BROKEN
Subió a la suite apenas creyó tener la fuerza suficiente para hacerlo, pero en cuanto abrió la puerta y puso un pie dentro, toda esa voluntad para fingir que todo estaba bien, se le deslizó como arena entre los dedos. Se detuvo y cerró la puerta con muchísimo cuidado, intentando no hacer ruido y al lograrlo, se apresuró a quitarse las zapatillas para poder entrar a la habitación.
La habitación ya estaba a oscuras y mirando hacia la cama, gracias a la luz que venía de afuera por la luna, podía ver a Camila sobre la cama, durmiendo. Se quedó un rato ahí, sólo observándola desde su lugar y se sintió torpe, con miedo, todo parecía repentinamente muy pequeño e injusto. Las palabras de Sinu todavía paseaban por su mente una y otra vez. No podía no prestarles atención, por mucho que lo intentara o deseara.
Entro a el baño.Divagaba en sus pensamientos y se controlaba gradualmente para no soltar las lágrimas, ya había derramado muchas en el lobby después que se fuera Sinu, al quedarse ahí por casi media hora, sin tener la fuerza de voluntad para subir y verle la cara a Camila.
Cuando estuvo lista y con sus dientes cepillados, salió del baño y se fue directo a la cama, luego de ponerse para dormir lo primero que encontró entre la oscuridad. Probablemente en la mañana se encontrara con que se había puesto algo de Camila, como su camisa de dormir porque realmente tenía su perfume. No importaba, porque quizá le ayudara esa noche a conciliar el sueño, aunque dudaba que pudiera hacerlo, porque cuando pensaba mucho, esos pensamientos se iban a sus sueños y bien podían convertirse en un problema de no dormir. Odiaba eso.
Se sentó levemente en la cama, con delicadeza de no hacer movimiento y que Camila no la sintiera. Se recostó, entonces y colocó la cabeza sobre su almohada, soltando la respiración que sostuvo mientras se acostaba y quedándose muy quieta en su lugar, de espaldas a Lauren. Cerró los ojos para hacer el intento de dormir, a pesar de la voz amplificada de Sinu en su mente, diciéndole que Camila no creía en el matrimonio, cuando tuvo que abrirlos de nuevo al sentir que la chica se movía a su lado y de pronto se hallaba rodeada por un brazo suyo y un pedazo de sábana, abrazándola y con su rostro evidentemente pegado a su cuello, porque podía sentir su respiración en él, haciéndole reconfortantes cosquillas.
-¿No te vas a tapar?
La voz de Camila la sobresaltó un poco, porque no pensó que realmente se hubiera despertado o que siquiera la hubiera sentido llegar o acostarse. Se quedó en silencio unos segundos, pensando que podía fingir que dormía, pero no podía asegurar que realmente ella se lo creyera.
-Lauren...ya sé que estás despierta.
No, no se lo creía ¿En qué pensaba?
-Perdón, no te quería despertar-susurró, intentando controlar el tono de su voz que de todas formas había sonado terrible.
-Ya lo estaba. Te escuché llegar-respondió Camila, con voz cansada. Bostezó y se abrazó más a ella, haciéndole sentir a Lauren un montón de mariposas en el estómago, que luego se convertían al instante en algo pesado y doloroso en su pecho-Tapate-dijo, haciendo un espacio y poniéndole una manta encima-En un rato te va a agarrar frío por el aire acondicionado.
-No hace falta, tú lo necesitas más...
-No seas tonta. Dale, que te quiero acá conmigo, bien cerca. No me puedo dormir si no siento tu calor, eso quiero que lo vayas grabando.
Sin decir más nada, pero entre el amargo y dulce de las palabras de Sinu hacía ya una hora en el lobby y las de Camila ahora mismo. Ya no creía que pudiera conciliar el sueño, porque las lágrimas que estaba conteniendo seguían insistiendo y se masificaban, haciéndose dolorosamente inaguantables. Una de ellas, incluso escapó, rebelde, y tuvo que secársela en un movimiento rápido y que Camila no se diera cuenta del detalle.
