Gata

9.7K 730 62
                                    

Creo que fue cuando sus brazos se durmieron que se soltó de mí agarre y no voy a mentir, la vergüenza que sentí fue mucho mayor a la de antes de atreverme a abrazarlo.
Me levanté de su regazo y estiré mí cuerpo adormecido para perderme por la puerta.

En la cocina, estaba makki cómo todas las tardes sobre la encimera, esperando por su ración de comida. Jugueteo con ella unos momentos y cuando me aseguro que tiene todo lo necesario para engullir, me dedico a preparar algo para mí.
No me había dado cuenta que Jimin estaba recostado sobre el marco de la puerta. Con esa postura intimidante, mirada profunda y aura absorbente. De lo que sí me di cuenta, fue de que ya no podía hacer nada para detener lo que siento por él. Qué por más que mañana vuelva a comportarse cómo siempre, bastaba con tenerlo a escasos centímetros de mí para derretirme y caer en su juego. Eso me asustó, sabía que no estaba bien... Pero lamentablemente para mí, ese chico tenía ese toque adictivo que me volvía loca.

—esa maldita gata...— murmuró sacándome de mis pensamientos. — sabés porqué la adopté?— lo miro de reojo, acaricia la cabeza del animal con ternura mientras que ella se encarga de destrozar su alimento ajena a la tensión de la cocina. Niego y me dedico a cortar pan para mí sandwich. —ella era solitaria. muy diferente a los demás de su especie. Única! A diferencia de otros gatos,  sólo se dejaba acariciar por mí y cuando alguien más lo hacía, sacaba sus garras para defenderse.

Siento un pequeño malestar en sus palabras. No sé qué decir y tampoco imagino a qué viene todo eso. —creo que sigue siendo igual...

—no!— exclama golpeando la encimera. Achina los ojos de manera acusadora y acorta la distancia entre nosotros. Me quedo cómo perrito regañado debajo de su mirada mientras aleteo las pestañas confusa. —tú la domaste. Supongo que tienes el don

Su comisura sube en un gesto divertido. No estoy segura si sigue hablando del gato... Pero tampoco intento averiguarlo.

***
Al caer la noche, nos hayamos viendo una película en su habitación. Ni siquiera podría explicar cómo fue que llegamos ahí. Pero ahí estaba. sentada en el borde de su cama, con las piernas juntas mientras jugaba con mis dedos. Jimin se había acomodado en el largo del colchón con sus manos debajo de la nuca. Parecía tranquilo comparado con las veces que entré en esa habitación. Cómo si mí presencia no le causara malestar. Eso debería ser punto a mí favor?

—vas a tragarte una mosca— comenta al verme bostezar.  — deberías dormir.

—estoy bien— miro el televisor intentando concentrar mí mente en la historia. Pero no puedo evitar seguir bostezando... Me odio por eso. Me quiero quedar con él, aunque no hablemos, aunque le esté dando la espalda, aunque muera de sueño o de incomodidad.

—porqué te resistes?— su mano se ahueca en mí muñeca y hala de ella en su dirección. —duerme, gata

Quedo recostada frente a él, no puedo evitar mirarlo aunque sé que ha notado que lo hago descaradamente. Ni siquiera entiendo porqué mí cabeza se llena de pensamientos sucios. No quiero pasar mis límites. Por más que me encantaría desnudarme nuevamente frente a sus ojos  y ver hasta dónde llegaría en esta ocasión, prefiero su cercanía. Saber que respiro el mismo aire —cómo me dijiste?

—gata— vuelve a pronunciar dejando salir una sonora carcajada.

Todavía me pregunto cuál es el motivo por el que no se ha animado a besarme. Me gustaría que lo hiciera, sin vueltas, de la manera más brutal. Hasta que me quite el aliento, el pulso!

Con sólo pensarlo mí respiración se corta y mí entrepierna arde...

—qué pasa?— su voz se suavizó y su expresión se convirtió en una llena de incomodidad. De seguro debo tener cara de estúpida.

Niego en respuesta y para apartar todo mal pensamiento de mí cabeza. Por un momento me veo tentada a provocarlo. Porque, usando la lógica, si funcionó una vez... Podría volver a funcionar. Pero me retracto, no encuentro la valentía que necesito por lo que decido darle la espalda para dormir.

Me sorprendo al darme cuenta que ha apagado el televisor y que su cuerpo cae con violencia sobre el mío. —será qué... Estás esperando que terminemos lo que empezamos hoy temprano?— intento moverme pero obviamente él es más fuerte. Sus manos ahuecan mis muñecas y las hunde sobre el colchón mientras que se abre paso entre mis piernas hasta lograr un fuerte encastre de su pelvis con la mía.
Me encanta esa sensación de poder que le doy. Cómo si pudiera destrozarme y yo ahí... Abriendo mis piernas gustosa para él. Entregándome sin limitaciones al placer que pueda darme. —tranquila gatita— susurra de manera sensual. Provocando que me derrita debajo suyo. —yo también quiero terminar con esto.

Enamorada Del Idiota (TERMINADA)Where stories live. Discover now