Enamorada Del Idiota (TERMINADA)

Nuestro

Holis!! Perdón la demora😭 pero no estaba pasando un buen momento y no encontraba las ganas para escribir. Pero gracias a ustedes, aquí estoy de regreso. En verdad, si estoy lista es gracias a su apoyo 💕 y prometo volver antes que termine la semana.

Había aceptado. Aunque no estaba segura del todo.

Sé a lo que vamos y me siento una estúpida por sentir esas mariposas revolotear cómo si fuera plena primavera en mí estómago. —fue lindo lo que dijiste allá— le digo aprovechando que se detiene en un semáforo.

—yo no le veo lo bonito, pero no soy quien para juzgar.

—me refiero a lo de "rendirte conmigo"— hago comillas en el aire y su rostro palidece unos tonos.

—oh... Eso— suspira de manera pesada con los ojos clavados al volante. Cómo si siquiera retractarse o acotar algo más.

—es bueno saber que siempre pensabas en mí. Me hace sentir menos patética. Aunque pensándolo bien... También me siento un poco defraudada— Frunce el ceño pero no dice nada.  —es gracioso que te esté juzgando por tu silencio, cuando a mí me pasaba lo mismo.

—mh?— me mira de reojo con el ceño ligeramente fruncido. absorbiendo mis palabras. Cómo si le hicieran gracia, al mismo tiempo con algo de confusión. 

—bueno, no. Yo no guardaba silencio, me agarraban esos ataques de valentía que tanto odiabas. Pero el motivo, era el mismo.

—de qué hablas?— suelta una carcajada y lo golpeo suavemente en el brazo.

Definitivamente, no estamos pensando en lo mismo.

—Hablo del miedo, Jimin! Yo vivía con miedo a lo que pudiera salir de tu boca, a tu rechazo constante! A tus palabras hirientes!— sus ojos se abren con exageración y su boca forma una enorme "o" y eso me dice, que al fin comprendió. —creo que las cosas serían muy diferentes si te hubieras sincerado desde el principio. Digo... Aceptar tus sentimientos, en lugar de jugar al gato y al ratón.

—quizá, eso lo aprendí de ti— murmura entre dientes, pero lo llego a oír. —no creo que te guste mí sinceridad.

—yo jamás me hubiera atrevido a hacerte daño. Admito que ahora sí, tengo ganas de verte revolcar en tu propia miseria, pero eso te lo has ganado a pulmón.

Lleva una mano al pecho, simulando que le duele lo que le acabo de decir, pero su sonrisa se ensancha demostrando que le ha divertido. —si,  lo hiciste muchas veces, aunque no consciente. A demás, quien dijo que te dejaré tomar venganza?

Estoy por contestar, pero quedo anonadada al notar que nos hemos alejado de los edificios, del tráfico y del bullicio típico de la ciudad. —a dónde estamos llendo?— pregunto confundida. Se hunde de hombros pero no contesta, sus ojos siguen fijos en el camino menos transitado.

Puedo ver algunos niños jugar en un pequeño parque cerrado con una pelota. Otros en patines sobre la acera y mis ojos se empañan con la escena. Esto es muy parecido al lugar en donde crecí. Tranquilo, familiar, limpio y sin tantos negocios que le quitan la belleza de las calles. —aquí es— comenta estacionando el auto.

—tiene que ser una broma!— exclamo con la mandíbula desencajada.

—tienes que verlo por dentro antes de juzgar— dice invitándome a bajar.

La casa está rodeada por muros, pero es la típica vivienda con parque enfrente. Puedo predecirlo incluso antes de entrar. 
Se apura en abrir la pequeña reja con mí mochila a cuestas, una vez que lo logra, me cede el paso para que sea yo quien dé el primer vistazo. —jimin... Cómo? Ahs!— no salgo de mí asombro. No es una mansión, tampoco una casa enorme de varios pisos. Pero es una casa! Y tiene jardín! Hace años que no entraba en una.