya estaba siendo arrastrado por los fiscales para que siguiera su camino, pero al ver a Camila, se detuvo frente a ella y de inmediato Alejandro se atravesó en medio para protegerla, al igual que Sinu.
-Sal, Harold.
-Oh, ya fue, Alejandro...solamente...
-Llévenselo, por favor-pidió Alejandro a los fiscales, quienes volvieron a agarrar a Harold, pero éste se mantuvo en su lugar viendo fijamente a Camila.
-Hey, Camila, mi cielo...
-¡Llévenselo!-gritó Alejandro, furioso
-¡Camila!...aguenten, simplemente quiero decirle...
-Señor Styles, por favor...
-Mi cielo, perdoname, tú sabes que fue por amor. Te amo, mi cielo...me enamoré de ti...solamente estaba celoso...
-Vamos, Camila.
Intentaron que Camila se moviera de su lugar, pero ella seguía mirando a Harold y como él seguía diciéndole cosas y confesándole su amor. Deseaba más que nada poder dejar de verlo, pero mientras Harold iba ya siendo arrastrado por los policías y los fiscales; ella continuó siguiéndolo con la vista hasta que desapareció de ahí, tras la puerta.
Sólo fue en ese momento en el que se rompió aquel estado que parecía hipnótico y en el que había caído al ver a Harold. Sin embargo, aún estaba un tanto ausente y se sentía perdida. Imágenes fugaces y repentinas, de esas que a veces le venan sin venir a cuento, aparecieron; donde estaba Harold besándola y luego el instante en el que corría llamando a Lauren y la quitaba de en medio.
Últimamente, en esos días desde que había salido del hospital, lograba establecer algunas memorias que pensaba perdidas en lo más profundo de su mente. Aún así, ellas siempre estuvieron ahí, pero no fue sino hasta que en una noche de esas en las que su papá o su mamá iban a su habitación a despertarla en la noche, que de pronto vino ese recuerdo de ella sacando del medio de la calle a Lauren. De ahí, no pasaba más nada. No podía recordar más.
