WHAT IF
Llevaba muchos años de no hacer eso, servirse cereal de Froot Loops con leche en un envase y comerlos mientras veía una película. La elegida había sido una que llevaba tiempo en la estantería y no se había puesto a verla jamás por los múltiples compromisos que siempre tenía; era una de Piper Perabo y hasta ese momento, apenas sí le estaba prestando atención, porque su mente estaba muy lejos de ahí, mientras comía el cereal mecánicamente, sin percatarse de lo que hacía.
Su mente divagaba por cada una de las cosas que su tío le había dicho y no paraba de darles vuelta una y otra vez, pensativa. Colocando, entonces, el envase ahora vacío de cereal sobre la mesita de noche, volteó hacia un lado de la cama, viendo su celular o lo que quedaba de él. Cuando había llegado a la casa, en la tarde, y había lanzado el bolso hacia la pared en el recibidor, no se acordó que en él estaba su celular y este se había estrellado inevitablemente, rompiéndose la pantalla y otras cosas que ahora lo tenían inservible. Siempre supo que esa marca que había comprado de celular era mala, porque los chicos se lo repitieron hasta el cansancio que no lo comprara, porque con el mínimo golpe, pasaba a la historia y terminaba en el cementerio de los celulares. Sin embargo, ella para hacerle la contra a ellos se lo compró. Y ahí estaba, su móvil, completamente muerto, porque según James, no tenía reparación y él era un experto arreglando celulares.
Pensando que ya compraría otro y de mejor calidad, se quedó observando ausentemente a la pantalla. Tenía ganas de ir a la cocina y comerse el helado que su tío había comprado, pero también le daba flojera levantarse e ir a por él. Imaginándose que se levantaba e iba hasta el congelador, el teléfono de su casa comenzó a sonar y distraídamente lo agarro.
-Buenas noches, ¿Diga?
-Buenas noches, Lauren. Soy Alan.
-Sí, me di cuenta-murmuró, fastidiada y terminando de beberse la leche que quedaba en el fondo del envase-¿Qué pasa?
-¿Estás vestida?
Lauren frunció el ceño, ante la extraña pregunta.
-A ver, Alan...no conozco a tu novia y no sé donde vive, a lo mejor muy lejos, pero yo no estoy para satisfacer tus deseos sexuales...
-¡Carajo, Lauren! ¡No hablo de eso!-exclamó Alan, molestándose-¡Por Dios! Qué malpensada eres...
-¿Entonces por qué preguntas eso? Si estoy vestida o desnuda, es mi puto problema, estoy en mi casa y en mi habitación. Aunque también podría estar desnuda por toda mi casa, pero está mi tío y bueno no da.
-Ah, entonces sí estás vestida.
Lauren puso los ojos en blanco, fastidiada.
-¿Qué quieres, Alan?
-Bueno, que necesito que estés lista para cuando lleguen los chicos a buscarte.
-¿Qué chicos? ¡Alan, estoy descansando! ¡Mierda! ¡Dejame en paz! ¡Son las 7 de la noche!
-Si, perdón, pero es que surgió algo y necesito que estés acá.
-¿Sobre qué?
-No puedo decirte.
-Si no me lo dices, no voy.
-Bueeeeno, se trata de tus amiguitos italianos, los de Hephaestion.
-¿Conseguiste que...?
-Uhmm...eso sí que vas a tener que venir para que te lo diga. Por acá no te lo voy a decir.
Lauren gruñó, impaciente.
-¡Muy bien! ¡Pero más te vale que sea una buena noticia! No estoy para malas justo ahora.
-Solamente vestite, ¿Sí? Drew, Dyl, Sam y Martin van a estar en 10 minutos allá.
