*POV Alba
Estuve mirando la puerta cerrada por algunos segundos, estaba perdida en mis pensamientos cuando de repente se abrió y me asusté.
-Calma, calma, soy yo. -habló Elena con sus manos arriba, como quien se rinde.
-Mis disculpas Elena. -dije con la mano sobre mi corazón -Me asusté.
-Lo noté. Mi madre me mandó a traerte esto. -me dio una pomada. -Ella me contó que te golpeaste. -llegó cerca a mirar mi brazo. -Eso no es una marca de cualquier golpe ni aquí ni en China. -dijo con tono serio.
-Discutí con tu hermana. -suspiré
-No creo que esa idiota tenga el coraje de hacer eso. Voy a matar a Natalia.
Se dirigía hacía la puerta, pero corrí hasta ella, impidiéndolo.
-No hagas nada, yo la lastimé a ella también.
-Con todo el derecho después de lo que te hizo. -me miró -Eso no cambia nada Alba, ella no puede hacer esto.
-Natalia se disculpó, yo lo acepté, luego acabó. -volví a la cama.
Elena negó con la cabeza, inconforme por no poder ir a golpear a Natalia.
-Lo que hiciste hoy fue increíble. -sonrió- gracias por no haberla dejado allá.
-No lo hice por ella, lo hice porque no iba a dejar que te lastimara, hermanita. -sonreí, Elena me abrazó.
-Muchas gracias. -dijo cuando nos soltamos.
Sonreí para ella y le guiñé un ojo, ella se sentó a mi lado y nos quedamos conversando, hasta que escuchamos tres toques en la puerta, luego un grito.
-La cena está lista. -avisó Natalia.
Elena se levantó y yo la seguí hasta la sala. La cena fue silenciosa, Natalia no me miró ni una sola vez, ella no miró a nadie, sólo se sentó y comió.
-¿Me pasas la ensalada?. -dijo Elena con la mano estirada hasta Natalia.
Ella no se movió.
-...por favor. -dijo, ya impaciente. Silencio total -NATALIA. -gritó.
Ella levantó la mirada viendo a Elena.
-Que fue?
-La ensalada Natalia. -dijo cansada -Alcánzamela.
Muy lentamente ella la tomó y se la pasó a Elena, que ya estaba irritada en tener que esperar tanto.
-...gracias. -habló Natalia en su propio silencio.
Elena volteó los ojos y la ignoró, manteniéndose callada, comiendo, como todos nosotros.
-Alba, ¿no quieres llamar a tu padres? -preguntó Maria- Sólo los llamaste el primer día que llegaste.
-No, está bien. No quiero causar tantos gasto. -la miré- Además, hablo con ellos todos los días, por email.
-Cuando quieras llamar, no dudes en hacerlo. -dijo simpática.
-Gracias, cuando necesite, yo llamo. -sonreí, volviendo a comer.
Nos quedamos en silencio un tiempo más, hasta que Natalia terminó de comer y salió de la mesa, luego todos hicimos lo mismo.
-Estoy llena. -se recostó Elena en el sofá.
-Se dice satisfecha, Elena. -la corrigió Mikel.
-Bueno, eso. -habló con su mano sobre su estómago.
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The Exchange (ALBALIA)
FanfictionEsta novela no es mía... pero es muy buena. Tratare de adaptarla lo mejor posible.