La verdad

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Lunes 6:30

Suspiro viendo mí reflejo en espejo del baño. Aliso mí camisa de mangas cortas que hacen juego con la falda de tubo color negra y una pequeña corbata anudada que me da un aire de secretaria sexi que hasta a mí me sorprende.

He logrado disimular las ojeras con maquillaje y decidí dejarme el pelo suelto el cual planché... Pero no me siento completa. Me falta algo.

Tomo una tijera y con mucho cuidado me corto el flequillo a la altura de los ojos y... Voila! Ahora sí, la imagen del espejo no es la misma. Cómo si hubiera encadenado a mí versión miedosa y patética muy dentro de mi ser.

***

El cotilleo de la sala me da aviso de que todos llegaron. Respiro hondo y salgo de mí escondite para terminar con esto de una vez.

Jimin está sentado en el sillón individual, soyeon "no me sorprende" sentada sobre el apoyabrazos. Mí madre, su esposo, mí padre y Sandara, en el sillón familiar, ese en el cuál con el pelirosa no hemos cansado de darnos demostraciones de afecto. Quizá, lo único que extrañaré de este lugar.

Cruzo sin saludar y tomo asiento en el segundo sillón individual, que justamente se encuentra enfrente de la parejita más joven separado de la mesita de centro.

—ya estamos todos, quien comienza?— pregunta mí hermana, la cual agradezco que no haya tenido tiempo para lavarse la cara. Estar más presentable que ella me brinda seguridad.

—antes que nada. Quería contarles que me iré a vivir a una residencia cerca de la universidad. Pagaré un cuarto, tengo que compartir baño y cocina, pero el costo lo vale— creo que nadie se esperaba mi confesión. Mi madre masajea su cráneo con efusión y mi padre abre y cierra la boca sin saber que decir al respecto.

—no me parece buena idea. Te vendrás conmigo— sentencia mi madre. Es una orden y todos pueden sentirlo. —con tu padre llevamos tres años! Depositando dinero en tu cuenta para tus estudios, me sorprende que ahora te veas obligada a acortar gastos. Me desilusionas...

—con ese dinero me hubiera alcanzado para pagar la universidad, un departamento, incluso un auto. Pero perdí los primeros dos años. Ese dinero me lo gasté en soyeon— mi madre aletea las pestañas. Suspira de manera exagerada y sigue.

—lo sabía! Nunca trabajaste y aún así usabas ropa de diseñador— mira a la teñida y niega. Ahora luce incómoda.

—nunca le pedí nada. Pero no vinimos a hablar de eso— se defiende refiriendose a mi madre.

—eso era para sus estudios, soyeon!— ahora es mi padre quien grita. —a ti también te depositamos la misma cantidad cuando ingresaste a la preparatoria, pero cómo tú no quisiste seguir una carrera, no nos vimos en la obligación de seguir dándote ese beneficio— la rubia suspira enojada. Sus ojos se ponen blancos ante el reproche y yo cuentos los minutos esperando que explote.

—lamento no ser ella. Lamento no ser la hija perfecta, de buenos modales y perfectas calificaciones!— cierra su boca cuando se da cuenta que está hablando de más. Ya está empezando a dejar en evidencia el problema que tiene conmigo. —pero ese tema ya no es importante. Lo otro es más urgente.

—si... Tienes razón— suspira y frota sus manos en un acto nervioso.  —Los cuatro— dice señalando el sillón de los mayores —nos hemos juntado para buscar una solución razonable y madura ante un problema que tenemos en común— mí padre habla con mucha tranquilidad, sé que se está conteniendo para no llorar y lo agradezco. Quiero que todo se de paso a paso. —es difícil para un padre tener que admitir cuando un hijo necesita ayuda psicológica. En especial, cuando no quiere colaborar o se rehúsa a aceptar que tiene un problema— examino mis uñas y miro a la parejita de enfrente. Mí hermana asiente con una fingida pena, Jimin me observa un momento y baja la mirada a sus pies. —estamos dispuestos a darlo todo para ayudarla a salir a delante.

Enamorada Del Idiota (TERMINADA)Onde histórias criam vida. Descubra agora