Enamorada Del Idiota (TERMINADA)

Personalidad que regresa

Desparramar mí cansado cuerpo sobre el colchón, jamás se me había hecho tan reconfortante. Mí mente me llevaba a lugares del pasado que intenté olvidar, pero la alegría que rebosaba en mí pecho y la confusión era tan grande, que apenas podía procesarla. Entonces comprendí; todo lo ocurrido, ya no me lastimaba. Ya no me importaba nada porque tenía a Jimin y el amor que sentía por él, sobrepasaba y curaba cualquier dolor.

—cariño, puedo pasar?— la voz ronca y pausada de mí padre me advierte que está preocupado.

Me siento sobre el mullido colchón y asiento con una leve sonrisa. 
Sus ojos me examinan con cautela, entonces comprendo que ya sabe las buenas nuevas. —bebé...

—estoy bien, no tienes que preocuparte— lo digo con sinceridad. Pero la duda se filtra en todas sus expresiones.

—me llamaron de la universidad. Dijeron que ayer no fuiste y que hoy faltaste a una clase. Y... Dijeron que agrediste una chica— suspira y prosigue. — sabés que te amo, pero necesito que me digas que es lo que está pasando contigo!

—oh...— contesto porque en verdad no sé qué decir. Trago duro e intento buscar una buena excusa para dar. —ayer me sentía mal, por eso me quedé en casa. Y hoy tuve un problema en la entrada. Caí y tuve que encerrarme en un baño para secar mí camiseta— no me gusta mentirle, pero qué puedo hacer? No puedo decirle que estuve follando con Jimin!

—y lo otro? Porqué golpeaste a una chica?

—yo no fui. Unas chicas la estaban molestando y quise ayudar...— lo veo levantar las cejas mientras cierra los ojos y sé que se esfuerza por creerme.

—quiero creerte __,

—tengo la conciencia limpia, esta vez no le voy a rogar a nadie para que me crea— lo dejo hablando solo y me encierro en el baño.

***

La cena fue silenciosa y aburrida. Por momentos extrañaba la típica plática interrogatoria, pero eso no sucedió. Mí padre se veía distante, ajeno a todo lo que ocurría en el comedor y no voy a mentir... Eso me hizo sentir cómo la mierda. Por suerte la tensión hizo que terminara rápido y pude huir a la seguridad de mis cuatro paredes.

Había perdido la noción de la hora cuando escuché el grito eufórico de Jimin dando aviso que había llegado. Sentí la emoción recorrer mí cuerpo, pero no me animé a salir. En mí lugar, fue mí padre quien lo recibió y temí por la información que mí progenitor pudiera darle. Me aterraba el sólo pensar en la posibilidad de que Jimin me viera cómo si fuera una loca, suicida, agresiva, mentirosa... En fin... Ya no podía hacer nada. Sólo me quedaba esperar a que se hiciera de día para saber qué tan jodida estaba.

Mí cuerpo se había relajado, el sueño amenazaba con atacarme cuando tengo la horrible sensación de que el colchón se hunde en uno de sus costados provocándome un extraño escalofrío en la espalda. —shss...— hago caso omiso al pedido de silencio y enciendo la lámpara que cuelga de mí cama, entonces descubro que Jimin se había colado sigilosamente a mí habitación... A mí cama... Exactamente debajo de mis cobijas.

—mierda! Quieres matarme del susto?— grito entre susurros, pero él parece divertido con la escena.

—ups, tenía que tocar la puerta?— hay una pizca de picardía en su voz. Me aterra el sólo pensar que su madre o mí padre podría descubrirlo, sé que no pasará ya que ambos una vez que se encierran, no salen de su habitación hasta la mañana. Pero... La posibilidad estaba allí. —cómo estás?

—bien, pensé que te quedarías a hacerme un interrogatorio— me recuesto a su lado quedando frente a él. Intento no llenarme de pensamientos indecorosos, pero todos mis esfuerzos se ven en la basura cuando su mano rodea mí cintura para acercarme a su cuerpo.

