fiesta

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Luego de comprar unos zapatos que combinaran con el vestido. Fuimos a casa de jiyoon por sus cosas. Ella se ofreció en hablar con mi padre para que me diera permiso lo que agradecí enormemente ya que si esperaba que Jimin volviera de trabajar, me quedaría dormida.

Mí padre aceptó al acto. Creo que se emocionó al verme con una amiga por lo que no pudo negarse. Ambas nos bañamos en casa y ella no dejaba de hacerme cumplidos respecto a mí perfecto cutis, piel suave, culo respingado, cabello largo, entre otras virtudes que jamás en la vida había notado. Viniendo de ella era muy halagador. No es cómo si no tuviese sentido común, pero creía que mí encanto venía por otro lado y no por el físico. Saber que ella pensaba así me alegró y me sorprendió.

Jiyoon se había tomado todo el tiempo del mundo para secar, planchar mí cabello y maquillarme. Obviamente le rogué que fuera algo sutil ya que no acostumbro a hacer esas cosas. Decía que le encantaba la manera en la que mí cabello caía sobre mis pequeños hombros. Después admitió tener un poco de celos ya que a ella le cuesta mucho mantenerlo y ahora debía acostumbrarse a usarlo por los hombros. —que mierda dices? Aunque te raparas el cráneo quedarías fabulosa.

—no... Es muy triste. Esas chicas sabían lo mucho que me gustaba mí cabello. Podría parecer poca cosa, pero lo hicieron con toda la intención de lastimarme— comenzó a aletear las pestañas. Supe que en verdad le dolía.

—se que es difícil. Pero aún así, no dejas de ser una chica hermosa.

Me intrigaba saber cuál era la causa de su actitud retraída. O sea, esa chica no era igual a las demás. De apariencia parecía la típica popular que se lleva el mundo por delante. Arrogante, frívola. Pero bastaba con pasar un rato con ella para darte cuenta que era todo lo contrario. Cómo si no supiera lo hermosa que es. Pero no me animaba a preguntar sus razones, quizá en algún momento cuando me tuviera más confianza, sería ella misma quien decida hablar de esos temas.

***

Luego de recibir varios halagos de mí padre por mí nuevo look, el taxi nos esperaba en la puerta. No voy a mentir... Estaba aterrada cómo la mierda! Sentía que mí corazón se me iba a salir por la garganta y el sudor frío de mis manos me provocaban escalofríos en todo el cuerpo. —por lo visto, es mí turno de enseñarte algunas cosas— me empuja del hombro haciéndome salir de mis pensamientos. —no estás acostumbrada a las fiestas, verdad?— asiento. —tranquila, la madre de jin es una mujer muy conservadora. Así que las fiestas allí son muy tranquilas. Música baja, buena comida, mucho alcohol. Pero no es una de esas fiestas en dónde verás peleas o parejas follando en los baños— sonríe en mí dirección. Sus palabras me tranquilizan, pero la ansiedad se me cuela en lo más adentro. —estaremos juntas en esto. Ok?

—no le temo a las fiestas. Le temo a no encajar— me sincero.

—no pareces esa clase de gente antisocial— trago duro. Miro las figuras luminosas que se tornan abstractas por la velocidad del auto y siento que así debería estar mí estómago. (Hecho un terrible lío)

—no le tengo miedo a la gente. Si alguien es gentil conmigo, yo me desenvuelvo muy rápido— muerdo mis labios con efusión y continúo. —pero...  El miedo al rechazo es algo que vive conmigo las veinticuatro horas.

Asiente, creo que logra comprender mí punto. Mejor aún! Tengo la vaga impresión de que ella lo vive en carne propia. —en la esquina porfavor!— le dice al chófer y saca su billetera para pagarle.

—déjame hacerlo, porfavor— acepta que sea yo quien pague por el viaje y bajamos del auto.

Por un momento me asusto. No hay señales de ninguna fiesta, sé que dijo que era algo tranquilo... Pero esto parece un cementerio por lo silencioso. —dónde estamos?— pregunto. Pero ella no me escucha.

Enamorada Del Idiota (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora