Enamorada Del Idiota (TERMINADA)

Ella-

Despierto con el matorral rosa sobre mí ombligo. La imagen enternece y me saca uno que otro suspiro. Todavía no me acostumbro a que Jimin está conmigo y espero no hacerlo nunca. Quiero sentir esas mariposas cada vez lo vea despertar junto a mí, quiero enamorarme todos los días un poco más.

Mis piernas duelen por la posición, mí estómago pica a causa de sus cabellos pegados por la transpiración, pero no me animo a moverme. Corro los mechones que caen en sus ojos, esperando que mí tacto lo despierte lentamente.

—buenos días— susurro cuando comienza a parpadear.

—cinco minutos más— bosteza acomodándose junto a mí.

Le daría todo el día si quisiera, pero el reloj de pared ya marca las seis y media. Lo que quiere decir que tendremos compañía en cualquier momento. —se te hará tarde, dormilón.

—tarde para qué?— apoya sus manos en mis pechos para posar su mentón. Alza las cejas divertido, cómo si estuviera olvidando algo y me confundo. Es miércoles, estoy segura.

—es...

—feriado— termina mí oración. —apagué mí despertador por eso— se estira para darme un beso y vuelve a recostarse en mí pecho.

Cómo es posible que lo pasara por alto? —tienes planes?

—tengo el día libre. Hasta la hora de ir a trabajar. Así que me quedaré en cama— asegura —nos! Quedaremos en cama— corrige.

—me gusta la idea— comienzo a hacer planes en mí cabeza. Quiero aprovechar todo el tiempo que pueda junto a él. No sé cuando vuelva a tener una oportunidad así. —pero quiero bañarme.

—por dios, gata. Ni en feriado quieres quedarte en cama?— balbucea quejumbroso.

—tengo calor. Dejamos la calefacción encendida— acaricio sus cabellos dejando que sus manos se crucen en mí espalda. Me mira adormilado y asiente de mala gana. —pero si quieres, puedo esperar a que nuestros padres se vayan y nos damos un baño juntos.

—mmm...— jadea arqueando las cejas.  —interesante... Me dejarías enjabonar tu espalda?— sus ojitos brillan con la sola idea. Asiento y de un brinco queda de pié. —entonces, vamos a hacer el desayuno para no perder tiempo.

***
Lo sigo por el comedor hasta llegar a la puerta de la cocina, pero no entra. Queda congelado sin decir nada. —jimin— lo llamo, pero no contesta. Cierra los ojos y arruga la nariz de manera exagerada. Por un momento creo que algo se murió y el olor nauseabundo invadió su sistema. Pero abre la boca y comprendo que se olvidó de algo. —me vas a decir lo que te pasa?

—no podemos— dice serio. No está jugando, suelta el aire contenido con fuerza. Desilusionado, hasta podría decir que enojado.

—tienes que irte?

—no— ladea la cabeza y se atreve a mirarme. —tu hermana llegó anoche.

Y se me revuelve el estómago...

—qué lástima...— intento simular el malhumor que me provoca las nuevas noticias. —creo que, ya perdimos la poca intimidad que teníamos— asiente dándome la razón. Pero me rehuso a dejar que esto me moleste. —oye...— me abraza por la espalda cómo de costumbre y comienza a caminar detrás de mí hacia la cocina. —podríamos... Bueno, es una locura, pero podría funcionar— digo tomando la cafetera.

—qué estás pensado?

—podríamos... Alquilar algo juntos. En una zona intermedia. Viajaríamos más, en especial tú. Pero tendríamos más tiempo para nosotros— Ladea la cabeza, no lo veo molesto con la idea. Pero si noto que le incomoda. —es sólo una idea. No tienes que decidirlo ahora— aclaro, pero ya no estoy tan segura del plan.