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- ¿Manu? - descolgó la morena extrañada al ver el nombre del productor-.

- Hola, Natalia. Disculpa que te moleste un domingo, ¿te pillo en mal momento?

- Eh, no, no. ¿Pasa algo? - cuestionó ella ante la atenta mirada del resto de chicas-.

- No, al contrario. Sólo te llamaba para pedirte si puedes venir mañana media horita antes o así. Tengo que hablar contigo.

- Me estás asustando un poco.

- Tengo que hablar contigo porque hay novedades que creo que te pueden interesar y mucho...

- ¿Sí? - la navarra cambió su expresión contrariada por una sonrisa, dado el tono que usaba el productor, no podía ser algo malo-.

- Sí. Pero no te puedo decir nada más por teléfono. ¿Podrás venir a la reunión?

- Claro, claro.

- Perfecto. Pues hasta mañana, Natalia.

- Hasta mañana - finalizó la llamada-.

- ¿Qué? - el grito conjunto deseando saber más le sacó una sonrisa a la más alta-.

- Era Manu.

- ¿Y? - preguntó Olivia alzando las cejas-.

- Quiere que mañana vaya un poco antes para reunirse conmigo.

- ¿Pero te ha dicho para qué? - cuestionó Alba-.

- No, sólo que tiene novedades que me pueden interesar.

- Eso es que te quiere de productora oficial, seguro - vaticinó Olivia-.

- Bueno, tampoco nos vengamos arriba porque igual sólo quiere explicarme un proyecto nuevo o algo.

- ¿Y te llama un domingo para eso? No creo - argumentó Ici-.

- Ay - Natalia se llevó las manos a la cara y empezó a mover la pierna inconscientemente-.

- ¿Qué pasa? Deberías estar contenta - recalcó su amiga-.

- No sé - se mordió el labio la morena-.

- Amor - puso Alba la mano en su muslo frenando el movimiento-. ¿Estás nerviosita?

- Un poco. Por una parte no me quiero emocionar demasiado y por otra, si de verdad es lo del puesto de productora...

- ¿Genial, no? - intervino Olivia-.

- Sí... Pero me da un poco de vértigo.

- Bueno, como todavía no sabemos lo que te va a decir, ¿qué tal si dejamos el tema y nos volvemos a comer la cabeza cuando sepamos algo seguro? - propuso Alba con una sonrisa tranquilizadora-.

Olivia captó perfectamente la idea y se dispuso a contarles con más detalle su incipiente idilio con Álvaro, para tenerlas entretenidas.


Alba esperaba en el portal de Medusa Estudios, impaciente. En cualquier momento Natalia aparecería por la puerta con novedades y no sabía por dónde iban a ir los tiros. Aunque lo intuía.

La morena salió del edificio con una tímida sonrisa, que ensanchó al ver a su novia esperándola. No dudó en lanzarse a sus brazos y apretarla fuerte contra su cuerpo, aprovechando para posar su mentón sobre la cabeza de la otra.

Alba, pese a estar agustísimo en ese abrazo, se separó mínimamente para estudiar bien su cara.

- He dicho que sí, Albi. Me muero de miedo pero he dicho que sí.

Olivia | Albalia Where stories live. Discover now