Capitulo 5

1.7K 83 2
                                    

Me aburrí de el helado y lo tiré en el primer basurero que vi, cuando llegamos Elena y Damion, Ici y Pablo (Que ya habían vuelto del paseo) estaban tan entretenidos en una conversación que ni notaron que estábamos ahí nuevamente. Hasta que Natalia hizo un ruido para que notaran nuestra presencia.

-Vámonos ya. -dijo Natalia sin ningún humor. -Este paseo ya acabó. -me lanzó una mirad, la cual ignoré.

Los 4 iban conversando todo el camino de regreso a casa, hasta que llegamos y Natalia se fue directo a su auto.

-¿A dónde vas? -preguntó Elena, poniéndose frente a Natalia.

-No te importa. -respondió con una voz mandona. -Ahora sal de en frente.

-Vas a irte a encontrar con aquellos idiotas, no? -preguntó con una amargura en la voz.

-¿Y si es así, qué? -le dijo, desafiándola.

-¡Jódete! -salió de el frente de Natalia, jalándome de mi mano para entrar en la casa.

Después de la cena Santi se sentó en mi regazo, mientras todos conversábamos y acabó durmiéndose, sonreí recordando a Marina. Mikel lo alzó, llevándolo a su habitación, Maria se fue con ellos, quedando sólo Elena y yo en la mesa. Fuimos a la sala a ver una película y ella acabó durmiéndose en la mitad de esta, yo me quedé hasta el final y después que acabó me quedé viendo otra que encontré, eran mas o menos las 3 de la mañana cuando un sonido en la puerta capturó mi atención, levanté mi mirada para ver que era, cuando tuve la certeza de que era Natalia, abrí, encontrándola con dificultades para meter la llave en la cerradura.

-Yo no puedo creer esto. -negué con la cabeza,sin saber si reír o llorar.

Natalia estaba con una camiseta desgarrada, los ojos pequeños y no se atrevía ni a abrir la boca, no conseguía ni caminar en línea recta.

-Ven para acá Natalia. -fui hasta ella, intentando ayudarla.

Pero es lógico que ella se negaría, estiró su brazo intentando sostenerse en el sofá.

-No seas idiota. -tomé su brazo, colocándolo en mi hombro. -Está bien, me vas a tener que ayudar. -pedí, en vano lo sé, Natalia ni sabe su nombre en este momento.

Cuando intentaba subir las escaleras con Natalia, comencé a reír bajo, es deprimente salir de España para venir a Miami a cuidar a una borracha. Si lo contara, nadie me creería. Después de mucho tiempo luchando para llevarla hasta la habitación, finalmente lo conseguí, la coloqué sentada sobre la cama. Natalia estaba media dormida, así que creo imposible que me esté viendo.

-Debiste de haber terminado con todo el lugar en que el que fuiste a beber. -comenté, sabiendo que no me contestaría. -Agradece que Maria no presenció esto hoy. -suspiré, pensando en el sufrimiento que debe de ser para ella ver a su hija constantemente así. -Y ahora que hago contigo? -me pregunté a mi misma.

No necesité pensar mucho, Natalia se acostó en la cama y acabó inmóvil, en poco tiempo cayó en un sueño pesado.

Salí pronto de la habitación y fui a despertar a Elena para que se fuera a dormir a su cama, ella se quejó un poco cuando lo hice, pero terminó yendo completamente dormida, no demoró dos minutos para estar roncando. Yo me quedé dando vueltas en la cama, la escena que acabo de presenciar me hizo pensar mucho, Natalia es el tipo de persona que lo tiene todo y se comporta de esa manera, sin motivos, lo que es pero.

Acabé durmiéndome, al día siguiente me desperté a las 10am con ayuda de el despertador, bajé, encontrando sólo a Maria sentada en la sala.

¡Buen día! -dije, sonriendo.

The Exchange (ALBALIA)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora