Capitulo 39

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En medio del último suspiro antes de salir regresé a donde estaban mis amigos. Joan tocó mi hombro, aun así sin saber el motivo de por qué estoy sin mucho ánimo, él sabe que algo pasa. Le di una pequeña sonrisa y fui a verme nuevamente al espejo, a pesar de que me sentía triste, sé que no es momento para ser débil.

-¿Sabes qué veo en el espejo? -preguntó.

-¿El reflejo de una típica chica desilusionada? -respondí, aun mirándome.

-Veo una guerrera. -ignoró lo que dije. -Una chica que vino de intercambio llena de luz y consiguió el papel principal en un musical fuera de su país. -sonreí -Y que va a arrasar en aquel escenario esta noche.

No pude dejar de sonreír y darle un fuerte abrazo. Que luego se formo en uno grupal cuando Noelia y África se unieron a nosotros.

-No sé cual es el motivos de tanto amor, pero odio quedar fuera. -comentó Noelia, cuando nos alejábamos -¿Todo está bien?

-Si. -sonreí -Ahora si. -completé, mirando a Joan quien me guiñó.

Nos colocamos en escena como quien se alista para una guerra. Serios, concentrados y llenos de expectativas. E íbamos con todo. Dejé atrás la tristeza y me enfoqué en ese momento único y mágico.

-Mucha mierda. -susurró África a mi lado, haciéndome sonreír.

Entonces las cortinas rojas se abrieron, las personas aplaudían, sentí que me iba a desmayar de los nervios, pero levanté la cabeza, confiada.

La presentación fue un éxito, a pesar de alguna que otra falla que solo nosotros que estábamos sobre el escenario percibimos. Me hice una pequeña coleta y me fui a encontrar con "mi familia". Cuando caminaba hacia ellos sentí que me abrazaron desde atrás, creí que era Joan con alguna de sus bromas, pero en cuanto me gire me encontré con aquel par de ojos chocolate.

-Viniste! -exclamé, con mis ojos brillando.

-Pero es claro que vine. Y estuviste maravillosa, atrajiste el brillo de todo el mundo. -exageró sonriendo.

-No te vi en la platea. -acusé.

-Mierda, me descubriste. -la miré, esperando una explicación -Llegué tarde, pero te prometo que cuando entré ustedes apenas habían comenzado. -se defendió.

-¿Te quedaste presa en el tráfico?

-No, me quedé presa en esto. -sacó una tarjeta de un ramo de rosas que hasta entonces no le había prestado atención, y me lo mostró -Pero de preferencia, quiero que lo leas lejos de mi. -la vi, curiosa -Ah, son para ti. -me entregó las rosas.

-Ok, quédate aquí que voy allá del otro lado a leer. -cuando me iba a ir ella me tomó de la mano.

-Así no. Tramposa. -apretó mi nariz, riendo -Más tarde.

-Pero... -intenté, ella ni abrió su mano -...mierda.

-Antes no quería interrumpir, pero ya basta. -llegó Elena hablando -¿Puedes darme un autógrafo? -me mostró una hoja de papel y un bolígrafo -Quiero ser la primera en tenerlo. -sonreí, la abracé fuerte, riendo -Felicidades hermana cuñada. -bromeó -Estuviste perfecta.

Agradecí y en el momento siguiente María, Mikel y Santi vinieron a abrazarme también. Salimos de ahí y fuimos a cenar a un restaurante para celebrar.

Cerca de media noche, cuando llegamos a casa, finalmente tomé la carta que Natalia colocó junto a las rosas y no sé como aun no enloquecí. Mis dedos ya temblando sujetaron el pequeño papel del cual ella hizo tanto misterio. No estoy segura si quiero saber lo dice en el. Respiré hondo y lo abrí.

The Exchange (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora