Enamorada Del Idiota (TERMINADA)

Confusión

Holis:-* primero, muchas gracias por el apoyo y esos mensajes/comentarios tan hermosos! De verdad, no hay palabras que equivalen a la alegría que ustedes me dan con sólo algunos renglones. Recuerden que son mí inspiración y que de ustedes depende que continúe con esta historia.
quizá me odiarán por lo que voy a hacer, Pero prometo que más tardar el sábado, publicaré varios capítulos juntos. Ahora, los dejaré pensading...

***

—no jodas. A caso me ves cara de niñero? Esta chica es un problema y tenerla aquí sólo nos dará dolores de culo!— la cabeza me pesa impidiendo que la gire para poder divisar mí entorno. Escucho gritos lo cuál es frustrante porque, aunque no pueda unirme, sé que hablan de mí.

—por favor, Sangoy! Está sola. No podemos dejarla a su suerte en su estado...

—sólo está anémica! Es otra chica más que no come por buscar la perfección! Es su culpa y no somos sus padres!

—no es sólo eso. Está embarazada! A caso no tienes corazón!?— mis párpados pesan pero lucho por abrirlos. Los gritos retumban en mí cabeza y no puedo procesarlas por el dolor.

—questa è una cazzata!— al fin, puedo reconocer esa voz y ese acento extraño. Es el lunático, ahora sé que tiene un nombre "Sangoy" cómo lo nombró la mujer que discute con él. Y una vez más, compruebo que no le agrado.

—cállate, imbécil!

—por... Favor... Me duele— llego a decir y el lugar se viste de silencio.

—ok, nasty. Será tu problema a partir de ahora— escucho que escupe el chico malhumorado y el portazo me avisa que se marcha.

Minutos después. Puedo familiarizarme con el lugar. Es la habitación que estoy pagando. ¿Cómo llegué aquí? ¿Dónde está Jimin?

La mujer es una colorada con pecas... Eso significa que el color de su cabello es natural. No puedo dejar de pensar en lo exótico de su belleza y en esos ojos azules tan grandes que resaltan sus lindas facciones.

Oh... No... Otra vez estoy desviando la atención en cosas sin sentido para no afrontar la realidad.

—estoy embarazada!?— afirmo y pregunto al mismo tiempo. La chica ladea la cabeza y muerde sus labios al comprender que acabo de enterarme.

—pensé que ya lo sabías— dice y mira la ventana. Por instinto, hago lo mismo y me asombro al notar que el sol está en lo alto.

—cuánto dormí?

—dieciséis horas— lo dice cómo si no importara. Jamás he dormido más de ocho. Ni cuando era pequeña.

—había un chico conmigo...— vuelvo a afirmar y a preguntar al mismo tiempo. No me gusta su expresión y sé que lo que salga de su boca no me gustará.

—él... Bueno. Anoche, sangoy te sacó sangre para hacerte unos análisis de manera urgente. Él chico estuvo aquí, contigo toda la noche hasta que el médico vino con los resultados... Él... Bueno...— titubea y me desespero. La ansiedad me obliga a levantarme para encararla.

—dónde está ahora?

—se fue cuando el doctor dijo lo de tu embarazo— suelta sin más y juraría que el crujir de mí corazón se escuchó en toda la casa.

Jimin no sería capaz de hacerme algo así. Tiene que haber algo más, algo que no estoy recordando... Quizá, vuelva. Quizá, sólo necesitaba pensar.

***
Miércoles

Al fin pude ir por mí exámen. No hay sorpresas... El lunes podré comenzar sin problemas.

Jimin, no ha llamado y eso me molesta. Y si... Me veo tentada todo el tiempo a hacerlo yo, pero la cobardía me gana. Por algo no se quedó, por algo no volvió a llamarme.
Quizá, su desconfianza le ha hecho creer que no es suyo. Según el doctor, estoy entrando a las ocho semanas y que hasta altura ya debería saberlo. Cómo saberlo? Nunca tuve si quiera un síntoma.
Si mis cálculos no me fallan, quedé embarazada la primera vez que lo hice con Jimin... Y tiene sentido porque esa fue la única vez que no nos cuidamos. Y si, admito que al día siguiente él mismo me dió la píldora de emergencia... Pero, no la tomé.

¿Porqué no hice!?

Oh, si... Jackson había ido por mí y lo olvidé.

Pero, tuve mí periodo! Eso lo recuerdo porque el dolor había sido muy intenso. Demasiado intenso...

De todas formas, me pregunto que fue lo que pasó con Jimin... Si él supo lo del embarazo, ¿Porqué no se quedó a hablar conmigo? ¿Porqué huyó?

Llego a la casa y para mí mala suerte hay gente correteando por todos lados. A mí parecer, es una guardería llena de infantes a una casa compartida con universitarios. Nada de lo que estuviera acostumbrada, pero tampoco me molestaba demasiado. —te lo advierto William!! Tocas mi comida una vez más y te castraré!— la colorada grita saliendo de la cocina y un rubio con acento británico la sigue riendo a carcajadas.

—deberías comprar una nevera nueva, Nasty! O al menos ponle una etiqueta!

—le pondré veneno para ratas a todo a partir de ahora!— dice y se gira con las venas de su frente inflamadas. Incluso enojada es adorable. —___! Cómo te fue?— pregunta en forma de bienvenida.

—estás viendo a tu nueva compañera— digo y corre a abrazarme. Me siento extraña al sentir su afecto cuando sólo llevamos algunas horas de conocernos. Pero lo prefiero así, ambas compartimos el amor por nuestra carrera y eso es motivo de sobra de para sentirme a gusto con ella. —oye... Necesito hablar con Tiziano. Sabés si está en la casa? O a qué hora vuelve?

Me mira con el ceño fruncido. Por un momento siento que no lo conoce, pero eso es imposible. Me dijo que vive hace tres meses aquí, tuvo que haberselo cruzado en algún momento. —ella habla de Sangoy— dice el rubio con una sonrisa y me extiende la mano. —bievenida, soy William. Lo más decente que encontrarás en esta casa— le extiendo la mano la cuál estrecha fuerte con un movimiento que me hace temblar el cuerpo. —puedes decirme Willy.

—no es temprano para que comiences con el coqueteo?— dice una voz detrás de mí. Sé de quién se trata. Pero la vergüenza que siento al saber su nombre, es grande. —más de treinta mil alumnos. Y tenías que ser tú— escupe y sé que dirige a mí. —buenos días, princesa— dice y cruza frente a nosotros para perderse por la cocina.

Mierda...

Creo que mejor le haré caso al consejo de Mark y evitaré molestar a este chico.