FEAR
No había corrido ni un poco, pero sin embargo, sentía como si lo hubiera hecho. Había llegado ya a Piazza Castello y ahora se hallaba mirando a la gente a su alrededor, dispersa; algunos niños con globos corriendo y riendo por todo el lugar ante la mirada atenta de sus padres.
Sin darse cuenta de lo que hacía, se sentó en el suelo, casi en el medio de todo y ante el sol que brillaba en su esplendor. En un principio creyó que lloraría, pero en su lugar, sólo tenía un enorme enfado mezclado con un poco de tristeza, que a pesar de todo no le hacía llorar. Observando a los niños correr, se llevó su mano derecha a su vientre y cerró los ojos.
-A veces te puedo sentir-susurró-Aunque no te muevas y apenas seas demasiado chico todavía...te puedo sentir, pero no sé si tú a mí... yo estoy acá, soy mamá... ¿Me escuchas? ¿Me sientes? Tirame alguna señal.
¡PLAF!
No lo había visto venir y por unos segundos no pudo entender qué había sido eso que la había golpeado en la cabeza. Rebuscó con los ojos entrecerrados por el brillo del sol y luego, una vocecita escuchó.
-Mi ascolti? Signorina... |¿Me escucha? Señorita...|
-¿Huh?
Alzó levemente la mirada y se encontró con un chico como de la edad de Max, quizá uno o dos años más, con unos infantiles y expresivos ojos grises que la examinaban y, además, el cabello castaño claro sobresaliendo apenas por un pequeño gorro que llevaba en la cabeza.
-Signorina, Gli feci male? Sta bene? Io stavo giocando con la mia palla... | ¿Señorita, le hice mal? ¿Está bien? Yo estaba jugando con mi pelota...|
-La tua palla...? |¿Tu pelota...?|
-Carlo!-llamó de pronto la voz de una señora que venía caminando hacia el niño-Ritorna qua! Che cosa stai facendo?! |¡Ven para acá! ¿Qué estás haciendo?!|
-Sto parlando con la signorina, mamma |Estoy hablando con la señorita, mamá|-respondió el pequeño, fluidamente-Io l'ha batta con la palla... |Yo la golpee con la pelota|
La mujer tomó de la mano al niño y luego lo alzó en brazos.
-Scusi mio figlio. È molto biricchino |Perdone a mi hijo. Es muy travieso|-dijo ella a Camila, que seguía algo aturdida y confundida por todo lo que estaba pasando.
-Non si preoccupi. Sta bene tutto |No se preocupe. Todo está bien|-respondió Camila, sonriendo.
-Non tornare a scapparti così, Carlo |No vuelvas a escaparte así, Carlo|-reprendió la mujer a su hijo, pero no tan severamente, sino más con preocupación y abrazándolo-Andiamo. |Vamos.|
-No! Spera, mamma! Devo recuperare la mia palla! | ¡No! ¡Espera, mamá! ¡Tengo que recuperar mi pelota!|
La madre volvió a bajar al pequeño al suelo y este se acercó a Camila, tomando la pelota que tenía Camila en sus piernas y apenas se había dado cuenta de ese detalle si no hasta que el niño la agarrara. Él la miró nuevamente y le sonrió, estirando el brazo para mostrar su mano y que Camila la estrechara, quien enseguida la tomó y también le sonrió al niño.
-Molto piacere, signorina. Io sono Carlo. | Mucho gusto, Señorita. Yo soy Carlo.|
-Molto piacere, Carlo. Io sono Camila. |Mucho gusto, Carlo. Yo soy Camila.|
-Lo so-susurró el chico, acercándose a su oído para que solo ella escuchara-Cameron me lo disse. | Cameron me lo dijo|
-Chi...?
-Cameron, tuo figlio. |Cameron, tu hijo|
-Il mio...?
-Carlo, per favore...