DESLIZAS OTRA VEZ
"Embarazada"
Abrió los ojos, no había entendido el poder de esa palabra sino hasta ese justo momento. Mirando al techo, con miedo, dejó que una mano se posara sobre su vientre y cerrando los ojos, nuevamente, le pareció escuchar su corazón latiendo desmesuradamente en su pecho, lo podía sentir, era como un miedo demasiado intenso, temor.
Ahora llevaba a un nuevo ser en su vientre, un pequeño que iba a comenzar a tomar forma de a poco, haciendo crecer su vientre a medida que ese chiquito o chiquita también lo hacía; en meses. Su bebé, un hijo o hija suya y de Harry.
Apartó la mano de su vientre y se secó unas lágrimas de sus mejillas, angustiada, agarrando una almohada, poniéndose de medio lado y abrazándola. Escuchó, entonces, su celular repicar y estuvo tentada a no cogerlo, pero en dos segundos lo agarró y sin mirar la pantalla, atendió.
-¿Sí?
-Hey, soy yo, Tom. Ya sé que me dijiste que te mandara un mensaje, pero no me pude aguantar y te llamé...quería saber cómo seguías y...bueno, escuchar tu voz.
Suspiró y asintió, como si él pudiera verla, pero también contestó en voz alta.
-Ya comí, estoy descansando ahora...voy estar bien, Tom. Gracias por preocuparte.
-Sabes que puedes contar para lo que quieras conmigo. Sé que soy medio desubicado a veces, pero...
-Tom...
-¿Qué?
Se detuvo un instante, pensando si debía o no, pero realmente tenía que hacerlo, decírselo ya, era lo mejor.
-Te conozco desde chicos, sé lo insistente que eres y eso es...bueno... y malo a la vez; pero esta vez, simplemente no...de verdad no es bueno que sigas insistiendo, porque yo...
-¿De verdad piensas que él se va a hacer cargo de ese bebé, Camila? Mira...yo sé que yo no soy la gran cosa, pero...
-No se trata de mi... embarazo, Tom. Ni siquiera se trata de Harry o de lo que yo tenga con él o si va a hacerse cargo o no, se trata de mí y de que no puedo corresponderte como vos deseas. Así que...por favor, dejalo ahí ¿Si? Por favor.
Un silencio bastante pesado se formó en la línea, hasta que finalmente escuchó al muchacho suspirar del otro lado.
-Bueno, está bien...entiendo. Supongo que no puedo hacer más nada...
-No, realmente no. Perdón.
-No te disculpes, todo bien. Yo espero que me perdones por ser tan...hincha huevos.
Camila sonrió y soltó una risita.
-Yo no diría eso.
-Un clavo o una espinilla en el culo...
-Perseverante, Tom.
-Si tú lo decís...-musitó él, también dejando salir una risa-Está bien, espero que...te vaya excelente con todo y bueno...sé feliz ¿Sí?
-Dale, gracias por entender.
-No siempre se tiene lo que se quiere. Nos vemos, bellísima, cuidate mucho a ti y a mi ex hijo putativo.
-¡Que tonto que eres!
No supo si al final él la había escuchado, porque ya había colgado; ella también colgó y dejó el móvil a un lado. Fue entonces, que escuchó la puerta del baño cerrarse y al voltearce, vio a Lauren parada ahí, con una toalla cubriéndole parte del cuerpo. Su respiración se detuvo en la mitad de la garganta y de ahí no quería pasar, mientras no dejaba de admirarla y sus ojos recorriéndola, deseando quitarle aquella toalla, porque no hacía más que estorbar.
