Capitulo 14

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Acostada mirando el techo de mi habitación no conseguía cerrar mis ojos, el reloj indicaba que ya habían pasado de las 3 de la mañana y nada que aparecía el sueño. Decidí intentar el método antiguo, me levante y fui a la cocina en busca de un poco de leche, al pasar por el cuarto de Elena no resistí el impulso de espiar, giré lentamente la manilla de la puerta hasta conseguir abrir un poco, lo suficiente para poder espiar. La luz de la luna entraba por la ventana abierta iluminando la habitación. Alba dormía tranquilamente abrazando la almohada y con los labios entreabiertos, estaba maravillosa. Balanceé la cabeza y me obligue a dejar esas bobadas, cerré la puerta y bajé por leche, regresando al cuarto. Encendí mi laptop y me quedé viajando por internet, hablando con algunos amigos y personas con las que había salido, hasta que el sueño comenzó a llegar, es más difícil dormir cuando no estás tomada, concluí al quedarme dando vueltas un rato más en mi cama.

A la mañana siguiente me desperté casi una hora, sintiendo una molestia apoderarse de mi cuerpo, casi me volví a dormir pero me obligué a salir de la cama. Bajé, frotando mis ojos, no había nadie en la sala, me dirigí a la cocina en donde mi mamá lavaba los platos un poco distraída.

-Buen día! -le dí un beso en la mejilla, sonreí.

-Buen día, querida!

-¿En dónde está todo el mundo?

-Elena llevó a Alba a un paseo turístico y tu hermano fue al parque a jugar bola con tu padre. Tú no saliste ayer, verdad?

-No, me quedé aquí. ¿Porqué?

-No te vi anoche.-

-Estaba en el cuarto y luego fui al jardín. -tomé un pedazo de pan dándole una mordida.

-¿Fuiste a mirar la noche? -preguntó sonriendo.

-Si, se puede decir que si.

*POV Alba

Elena me sacó temprano de la casa, tomamos un autobús turístico que me ayudó mucho para poder conocer la ciudad, aun teniendo una guía turística, Elena iba explicándome la historia de cada parte y cuando no sabía alguna decía que no era importante haciéndome reír.

-Alba, ¿como se me pudo olvidar? -se pegó en la frente -Cuéntame A.H.O.R.A qué está pasando entre tú y mi hermana.

-¿Cómo así? -me hice la desentendida.

-No te hagas la idiota, yo las vi a ustedes dos en el jardín anoche y discúlpame, pero espantando mosquitos no estaban.

-¿Qué fue lo que viste exactamente? -pregunté, para luego no hablar más de lo necesario.

-Todo.

-Mira tu cara niña, no mientas.

-Rayos, no logro quedarme seria cuando miento. Está bien, las vi a ustedes de espaldas sentadas, abrazadas y cuando ella te llevó alzada hasta el cuarto, porque yo abrí la puerta.

-Estábamos mirando el cielo. Y luego terminé durmiéndome, nada más.

Ella comenzó a toser forzadamente, entonces soltó una carcajada muy alta, tanto que la señora que estaba frente a nosotras volvió a ver.

Y yo creo que es medio sorda, porque hace media hora un niño, que debe ser de su familia, la está llamando.

-Natalia? Mirando el cielo? Hazme reír.

-Pues aunque no lo creas, fue así. -sonreí un poco recordando esa noche.

-Ammm, debe haber algo ahí.

Volteé los ojos, algo avergonzada y me levanté para bajar del bus que ya se había estacionado, cuando escuché a Elena hablar.

-Olvidaste tu revista... -dijo, levantándose también, luego completo -...cuñadita.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now