Lo nuevo

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Luego de dos horas y media, Mark detiene su auto. Agradezco todo lo que ha hecho por mí. A pesar de que siempre lo he tratado mal... Él estuvo ahí, para escucharme, para calmarme y si... Tengo que admitir que este chico se ha convertido en un fiel compañero y eso es extraño ya que su sola presencia me provocaba irritación —___cita... Segura que estarás bien?— asiento mientras me  quito el cinturón de seguridad.

Ya lo he puesto al tanto de todo, sabe lo que pasó antes de que llegara por mí y sabe que ahora más que nunca, necesito distraer mí mente en otras cosas para no llorar, para no arrepentirme. —podrías entrar conmigo?— pregunto mirando el enorme enrejado de la casa antigua que desde hoy será mí hogar.

—tenemos tiempo para que te sientas cómoda y para ir a almorzar antes de tu exámen— suspiro y aleteo las pestañas sin poder quitarme la imagen de Jimin de la cabeza. Creo que lo nota. —incluso! Tenemos tiempo para echarnos un buen polvo!

—cómo no!— le digo empujando su hombro. Él carcajea mientras finge dolor y se apresura a bajar mis maletas.

Al entrar, me siento conforme con lo que veo. Hay una enorme sala sin muebles, algunos puffs regados al rededor de una chimenea y una biblioteca que cubre la totalidad de una pared. —mierda... Es horrible, pero acogedor— lo digo para mí misma. Pero él carcajea con mi comentario.

—sígueme— dice arrastrando las maletas escaleras arriba. —son tres pisos. El último, es de Tiziano, el dueño y de todo aquel que sea su amigo. Generalmente son alumnos del último año, Aquí no se separa por género, así que en el segundo piso hay tanto chicos cómo chicas. Tendrás tu propia llave, no te conviene dejar la puerta de tu habitación sin seguro porque alguno puede llegar ebrio y dormir en tu cama.

—espera! Qué!?— digo confundida. —Pensé que al ser alumnos de una universidad tan prestigiosa y exigente, todos serían más... Recatados.

—no seas ilusa— ríe y señala una puerta a mí espalda. —aqui es. —supongo que a esta hora estarán todos en clase. Pero en la noche te presentas. Cualquier cosa puedes acudir a Tiziano, pero evita hacerlo— arruga la nariz y niega —no es muy amable.

—la puta madre...— suspiro dejando caer el culo en la cama. —donde me trajiste!?— medio rio, medio me quejo y él luce divertido. —amigos tan extraños tienes...

—Sólo digo que... No es muy amable— se hunde de hombros restándole importancia y comenzamos a desempacar.

***
Le había dicho a Mark que quería dormir un rato antes del examen, en realidad lo que quería era evitar el almuerzo y tener tiempo para mí y mis pensamientos. A demás, tenía que familiarizarme con los planos de la universidad y alrededores. Tengo que admitir que me dió un poco de miedo... Es un lugar muy grande e imponente, pero por suerte puedo llegar caminado desde la casa en la que me hospedo. El problema es el recorrido gigante que debo dar para llegar al departamento de veterinaria. Demasiadas puertas... Demasiados pasillos... en fin, nada que no pudiera memorizar.

El exámen me llevó horas. No se me hizo difícil, pero si muy extenso... Tendré que esperar hasta el miércoles por los resultados, pero tengo un buen presentimiento. Esto es lo mío, sin dudas todo irá bien.

***

—un batido de fresa, por favor— le pido a la chica de la cafetería. Ella me mirá cómo si no entendiera lo que pido y pienso que no habla el idioma. Suspiro y señalo el letrero que tiene sobre su cabeza y ella gira sonriente.

—entendí, pero no vendemos eso. Te sirvo un café?— sonríe de manera burlona, cómo si la loca incoherente fuera yo.

—allí dice "batido de fresa" quiero que me des uno!— exijo y suspira frustrada. —No me gusta el café y necesito azúcar para hacer activar el cuerpo cansado.

Enamorada Del Idiota (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora