Capitulo 64

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Camina hacia adelante y ve cuánto tiempo sobrevives sin aquella que te hace sentir viva.

*POV Alba

-Todo es mi culpa. -respiré hondo -Nunca debí haber tomado estas vacaciones, ¿cómo pude ser tan irresponsable? Cálmate Julián, vuelvo a Miami ahora mismo. Estaré allá en la mañana.

Y esta vez no hay nada que logre convencerme de no regresar.

Me estiré para alcanzar la maleta vacía que había puesto sobre el armario, con mis manos temblando y el corazón latiendo con angustia doblé algunas camisas antes de poner todo en mi equipaje. En menos de diez minutos ya había tomado todas mis cosas y las había puesto frente a la puerta.

Subí nuevamente hasta regresar al lugar en el que estaba Natalia. Por un segundo, mientras la veía dormida, los problemas parecieron disminuir considerablemente. Me senté en silencio a su lado, extendiendo mi mano hasta tocar su cabello. Mi mirada calló tierna sobre su rostro, mientras sentí mis ojos llenarse de lagrimas.

-Mi amor... -susurré -...discúlpame por esto, pero estoy corriendo el riesgo de perder la clínica por culpa de mi irresponsabilidad. No soportaría que pasara lo mismo con nosotras dos en algún momento. -una lagrima recorrió mi rostro -Nunca me voy a olvidar de estos días, simplemente fueron mágicos. Pero no creo ser capaz de poder llevar un amor y un trabajo al mismo tiempo. Y no te puedo meter en esto y arruinar tu vida. Dejarte será lo mejor que puedo hacer por ti. -alejé la mano de su rostro -Si tiene que ser, el destino nos unirá nuevamente, si no tendré la certeza de que, a pesar de todo, no estaba escrito que íbamos a tener un felices para siempre.

La observé algunos segundos más, antes de dejar el lugar. Tomé mis cosas y salí hacia la noche helada y vacía.

Al cerrar la puerta no vi hacia atrás.

Ni una sola vez.

*POV Natalia

La claridad del día entraba por las rendijas de las cortinas. El calor del sol contra mi rostro hizo que me despertara, aun cuando el aire alrededor estaba un poco frío. Extendí mi brazo, buscando el cuerpo de Alba, para calentarla.

Encontré el lugar vacío.

Abrí los ojos lentamente, mientras bostezaba e intentaba superar la pereza de la mañana.

-Alba? -llamé. Silencio.

Me levanté, erizándome con el ambiente helado. La puerta del baño estaba abierta, mostrándome así que ella no estaba ahí. Bajé, viendo la sala vacía y todavía oscura. Entré a la cocina y tampoco la encontré. Pensé en la posibilidad de que ella se levantó temprano y debió ir a buscar café donde Nana. No me llevaron dos segundos para pensar en la posibilidad y regresar corriendo al piso de arriba...viendo la habitación en la que ella estaba, totalmente vacía.

Sentí mis piernas temblar y la fuerza disiparse de mi cuerpo. Caí sentada sobre el colchón, sufriendo el doloroso y silencioso impacto al darme cuenta que ella se había ido.

Mi cabeza giraba y sentí mi garganta cerrarse. Mis ojos ardían y las lagrimas ya bajaban en un gesto mudo de solidaridad a lo que mi corazón sentía.

No podía encontrar un motivo para su partida, no había, ni siquiera, una nota, nada. Absolutamente nada que me probara que todo esto de verdad estaba pasando.

Ya hacía tanto tiempo que no lloraba como ahora. El llanto fue consecuencia de todo el dolor, mi cuerpo temblaba y no sabía qué hacer para poder detenerme.

*POV Alba

Me puse los lentes oscuros, mientras sentía la brisa refrescante tocar mi rostro a través de la ventana abierta del auto. Necesité controlar las lagrimas mientras regresaba. El campo todavía estaba presente, sin embargo a lo lejos ya podía ver las altas construcciones de Miami. Mis cabellos volaban, mientras yo intentaba al máximo no pensar en lo que dejé atrás, no pensar que quedé entre la espada y la pared. No pensar en lo enojada que Natalia debe estar ahora. En lo mucho que la lastimé.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now