Bestia domada🔞

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No sé cuánto tiempo habrá pasado. Pero se siente cómo si hubiera dormido más de lo que me gustaría admitir.

Por un momento, mientras todavía estoy inconciente, me siento triste. Quiero llorar pero luego siento una brisa delicada que me recorre el rostro y por alguna razón, me llena de paz.
Mis ojos y nariz son rodeados cómo marcando sus límites y me tranquiliza. Después, se detiene y otra vez me siento con un dolor en el pecho que me ahoga. No es hasta que vuelve a suceder que me doy cuenta de lo ocurre.
Alguien me está tocando!

Su tacto es delicado, sólo remarca mis facciones lo que lo hace un gesto sumamente tierno, segundos después un pulgar dibuja las líneas de mis labios y es en ese momento que decido abrir los ojos.

La confusión me golpea al descubrir que se trata de Jimin. Quiero hablar, quiero gritar, abrazarlo y a la vez salir corriendo.
Sus ojos castaños se abren con efusión al comprender que ha sido descubierto y las tonalidades de sus iris suben unos cuantos tonos. Su expresión me recuerda a la de un cachorro en problemas. Asustado, indefenso pero a la defensiva, preparado para atacar si la situación lo requiere.
Lo veo aletear las pestañas, abre su boca para decir algo pero se arrepiente y la vuelve a cerrar. Entonces, la realidad me despierta. Estoy desnuda! Tengo una toalla que me cubre el cuerpo pero de igual manera estoy desnuda!!

Entonces, un click suena en mí cabeza y la comprensión llega a mí sistema. Estuve con él, tuve sexo con Park Jimin y fue asombroso!

Pero, no sé porqué razón, cuando todo acabó me alejé de él. Me recosté a un lado de la cama y me obligué a dormir... Qué me pasó? —qué... Hora es?— intento ocultar la vergüenza, pero sé que sueno aterrada.

—pasadas las doce del mediodía— él suena tranquilo, pero no sé qué pensar. No sé qué me pasa con Jimin en este momento, es cómo si hubiese usado todas mis energías por acercarlo y ahora que lo tenía ahí, en donde quería, no sabia cómo manejarlo, cómo actuar...

Estúpida!

Sin decir nada, tomo mí ropa que se encuentra en los pies de la cama y decido que debo examinarla antes de vestirme. por otro lado, me siento entusiasmada y a la vez aterrada... No puedo dejar de pensar en lo que pasará de ahora en adelante. No sé que decirle o que pensar de todo esto...

Reviso mí ropa interior y descubro que está desgarrada, el broche de mí brassier ya no existe y mí camisa se ha quedado sin botones. Insulto por lo bajo cuando recuerdo que fue el mismo Jimin el culpable de semejante atrocidad.
Opto por ponerme mis jeans gastados que es lo único decente que ha quedado y luego de tirar mis pequeñas prendas, me coloco la camisa aunque no pueda prenderla.

Mí cabello es un asco. La goma que lo sostenía ya no está y sé que debo lucir espantosa...

Me siento tonta, a la vez curiosa, necesito saber en qué condiciones se encuentra mí magullado cuerpo.

Me dejo caer en la cama para mirarme en  el espejo que cuelga en el techo y abro mí camisa moviendo la cabeza de un lado a otro. grito internamente al descubrir una serie de cardenales que cubren casi la totalidad de mí cuello y pecho mientras que mí acompañante parece tener un ataque de risa. Cómo se supone que salga así?

Por más que intente ocultarlo, su risa se hace notoria aumentando mí vergüenza. Niega cómo si yo estuviese exagerando y se levanta de la cama. 

—cómo carajos se supone que saldré así?— susurro detrás de él con la vergüenza impresa en mis cuerdas vocales.

Su rostro es todo diversión ahora. No entiendo si le causa gracia mí situación o que haya sido él mismo quien provocó mí malestar.
Hago un puño con mis manos en el lugar en donde se suponía que debían estar los botones de mí camisa y con frustración los uno intentando ocultar mí cuerpo marcado. Por momentos siento que hablará, pero continúa caminado a un rincón de la habitación, en donde puedo divisar una pequeña mesa y dos sillas simples. a un costado, una más grande que creo que sirve para sentarse de a dos. Jimin se para junto a la mesa y señala con los ojos una bolsa de cartón que emana un olor grasoso y delicioso... —siéntate, vamos a comer algo—lo pide sereno, pero la duda me carcome. Dónde debería sentarme? No sé cómo quedamos, no sé si él pretende hacer cómo si nada ha pasado o si tiene intenciones de continuar... —vamos __,! No voy a morderte— aclara con cierta picardía.

Enamorada Del Idiota (TERMINADA)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora