Enamorada Del Idiota (TERMINADA)

Maratón (1/5)

Me quedo parada unos minutos sobre el marco de la puerta. Estoy esperando que grite, que diga algo para dejar que esto sea incómodo. Pero eso no pasa. El lunático está sentado en el borde de la cama con mi laptop en las manos sacando los restos pegajosos de la bebida que su novia derramó. —Yoko es una estúpida— suelto sin pensar y esboza una sonrisa. Pero no veo astibo de burla o ironía, es una sonrisa verdadera lo que es muy extraño viniendo de él. —qué mierda es eso!?— pregunto señalando su rostro. Sus ojos se abren con sorpresa y mira detrás de su hombro cómo buscando algo perdido.

—qué?

—estás... Sonriendo?— mi tono burlón lo toma desprevenido y arruga la nariz en reproche. —vaya... Eres lindo cuando sonríes, hasta pareces humano— agrego con el mismo tono.

—ja ja— suelta de manera arrastrada, con ese sarcasmo muy de él. —y tú eres más linda cuando tienes la boca cerrada.

—lo sé. Soy adorable— digo y me animo a entrar. Una parte de mí todavía se siente intimidada por ese chico grosero. Pero otra, se siente muy intrigada. Si bien es pedante y malhumorado, hace cosas cómo estas que me hacen ver una parte gentil de él. —estabas estudiando?

—estaba, si. Hasta que me sacaste de mí zona de confort— cierra la tapa con fuerza y me sobresalto. Sus ojos esmeralda me observan detenidamente y por un momento me siento desnuda. No! No es lo que parece, no me gusta... Si, admito que es muy lindo, pero todavía "y en mí estado embarazoso" no puedo mirar o otro hombre con ojos románticos, sólo pensar en eso me sabe extraño. —contéstame algo— asiento y me hace señas para que me acomode a su lado. Dudo unos segundos pero termino accediendo. —Sei ancora incinta?— entre cierro los ojos intentando comprender a qué mierda se refiere. Pero pone los ojos en blanco y suspira para volver a preguntar. —sigues embarazada?— asiento, pero esta vez bajo la mirada a mis pies. Lo oigo murmurar algo incomprendible y antes de que pudiera si quiera pensar en lo que dijo, sus manos me sujetan de los hombros y me recuesta en la cama.

—estás loco!?— grito y pataleo, pero no logro reincorporar mí cuerpo. Presiona de mí pecho con una mano evitando que pueda levantarme y con la otra, levanta la musculosa dejando mi vientre expuesto. —sueltame!— exijo con un tono aterrado.

—shsss... Sólo quiero tocar— dice cómo si tocar a otra persona "en su mundo" fuera lo más normal. —oh, no! — exclama al ver mí cara de espanto. —hablo del bebé— dice y apoya su palma en mi vientre. —desilusionada?

—ya quisieras— pongo los ojos en blanco y dejo que sus dedos se hundan cuidadosamente debajo de mí ombligo.

—tenías todo planeado. Una carrera brillante por delante, en qué estabas pensando al continuar con el embarazo?

—no dejaré mi carrera— aseguro y al sentir  que me relajo, se acomoda para tocar con ambas manos. Siento cómo una pelota es removida dentro de mí con sus dedos y me alarmo, al mismo tiempo quiero llorar. Todavía no es visible la panza pero por lo visto, si lo es dentro de mí y creo que por primera vez comprendo lo real de mi situación. —increíble— suelto en casi un susurro. Su índice y su pulgar presionan la pequeña bolsita de carne y la mueve cuidadosamente haciéndome sentir un nudo en la garganta.

—si... Ahí está, tócalo— manda y lo hago. Ahí  está... una pequeña bolita creciendo dentro de mí. La sensación es hermosa, pero me detengo y siento un pequeño vacío en el pecho. Pero por otro lado, me lleno de una ilusión que no conocía. Un sentimiento hermoso, cálido y al mismo tiempo abrumador. —porqué decidiste seguir con esto? Estás sola, el padre no da señales de vida y no estás en la mejor condición de mantener un niño.

—ese será mí problema— su comentario me ofende. Aunque sé que tiene razón, no hay necesidad de ser tan directo cuando mi embarazo es tan avanzado.