WHAT IF
La puerta del consultorio se abrió y por ella irrumpió su madre, completamente apurada. Iba a quitarse la bata en ese instante, pero entonces la mujer la notó y sólo pudo saludarla, sonriendo abiertamente.
-Hola, ma.
-¿Qué haces acá, Sofia? ¿No tendrías que estar en el colegio?
-Nos dejaron salir temprano. El señor Brown no fue.
Sinu alzó una ceja, no creyéndole para nada lo que decía. Sabía muy bien que el profesor de geografía jamás se perdía una clase. Sofia no tuvo más remedio que sonreír en disculpa y sacar lentamente de su mochila, un sobre blanco y entregárselo a su madre.
-Admito que esta vez sí fui yo, pero fue por una buena causa.
-"Reincidencia en discutir y cuestionar cada enseñanza del profesor, poniendo en duda la veracidad de su título frente a toda la clase, llamándole "pirata" y causando el desorden de los demás compañeros, en general"-leyó Sinu, en voz alta y luego dirigiendo su mirada a Sofia-¿Hasta cuándo nos van a estar citando a mí y a tu papá para advertirnos de esto, Sofia? ¿Hasta cuándo te van a estar suspendiendo...?
-¡Mamá, pero si ese profesor es un trucho! ¡Es un falso y un pirata! ¡Le molesta siempre que le cante sus verdades! ¡¿Desde cuándo el Amazonas es de Estados Unidos?! ¡Eso lo dijo él! ¡¿Por qué no ponen en la citación que él es un mentiroso de mierda...?!
-¡Ey! Basta. No quiero malas palabras acá ¿Está claro?
-¡Él no está enseñando! ¡Un sujeto como él no puede ser profesor jamás en la vida! ¡Diciendo eso solamente hace que los demás piensen que es verdad! ¡Gracias a pseudoprofesores como él, es que se gradúan tantos ineptos que después se convierten en políticos y los vemos formando guerras e invadiendo países! ¡Eso sin contar los innumerables Monicagate!
-¿Terminaste?
-No, todavía quiero escupirle la cara al profesor.
Estuvo a punto de decirle algo, pero su móvil comenzó a sonar y sacándoselo del bolsillo de la bata, observó la pantalla y luego de nuevo a Sofia.
-En unos minutos seguimos con la conversación.
La chica asintió y viendo a su madre salir del consultorio, esperó un momento por si regresaba, pero cuando vio que no, se apresuró a acercarse a la puerta y tratar de escucharla por entre la rendija. Cuando su madre había visto la pantalla, antes de contestar, pudo notar una breve mirada de nerviosismo.
-Estoy ocupada, ¿Qué pasó?-dijo Sinu a quien estaba del otro lado de la línea-Ajá...sí...te ruego que te calmes y no me hables así...bueno, sigue contando... bueno, no sé. Tú dijiste que me mantuviera alejada, porque tú sabías lo que tenías que hacer...ajá, pero yo realmente creo que hay que entenderla también, en serio me habría impresionado si lo hubieras conseguido hoy, dale tiempo...sí, no presiones...bueno, me tengo que ir, que estoy ocupada...sí, sí, chau.
Echando un vistazo a su alrededor por si alguien estuvo cerca y luego miró hacia la puerta del consultorio. Entró con cuidado y vio a Sofia, escribiendo en una libreta de récipes médicos, sentada detrás de su escritorio. La observó por un rato, hasta que ésta también la miró y le devolvió una leve sonrisa que la hizo sentirse incómoda.
-No me gastes las libretas de récipes, Sofia. Que después las necesito y no tengo.
-Bueno, perdón-dijo guardando la libreta en una de las gavetas del escritorio y luego mirando a su madre-¿Alguna emergencia?
-No. Ya está resuelto-respondió Sinu, agarrando de nuevo la nota de citación y suspensión de Sofia y sentándose en frente de ella en una de las sillas.
