Olivia | Albalia

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- Me ha dicho Santi que puedes comer de todo. Se ha encargado de que los platos sean vegetarianos y sin lactosa.

- Jo, los Lacunza los mejores anfitriones sí sois.

- En realidad ha sido Olivia la que se aseguró de dejarle clarito a mi hermano el chef que tenía que ingeniárselas para hacer un menú inclusivo.

- Tu hija es un ángel, Nat.

- ¿Me lo dices o me lo cuentas? - rió la morena-.

- Espero que esté bueno. Igual me he pasado innovando pero no quería ser básico y ponerte ensalada - le explicó Santi cuando sirvió el elaborado primer plato-.

- Muchas gracias por el detalle, está increíble - sonrió Alba tras probarlo-.

- A mí también me gusta, si al final vamos a ser realfooders vegetarianos todos - dijo Elena-. De cabeza a Masterchef, hermanito.

Natalia contemplaba embelesada como su novia era capaz de integrarse en todas y cada una de las conversaciones de la mesa. Estaba siendo una comida agradable y su familia parecía tan encantada como ella con la visita.

- La baba, Natus - la picó Elena, en un momento dado, para que sólo ella lo escuchara-.

- Cállate, exagerada.

- No estoy exagerando absolutamente nada, hermanita.

- Pero es que como no se me va a caer la baba, mírala.

- Es muy maja.

- Es perfecta.

- Y tú una moñas de cuidado.

Su novia se dio cuenta de que las hermanas estaban cuchicheando y miró a Natalia alzando una ceja.

- No te estamos criticando, Alba, sólo le comentaba a mi hermana que vamos a tener que traerle un cubo para recoger toda la baba color arcoíris que está soltando.

Natalia le lanzó la servilleta a la cara y la rubia soltó una carcajada.

Alba se sentía a gusto con esa familia que, lejos de parecerle fría, le estaba dando una sensación de estar como en casa que no se esperaba para nada.

El padre de Natalia se interesó rápidamente por el mundo del arte y disfrutó poder comentar con ella sus obras favoritas, incluso coincidían en algunas.

- Bueno, por supuesto que quedáis invitadísimos a la exposición que tenemos ahora en la galería.

- Va sobre mamá - comentó Olivia-.

- ¿En serio? - flipó Santi-.

- Sí. Es una pasada.

- Y también tiene una obra de Oli - apuntó Alba-. Hemos estado trabajando las dos en el proyecto.

- Pues entonces tendremos que ir a verlo sí o sí - sentenció Mikel-.

Elena aprovechó que la rubia les contó que había estado viviendo fuera unos años para pedir recomendaciones sobre qué ver en Ámsterdam, lugar al que iría de vacaciones con sus amigas en breve y que Alba conocía como la palma de su mano.

- Os va a encantar, seguro. Es una ciudad mágica si vas más allá de los tópicos, la gente se suele quedar en la superficie cuando la visita, pero si se rasca un poco... Una maravilla.

- Esta chica sabe de todo - se sorprendió Mikel, dedicándole una sonrisa-.

- Ya me gustaría, no es para tanto.

- Ahora en serio, ¿qué le has visto tú a mi hermana? - picó Santi-.

- ¡Muy gracioso, Santi! - protestó Natalia con ironía-.