HOLE IN MY SOUL
Estaba en aquel bar café, desde casi que lo abrieron, para no tener que estar en aquella habitación de su suite, con el ensordecedor silencio que no dejaba de perturbarle desde la noche anterior. Ese silencio espantoso y que se instaló sin pedir permiso, robando parte de su tiempo y su sueño.
En realidad, la excusa que se daba a sí misma de que el silencio le molestaba, era para no tener que pensar en la noche anterior. No deseaba pensar en eso, no quería recordar nada de nada, pero las imágenes venían una y otra vez a su mente. Era enfermizo, era una obsesión cerrar los ojos y pretender por unos segundos que seguía en aquellas escaleras de I Murazzi y que Lauren estaba ahí, confesándole, por no decir gritándole, su amor a ella. Gritándole que era una idiota, una ciega y bueno...sí que lo era.
Podía seguir leyendo aquel periódico que el muchacho que le había traído el café, le entregara para que se informara del acontecer del día. Podía continuar pretendiendo que bebía de aquella taza frente a ella, cuando hacía más de una hora que no había ni gota de la estimulante infusión. Podía fingir que su pulso no iba más rápido y sus mejillas no se coloreaban cuando recordaba que sólo hacía unas horas atrás, exactamente 18 horas, que Lauren la había besado enfrente de todos y de nadie a la vez...
Podía hacer todo eso y a la vez volverse loca desmembrando cada pensamiento, porque cada uno de ellos daba vueltas por su mente y no la dejaban en paz, la seguían y le informaban de algo que no había querido ver, de algo que permanentemente estuvo en su cabeza, pero que ella fue lo suficientemente "idiota" y "ciega" como para no darse cuenta, como para no entender que algo más estaba ocurriendo y que aquellos dolores de estómago eran producto de cosas...demasiadas cosas y que justo en ese momento, todavía, no podía ni sabía cómo asimilar.
Miró su mano agarrando levemente el asa de la taza de café y vio el pequeño anillo de compromiso. Su corazón latió con fuerza y le dolió demasiado, terriblemente. Por su mente pasaron las imágenes de ella misma, paralizada, en las escaleras y viendo a Lauren subir. Cerró el periódico con furia y lo lanzó al frente en el mueble; se tapó la cara con las manos y trató de respirar profundamente para calmarse.
Aquello no podía estar ocurriéndole. No ahora.
"¿Y si, por ejemplo, conoces a una persona mejor que Harry? ¿Qué te mueva todo cuando la ves? Si te casas y te das cuenta que cometiste un error y que Harry no es el amor de tu vida...que todo el tiempo te equivocaste y que tu verdadero amor está en otra persona, quizá en esa que nunca te detuviste a pensar."
-¡Basta! ¡Suficiente! ¡No quiero más!
-Bueno, perdoname. Pensé que te gustaría...
Alzó la mirada y al ver a Harry frente a ella, con una rosa en la mano, se golpeó mentalmente.
-No, no, perdón, Harry...perdóname. Es que estaba pensando...
-¿Pensando qué?-preguntó él
-Uhh...nada, no me prestes atención. ¿Decías algo?
-Bueno, en realidad no te decía nada. Sólo me puse frente tuyo y...te traje esto-musitó él, entregándole la rosa. Camila la tomó y se quedó mirándola atentamente-Cuando me desperté, no te vi a mi lado y...bueno...yo supuse que estarías acá y...te quería pedir perdón por lo de ayer ¿Sabes? No fue mi intención tratarte así, no quería discutir por eso...Fui demasiado estúpido. Perdón.
Camila miró la rosa y acercó los pétalos a sus labios, como besándola y por un segundo varios flash back le vinieron a la cabeza. Se mordió el labio inferior y asintió, sonriéndole a Harry.
