Capitulo 30 Parte 1

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SWALLOWED IN THE SEA

Era muy cómico verlo con su carita de concentración, ese ceño fruncido, sus ojos siempre pendientes de cada movimiento que daba, ese parecido a su mamá era inescrutable, así como los gestos parecidos a los de su padre. 

No podía negarlo, Carlos había logrado convertirse en su debilidad, se había ganado su corazón a pesar que durante el tiempo que su madre estuvo embarazada de él, no quería aceptarlo porque lo sentía como una especie de burla, una traición de parte de su propia madre el que fuera a tener otro hijo, cuando justamente ella misma acababa de perder a Cameron. Había sido como una bofetada y por meses, se negó a aceptarlo, odiaba estar en el mismo sitio que su madre y detestaba cada vez que hablaban del bebé, cada mes que veía el vientre de su madre crecer, más le dolía y, a pesar de todo, deseaba dejar de sentirse mal porque bien sabía que de todas maneras, el bebé no tenía la culpa de nada.

El día que finalmente Carlos nació, sucedió que su padre no estaba en la ciudad. Se había ido a Boston, de emergencia, para unos chequeos de la sede de la empresa allá. Así que ese día llevaría a sus demás hermanos al colegio, antes de irse ella a la Universidad.  

Finalmente, sus padres le habían permitido conducir el auto, pero con restricciones, siempre llevándose a alguien más que la cuidara y en ese caso eran los propios Harry, Louis, Thiago, Austin y Ariana fungían como sus cuidadores o nanas, como les decía en chiste.

Sin embargo, después de llevarlos a sus hermanos, había tenido que volver a la casa para buscar unos cuadernos y un trabajo que se había olvidado. Cuando entró a su habitación y los tomo de la cama, escuchó a su madre detrás, hablándole. No le había entendido nada, pero cuando se volteó y la vio, había un pequeño charco de algo líquido que su mamá había comenzado a derramar. Al principio pensó que es que se había hecho pis encima, pero cuando chilló y gritó, agarrándose la panza y casi cayéndose al suelo, tuvo que llamar a la nana y al chofer para que la ayudaran a llevarla al hospital porque ya sabía que iba a tener al bebé.

Al hospital comenzó a llegar un montón de gente, entre ellos los chicos, Lauren y otros más que la nana y el chofer se habían encargado por orden de Camila de llamar para comunicarles. Su padre apenas llegaba en unas horas y no había tenido más opción que entrar a la sala de partos para filmar un video del nacimiento para que él lo viera. Recordaba haber estado nerviosa, algo molesta, pero también debía admitir que algo expectante por lo que sería ver a su hermano nacer.  

Después de casi 4 horas que su madre estuvo pujando, escuchó el llanto de un bebé, su hermanito. No supo cómo, ni por qué había sucedido, pero simplemente verlo ahí, tan pequeño e indefenso, con aquella mata de cabello y unos ojitos hermosos que al instante la hicieron sonreír, se le antojó una sobredosis de ternura inmensa.

Sin embargo, no fue eso lo que finalmente le robó el corazón, sino cuando tuvo la oportunidad de sostenerlo en sus brazos, luego que su mamá le preguntara si quería, y darse cuenta que el pequeño Carlos había tomado su dedo índice con sus pequeñísimas manitos. Él había abierto sus ojitos y bostezó largo y tendido.

Fue suficiente para caer rendida a sus pies y amarlo con todo su ser.

Volviendo de sus recuerdos, vio a Carlos más crecidito ahora, pero niño al fin, suspirar y rascarse la cabeza, despeinándose ligeramente el cabello en un gesto/manía muy a lo Jack, al reírse con evidente egocentrismo y finalmente decirlo como si hubiera ganado la guerra.

-Jaque Mate.

-¿Qué...? No creo...

Apenas saliendo de sus pensamientos, volvió su atención a la tabla de ajedrez frente suyo y estudió las jugadas con cuidado, hasta darse cuenta que, de verdad, su hermano de sólo 4 años y medio le había hecho finalmente un jaque.  

What I Like About You (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora