Primera pelea

7.2K 545 90
                                    

El primer mes pasó demasiado rápido. Jimin se ha mostrado cariñoso conmigo. Quizá, exageradamente cariñoso...
No ha dejado de acosarme en todos los rincones de la casa. incluso, estando nuestros padres. Obviamente no lo hacía a la vista, pero no perdía oportunidad para tocarme o besarme.

Mí vida iba cambiando a pasos agigantados. Tan rápido que apenas podía asimilarlo.

En la universidad, seguía estando sola. Pero todos los días almorzaba con Jimin y sus amigos a los cuales comencé a cogerles aprecio. En especial, a jiyoon y a Nicha (la novia de Namjoon) con ellas pasábamos mucho tiempo juntas.

Por primera vez en la vida me sentía una chica normal. Socializaba con mucha gente, tenía un trabajo que me gustaba y una estabilidad emocional que no conocía. Quizá sea por eso que no veía más allá de mis narices. hasta el día de hoy.  ¿Porqué lo digo?
Simple... Porque mí vida cambió y la de Jimin era exactamente la misma.

Si bien él era atento y cuidaba de mí. Seguía con sus escapadas nocturnas. Ahora no había día que faltara al trabajo (lo cual es realmente sorprendente) lo único positivo era que ya no tenía esos arranques de agresividad repentinos. Se veía mucho más calmado y alegre.

Pero ahora, me encuentro aquí... Sola en el departamento, festejando conmigo misma nuestro primer mes de noviazgo. No puedo evitar sentir la ansiedad recorrer mí cuerpo, la inseguridad, la desconfianza...
Sé que tengo miles  de motivos para creer que me engaña. pero hasta ahora no había querido pensar demasiado. Lo cierto es que me he convertido en una conformista que acepta cada uno de sus desplantes a cambio de un poco de cariño.

Patética...

Otro sábado en la noche en el cuál me encuentro encerrada, mientras que él, sepa dios en dónde... lo triste, es que tardé un mes en asimilarlo y darme cuenta que esto no era lo que quería.

Lo cierto es que no me siento con derecho a reclamarle. Lo sé! Soy su novia y derecho me sobra. Pero no quiero ser la típica loca, celosa, posesiva que busca excusas para pelear con su pareja. No, cuando él es tan lindo conmigo. Pero no puedo evitar sentirme mal por esto. No puedo evitar enojarme y recriminarme a mí misma por todo. No debería, sé que no tengo la culpa. Pero a veces pienso que quizá, si fuera un poco más "mujer" él me preferiría a mí en lugar de sus amigos.

***
6:30 domingo

Mí despertador me da aviso que ya amaneció. Creo que habré dormido dos horas, pero eso no me impide levantarme.

"Buenos días, cariño"

Leo el mensaje matutino de jiyoon, lo cual se ha hecho una costumbre de todos los días.

"Buenos días!"

Contesto antes de encerrarme en el baño para empezar mí rutina.

Una vez que ya estoy bañada y cambiada. Me dirijo a la cocina a preparar algo rápido para desayunar. No me pasa desapercibido la silueta de Jimin desparramada en el sillón. Pero no me detengo. Todavía estoy algo desilusionada por su plantada monumental de anoche.

Preparo mí tazón de yogurt con cereales y me siento en la butaca de la cocina a engullir en contra del reloj. Tengo que correr si quiero alcanzar un autobús a estas horas. —disculpe, ha visto a mí novia por aquí?— pregunta el pelirosa cuando entra a la cocina. No respondo, lleno mí boca con la última cucharada de cereal para evitar hablar. —dormiste bien?— ronronea en mí oído. Sus manos se cruzan en mí estómago mientras que su cabeza descansa en mí hombro. Asiento y me levanto para dirigirme al fregadero a lavar el tazón. Lo hago, con el cuerpo de Jimin pegado a mí espalda cual polizón adormilado. —te pasa algo?— creo que escuché mí corazón romperse por su pregunta de más. O quizá era el sonido de mis dientes chocar con furia. —gata... Sé que no estás comiendo.

Comienza con su manipulación, la cual le sale cada vez más espontánea. Besa mí mejilla y cuello, mientras que sus manos buscan mis pechos por debajo de mí camisa. Su ternura me doblega de una manera que hasta me da pena de mí misma. No puedo ser tan estúpida! —no dormí nada, te esperé hasta tarde— confieso

—mmm...— jadea devorando el lóbulo de mí oreja. —los chicos insistieron con ir por unos tragos después del trabajo. Sabés que me cuesta negarme, eso me relaja luego de un día agitado— me voltea con violencia y se inclina para tomarme de los muslos. Su aliento a alcohol me golpea haciéndome arrugar la nariz con un asco que hasta a mí me sorprende. Pero no digo nada y me aferro de sus brazos para no caer.

—se nota que has bebido— digo seca acomodando el trasero sobre la encimera. —tengo que irme, no quiero llegar tarde— advierto cuando sus manos acarician mis muslos y sus besos vuelven a mí cuello.

—y si... ¿no quiero?— susurra contra mis labios lo que me provoca un escalofrío. —podemos dormir todo el día abrazados— presiona de mis muslos por encima de la ropa mientras su lengua repasa la comisura de mis labios temblorosos.

—hoy no— contesto con firmeza. Él sonríe apretando mí labio inferior con su boca. Sabe que me cuesta negarme, es consciente del efecto hipnótico que tienen sus besos. —es el cumpleaños de un compañero de trabajo y quedamos en cenar todos juntos.

Su expresión se endurece, sus ojos ruedan y su agarre se convierte en uno posesivo y doloroso. Chillo al sentir sus dedos clavados sobre la tela fina de mí pantalón, pero no cede. Al contrario. —qué? Y cuándo pensabas decirme?

—anoche. Cuándo me dormí esperándote, creyendo que recordarías nuestro primer mes de noviazgo— sentencio ocultando un gesto de dolor.

—no vas a ir a ningún lado— asegura suavizando su agarre. —hoy dormirás todo el día en mí cama— su tono es una clara advertencia. No me intimida. En otra ocasión habría aceptado. Pero su cinismo y su falta de comprensión me hacen enfurecer.

—no eres mí padre— remarco de manera tranquila mientras busco bajar de la encimera.

No impide que me baje. Al contrario, se aleja un paso para darme espacio. —soy tu novio. Al menos dime a dónde irán.

—si? Entonces me dirás a dónde estabas hasta hace un rato? O el viernes? O la semana pasada!?— no puedo evitar elevar el tono. Es la primera vez que Jimin me ve tan enojada o haciéndole una escena por sus salidas.

Masajea su cuello buscando controlar la ira que le provoca mí reproche. Me arrepiento de haberlo mencionado pero siento que esto no funciona si él no acepta su parte de culpa. —todo esto sólo porqué olvidé una fecha de mierda?— la indignación tiñe su rostro. Pero eso sólo aumenta mí malestar. ¿Fecha de mierda?

—eso sólo demuestra lo poco que te importo— un nudo se aloja en mí garganta impidiendo que continúe hablando. Trago duro para intentar aflojarlo pero no funciona.

Tengo que irme, tengo que salir de ahí o terminaré arruinando más las cosas. Él no cederá, no admitirá que está equivocado y yo me niego a dejarle pasar sus palabras.

Enamorada Del Idiota (TERMINADA)Where stories live. Discover now