Capitulo 51

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*POV Alba

Vi la comida sobre la sabana y comencé a reírme. Natalia arqueó una de sus cejas e hizo una típica expresión de "ya la perdimos".

-Disculpa. -llevé mis manos a mis labios, para contener la risa -Es solo que... -respiré hondo, intentando contenerme -...paraste con el beso hace un rato porque querías venir a comer... y luego regresamos a donde estábamos y... -mordí mis labios -...ya sabes. -sonreí -En síntesis no cambió nada.

-Es claro que cambió. -afirmó -Cuando hicimos el amor -ella tiene una facilidad para hablar de eso -Ahora ya eres mía -sonrió -Si lo hubiéramos echo antes aun no lo hubieras sido.

-¿Y cuál es la diferencia? Quiero decir, siempre supiste que mi corazón ya era tuyo.

-Mi amor, tú eres mi primer amor. Eso cambia todo, porque es la primera vez que me uno a alguien de todas las formas posibles.

-¿Tengo cómo no amarte? -pregunté, tocada por lo que dijo.

-Te regreso la pregunta... -respondió -...tienes cómo?

-No, señorita Lacunza, estoy completamente enamorada de usted.

-Muy bien señorita Reche, porque yo también lo estoy de usted. -sonreí y me acogí en sus brazos, finalmente, comenzamos a comer.

-¿No tienes frío?

-Hm, tal vez. Si te quedas así conmigo yo me quedo quieta. -me abrazó un poco más fuerte, haciéndome reír.

-Sabes, creo que valió la pena esperar todo este tiempo para tenerte completamente. -me referí a mis frustrados intentos de hacer el amor con ella en mi casa.

-¿Cuánta verdad hay en esa frase?

-Muy poco. -jugué con ella, reímos -No, hablo en serio. Fue mágico estar así contigo hoy. Nuestra primera vez juntas después de tanto tiempo.

-Viste apresuradita. -apretó mi nariz -Te dije que era solo cuestión de calma.

-Pero es que eres muy linda. -lo solté, sin querer.

-¿Qué dijiste?

-Tú escuchaste.

-Repítelo. -pidió, cruzando nuestras miradas.

-Dije que eres muy linda. -suspiré -No puedo controlarme cuando te tengo cerca.

-Linda. -selló mis labios.

Cuando terminamos de comer subimos a una piedra enorme que había por ahí y nos quedamos abrazadas, viendo el inmenso cielo repleto de estrellas que había sobre nosotras.

-Vamos a escoger una estrella para ver. ¿Qué dices?

-¿Para verla ahora?

-No boba. -apreté sus mejillas -Para verla cuando regreses a Miami. -suspiré -Porque así podremos conectarnos la una con la otra, aun estando lejos.

-¿No es más fácil usar el teléfono para conectarnos? -jugó, le di un leve golpe en el brazo.

-Insensible.

-Es broma, estresadita. -comenzó a reír -¿Qué estrella?

-Ves esas tres estrellas, ¿una al lado de la otra? -ella asintió -Veamos siempre la que está en medio. La de la izquierda será Estados unidos -apunté -Y la de la derecha es España. -la volví a ver, para ver si estaba prestando atención -Y siempre nos vamos a encontrar entre dos países.

-Esa forma tuya me encanta, sabías? -besó mi mejilla y me abrazó más fuerte.

No sé exactamente cuánto tiempo nos quedamos ahí, sintiendo la compañía la una de la otra, solamente sé que nos fuimos cuando comenzaba a amanecer.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now