Park vs Park

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Me vestí a toda marcha. Pero Jimin no parecía apurado. Seguía sentado en el sillón y en lugar de colocarse la playera, peinaba sus cabellos con las yemas de sus dedos. —no piensas atender?

—no creo que sea buena idea— sentenció

—y si son tus amigos?— pregunto a la obviedad. A mí nadie me visita. 

—es mí padre— responde sereno. 

—con más razón!— corro a la puerta y cuando estoy por liberar el seguro de la entrada, Jimin detiene mí mano. —no seas niño!— me atrevo a encararlo, pero sus ojos demuestran inseguridad, algo muy inusual en él. Le cuesta pasar saliva y parpadea con efusión... Él, tiene miedo? —oye, tranquilo! Cuanto más rápido lo atiendas, más rápido se irá.

Suelta mí mano y vuelve a sentarse. No me ánimo a hacer algo que lo moleste, mucho menos después de lo que acaba de pasar. Quiero protegerlo, cuidarlo de todo mal y aunque no sé cuál es problema que tiene con su padre, sólo me basta con saber que no quiere verlo. 

Lo veo sentado con la cabeza entre sus rodillas. derrotado, frustrado y eso me lastima. Soy consciente que ese chico no merece mí ayuda, pero se me hace imposible ignorarlo. 

Me arrodillo frente a él y coloco nuevamente su playera sobre su cabeza. Me mira confundido, con un ápice de molestía, por lo que me preparo mentalmente para alguna grosería. —no soy un niño— dice mientras pasa sus brazos por la tela. 

—lo sé. Pero parece que te divierte que lo crean— suelta una sonrisa cargada de diversión. Evito mirarlo, ya que todavía puedo apreciar el olor de mis fluidos en el aire, la excitación ya pasó pero la tensión me incomoda. No quiero sentirme rara a su alrededor. 

Él se queda ahí, quieto en su lugar sin omitir palabra. Observándome desde su posición. Sé que quiere decir algo, pero al igual que yo, siento que no sabe cómo debería actuar después de lo ocurrido. El timbre vuelve a sonar y esta vez me animo a mirarlo. Se ve confundido —pensé que le habías abierto. 

—pensé que no querías atenderlo y a decir verdad, a mí no me importaría dejarlo afuera. 

Una sonrisa perezosa se dibuja en su rostro. Ahora se ve tranquilo, incluso me atrevo a decir que agradecido. —lo voy a dejar entrar. 

Asiento y me encamino al baño para lavarme la cara. 

Mí imagen en el espejo no es para nada alentadora. Mi cabello parece un nido de pájaros, mis mejillas se habían convertido en tomates cherry y mí ropa!! Por dios... Parecía que me había vestido un mono ciego. 

Pero hay algo que si me gusta. Mis labios están hinchados, me siento orgullosa que se encuentren así por él y mis ojos brillan cómo nunca. No es sólo felicidad, es un brillo ansioso, cómo un grito de liberación. Me encanta! 

Acomodo mí ropa y peino mis cabellos hasta que quedo presentable. Froto mis ojos para ocultar su emoción y así, fingir cansancio, cómo que acabo de despertar de una hermosa y refrescante siesta. 

Salgo del baño y noto la tensión en el aire. Ambos hombres están parados en medio de la sala, por lo visto Jimin se encargó de no hacerlo sentir bienvenido y no se ha dispuesto a ofrecerle un asiento. —buenas tardes— trato de sonar tranquila.

El mayor de los dos se voltea en mí dirección y me regala una sonrisa. Es la primera vez que lo veo tan de cerca, por lo que puedo apreciar el enorme parecido con su hijo. salvo que él tiene un porte masculino mucho más marcado. Correspondo el gesto acompañado de una sutil reverencia y me acerco ya que no quiero parecer muy grosera.

—__, verdad?— pregunta estirando su mano para que la tome. Asiento para luego estrecharla —eres mucho más bonita de lo que recordaba— me repasa con los ojos y un escalofrío me recorre. No sé porqué, pero siento el morbo en su mirada.

Enamorada Del Idiota (TERMINADA)Where stories live. Discover now