Capitulo 34

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*POV Alba

Mi cuerpo se congeló y un escalofrío se apoderó de mi. Natalia negó con la cabeza y salió trastornada, dejándome de la misma forma en medio del pasillo. Mi corazón dio un golpe y latió de forma desordenada. Sé lo que ella iba a decir. Y yo quería tanto escucharlo, en realidad lo quería. Mis ojos brillaban y la necesidad de sonreír fue casi incontrolable. Pero aguanté, sería extraño que me encontrara riendo sola. María creería que me volví loca después del secuestro y mandaría de vuelta a casa. O al psiquiatra. Mi cuerpo necesitaba de algo para aliviar la tensión y mi mente pedía desesperadamente un buen pensamiento. Lo conseguí. Me alisté para dormir, me cubrí hasta la cabeza prácticamente, me moví hacía la pared y cerré los ojos. Unos quince minutos después un ruido extraño me asustó. Cuando sentí el fuerte e inconfundible perfume de Natalia pensé que estaba teniendo un sueño. Pero noté que espió y regresó a su habitación. Hizo eso cada quince minutos que pasaban. Intenté mantenerme despierta para ver por cuánto tiempo lo haría. Pero el sueño me venció y acabé durmiéndome. Con un yo también te amo asfixiándome. Listo para salir.

*POV Natalia

En toda mi vida nunca hice algo tan estúpido como permitir que Alba durmiera lejos de mi esa noche. Sinceramente, ya me estaba doliendo la preocupación. Cada crujido natural que daba el piso me preocupaba. Cada quince minutos contados en el reloj, me levantaba e iba a verla, con miedo que la lastimen. Un miedo imbécil, lo sé, nadie entrara aquí, pero aun así no podía estar tranquila si no la iba a vigilar. Por ahí cerca de las cuatro de la madrugada me descubrieron.

-Consíguete un puto colchón y lo traes, pero deja de estar abriendo y cerrando la puerta. -gruñó Elena. Hice un gestos a espaldas de ella y la ignoré.

-Elena... -llamé. Nada -... Elena. -llamé nuevamente moviendo su hombro.

-¿Qué quieres? -murmuró sin abrir los ojos.

-¿Crees que ella esta segura? -pregunté.

-Claro que lo está, Natalia. -respondió con voz ronca -En buena onda, ¿no encontraste una hora más inoportuna para decidir preocuparte? -se dio la vuelta abriendo sus ojos -Es madrugada, dormir se está volviendo imposible contigo entrando y saliendo.

-No puedo dormir. -suspiré.

-Toma leche, cuenta terneros, salta en un solo pie... pero deja de estar viniendo. -reclamó.

-Tengo miedo de que le hagan daño. -miré a Alba, quien dormía serena. Todo lo contrario de mi hermana obviamente.

-¿Por qué no pensaste eso antes de regañarla por un un puto grafiti? Que si mal no recuerdo, fue el inicio de todo esto. -dijo de una vez. Luego se calmo. -Está bien, escucha, todos pasamos un día difícil, sentimos miedo y estamos preocupados. -comenzó hablando -Pero ahora todo está bajo control, nadie permitirá que Paul se acerque a ella, ¿está bien?. -me vio- Ahora duerme un poco.

Acabé dándome por vencida. Pero eso no significó casi nada. Simplemente no pude dormir hasta tomar una almohada, colocarla fuera del cuarto de Alba y quedarme ahí, hasta caer en sueño.

*POV Alba

A la mañana siguiente desperté antes que Elena, de milagro, en lo oscuro intenté encontrar mi ropa para irme a cambiar al baño. Salí del cuarto de puntillas para no despertarla cuando...

Tropecé con algo.

Miré hacia el suelo para ver en qué había sido y es ahí cuando vi a Natalia dormir toda tierna en la puerta. Una pequeña sonrisa se escapó de mis labios mientras negaba con la cabeza, sin creer realmente en lo que ella hizo. Me agaché y toqué su hombro levemente.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now