Capitulo 20

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*POV Alba

Pasaron algunos minutos para darme cuenta de que Natalia estaba llorando y eso sólo causó que yo comenzara a temblar aun más. Millones de cosas visitaron mi mente, desde la loca falta de mi familia hasta las peleas constantes con Natalia. Por más que la voluntad fuera inmensa no conseguía alejarme de ella, parecía que todo en ella me atraía, desde su perfume hasta el fuerte abrazo tan confortante. Me siento segura a su lado, de una forma repugnante y sin sentido, pero cuando ella está cerca parece que nada malo me puede pasar.

Sin fuerzas para seguir llorando, me las arreglé para detenerlo, me alejé un poco de ella viendo su rostro. Esos ojos bañados en lagrimas, su rostro mojado. Ella estaba tan humana. Toqué su rostro mojado, secando las pequeñas gotas cristalinas que todavía caían, Natalia giró su rostro y besó mi mano, respiré hondo.

-Sabes, yo no debería dejar que te acerques a mi. -hablé con una voz un poco ronca -No después de ayer. Pero necesitaba de alguien esta noche y bueno, eres la única persona disponible. -Natalia me miraba con una expresión confusa. -Y solo para dejar bien claro que no te perdoné cien por ciento.

Natalia negó con la cabeza y pude notar una sonrisa asomarse en sus labios, amenazando con escaparse, pero ella no lo dejo.

-Está bien. -secó su rostro con un costado de su mano. -Ven, vamos a mi habitación. -se levantó, hice lo mismo -No sé en dónde guarda Elena las cosas aquí, así que es mejor ir allá. -explicó, con la voz calmada pero a la vez pesada por el hecho de que estaba llorando recientemente. Me limité en asentir.

*POV Natalia

Nos fuimos calladas hasta mi cuarto, sequé el rostro con mis manos en el camino. Sollocé una vez y respiré profundo. Cuando entramos, Alba se acomodó en mi cama rápidamente.  Por un momento me quedé observando, parecía que hacía parte de ese lugar. De una manera extraña y sin sentido.

-Hey. -chasqueó los dedos en mi cara -Despierta. -dijo riendo.

-Eh? ¿Dijiste algo?

-Pregunté que qué vamos a hacer

-Ah...-me senté en la punta de la cama-...no sé.

-Bien Natalia, siempre tienes las mejores ideas.

-Yo creo que sé como castigar a las personas sarcásticas.

La miré, con una mirada amenazadora, Alba en el momento dejó de reír y tomó una almohada para protegerse, antes de que yo me moviera. En cuestión de segundos la derrumbé en la cama, tirando la almohada de sus manos y haciéndole cosquillas. Ella se retorcía en la cama mientras reía sin parar intentando, en vano, salir de mis manos. Descubrí, en aquel instante, cuanto me gusta aquella risa.

Por eso seguí haciéndola reír, hasta que noté su rostro colorado, paré. Dejándola respirar.

-Tu...-empezó jadeando -...me las vas a pagar. -dijo en un solo aliento, colocando su mano sobre su corazón.

*POV Alba

Busqué en buena parte de la noche una forma de hacer que Natalia me las pagara, pero no encontré ninguna. Y culpa de eso, en parte, fue el hecho de que ella me distrajo bastante.

-Ah, para Alba, eso fue suerte. -soltó las cartas que sujetaba sobre la cama.

-Suerte nada, yo soy muy buena. -sonreí victoriosa

Segunda vez consecutiva que venzo a Natalia en el juego de cartas que ella propuso que jugáramos.

-Ni vengas con eso, es sólo suerte de principiante. Vamos a ver quién gana esta. -me desafió, entregando las cartas.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now