—tenía que trabajar.

—vamos! Vives buscando escusas para no ir a trabajar. Con todo lo que pasó hoy creí que te quedarías— me siento tonta por hacerle semejante reclamo.

—tenía que hablar con jiyoon— suelta tranquilo.

Trago duro para evitar bufar por lo bajo —oh...— es lo único que me sale de la boca.

—veráz... Con ella somos compañeros del instituto, trabajamos juntos y este año nos graduaremos al mismo tiempo. Jamás la he visto molestar a nadie, al contrario, siempre fue víctima de bullyng— suspiro y asiento. Siento la empatía con la que habla y no puedo evitar que los celos calen mis huesos. —vendrá mañana a pedirte una disculpa cómo es debido. Dijo que tenía miedo de las represalias y que por eso no se animó a decir la verdad— claro! Y la estúpida que quiso ayudarla que la parta un rayo! Menuda idiota...— dime algo, pensé que te alegraría.

—me alegra— contesto seca. no se me pasa desapercibido la emoción con la que habla.

—avisale a tu cara— asiento, ya no confío en mis palabras. —mira, ella no es una mala persona. Está muy dolida por lo que pasó y agradecida contigo.

—entiendo...

—la puta madre...— noto por la manera de revolear los ojos que está comenzando a frustrarse. —si sabía que te iba a valer una mierda, me hubiera ido de pinta en lugar de soportar la cara de culo de mí padre.

—porqué trabajas para tu padre si eso te molesta tanto?— en verdad quiero saber, pero sinceramente uso el cambio de tema para dejar de hablar de jiyoon.

—no tengo opción. Y no me cambies el tema. En verdad jiyoon está arrepentida

—ya! Puedes dejar de hablar de ella? Ya me quedó claro que es una hermosa persona, buena, incapaz de lastimar al prójimo, de bonitos sentimientos... Si tanto te gusta, porqué no te la llevaste de pinta en lugar de venir aquí. Después de todo, parece que prefieres hablar con ella antes de quedarte conmigo— cierro la boca, me arrepiento al instante que lo hago, pero ya es tarde.

—qué? Es encerio? En lugar de reclamar cosas estúpidas, deberías estar agradecida por haber hablado con ella y asegurarme de que arregle tus asuntos antes que la gente comente que eres una loca agresiva, capaz de lastimar a una chica sólo por celos.

"No wey, no dijiste eso"

"Lo dijo"

"Mierda!"

"Tranquila ___, no olvides respirar, él no sabe en donde se está metiendo. No sabe lo delicado y doloroso que suenan esas palabras"

—gracias, pero te suplico que la próxima vez te mantengas al margen de mis asuntos. No me metas cómo excusa para ligar con alguien.

—crees que necesito una excusa para ligarme a alguien? Estúpida...— mí garganta y mis ojos pican, sé lo que significa, conozco esa horrible sensación. Voy a llorar frente a él y la sola idea me revuelve el estómago.

—lo hiciste conmigo, no me parecería extraño— agradezco que mí voz no haya sonado quebrada. Pero no estoy segura cuanto más podré contenerme.

—eso es porqué contigo es diferente— su voz se suaviza pero no me tranquiliza, siento la ironía en sus palabras lo que me pone más incómoda. —a caso viste a esa chica de cerca? Tengo motivos de sobra para acercarme.

—calla— no quiero seguir escuchándolo. Se siente cómo si me estuviera clavando un puñal en medio de la tráquea.

—no querías saber?

—largate de mí habitación o gritaré— ya es tarde. No puedo evitar sonar aterrada.

—la puta madre...— susurra entre dientes mientras arrastra su cabello hacia atrás. —esto me pasa por meterme con una niña— masculla antes de irse.

No es hasta que escucho la puerta cerrarce que me volteo y me permito llorar.

Ya sabía yo... El chico dulce no iba a durar mucho y la verdadera personalidad de Jimin volvía para recordarme que mí felicidad tenía fecha de vencimiento.