PATIENCE / TURN AROUND AND RUN INTO ME
Después de años, por fin podía darse el gustazo de levantarse a la hora que se le diera la gana y quedarse en su cama comiendo cereal con leche mientras veía la televisión. Por supuesto que tenía pensado buscar sus oportunidades de trabajo y ver que había por allí fuera, además que desde hacía un tiempo que venía sopesando la idea de volver al apartamento de la familia, ya que por fin su madre lo consideraba bastante más seguro.
Desde su accidente, ella no había querido que volviera al apartamento, por seguridad y Camila no había querido discutir mucho, pensando que quizá su madre tenía razón. Y es que incluso y a pesar del tiempo que ya había pasado del accidente, todavía en ocasiones, perdía el hilo de las conversaciones, le daban fuertes e insoportables dolores de cabeza que la podían incapacitar durándole horas o hasta días y dejándola en cama. Dormía más y su sueño era muy pesado y alguna que otra cosa como olvidarse más rápido de lo que debía hacer; pero para eso ya tenía una agenda donde se anotaba todo para no olvidarse nada.
Al final que había estado pensando en ahora sí, decididamente, volverse al apartamento. Claro que habría deseado decirle aquello a Lauren y preguntarle qué le parecía, pero desde que estaba enojada con ella y no pensaba hablarle de nuevo, ya había deshecho esa idea y simplemente irse hasta allá e instalarse de una sola vez.
La verdad era que intentaba no pensar en nada de lo que Lauren había hecho como buscar una doble suya y hacer que fuera a su graduación para que fingiera que era ella. No quería siquiera ahondar en el pensamiento de preguntarse quién sería aquella chica a la que había visto y que era tan pero tan parecida a Lauren, que ni siquiera nadie de su familia se había dado cuenta de nada. Algo que sí recordaba perfectamente era haber pensado que Lauren se comportaba extraño en la graduación y que, además, la había notado algo distinta. No podía saber que no era ella, pero ahora que lo sabía, simplemente le daba tanta rabia que Lauren hubiera tenido la santa voluntad de burlarse en su cara y creer que no se daría cuenta nunca; que si seguía pensándolo más, terminaría colapsando como la noche anterior que se había atrevido a llegarse hasta su habitación para pedirle que la dejara explicarse.
Pero no, no se la daría porque bastante oportunidad que tuvo de enfrentarla cara a cara y ser sincera. Incluso hasta le había mentido después que se cambiara con la falsa Lauren y eso no lo toleraba. Es que ni siquiera se trataba que le confesara que era una impostora la que había ido a su graduación, sino su nula disposición para decirle que no podría ir por causa de fuerza mayor.
También estaba lo de haber puesto a Harry como su guardaespaldas para que Ariana no se le acercara. Eso había llegado a lo más bajo que alguien podía hacer, en su opinión, y no pensaba reconsiderarlo. Ahora ya entendía todos los chistes pesados de Harry a Ariana y el por qué se metía tanto con ella.
Con Harry también estaba enojada y no importaba cuántos mensajes le enviara pidiendo perdón, le iba a costar toda una carrera de universidad recuperar su confianza... bueno, en realidad no, pero casi.
Mientras se terminaba sus cereales y se bebía lo que quedaba de la leche en el plato, lo dejó a un lado en la mesita. Su madre entró en aquel momento, después de tocar a la puerta para avisar; y quedándose en el umbral un minuto, observó a su alrededor y luego a ella, brindándole una sonrisa.
-¿Cómo te sientes?-preguntó, entrando finalmente y cerrando la puerta-¿Ya viste lo que te dejó Lauren acá?-señaló el paquete que estaba al lado de la rosa en el escritorio.
-Sí, ya lo vi.
-¿No lo vas a abrir?
-No
Tajante, así le había respondido; sin siquiera dedicarle una mirada y sólo pendiente de seguir haciendo zapping de canales, buscando algo bueno para ver. Sintió, entonces, a su madre ahora sentarse en el borde de la cama y quedarse mirándola; fue sólo por su insistencia en verla que la desconcentró demasiado y tuvo que apartar sus propios ojos de lo que veía en ese momento en la TV.
