Capitulo 67

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*POV Alba

La semana se pasó rápida, entre preparativos para recibir a mi hermana y el duro trabajo en la recuperación de la clínica ni siquiera tuve tiempo para respirar. Cuando llegó el sábado me dirigí hacia el aeropuerto con el corazón latiendo fuerte y la falta absurda que no tenía idea qué sentía. Las personas que venían en el vuelo comenzaron a salir, acompañé con la mirada a Marina surgiendo en medio de la multitud. Los cabellos caían rizados por su hombro, los ojos azules no se quedaban quietos, buscándome, las facciones completamente familiares, el cuerpo completamente cambiado, me hicieron darme cuenta de todo el tiempo que estuve lejos de ella, tanto que ni siquiera la vi crecer. Ella se había convertido en una mujer hermosa.

-Tata! -exclamó cuando me vió, escuché las ruedas de la maleta ser arrastradas hasta que me envolvió en sus brazos. La abracé, sintiendo toda la falta acumulada desbordarse por mis ojos. Una sincera y radiante sonrisa estaba en mi rostro mientras la recibía muy cerca de mí.

-Oh, mi pequeña, cuánto te extrañé. -besé su cabello, alejándome para sujetar su rostro y verla mejor -Mírate, estás tan linda...

-Te extrañé mucho. -me volvió a abrazar -Pero no llores. -pidió, solté una corta risa.

-Es que estoy muy feliz de verte. -acaricié sus cabellos -No puedo creer que realmente estás aquí.

-Yo tampoco.

-Ven, vamos a salir de aquí. -sonreí, tomando la mochila de su espalda y llevándola conmigo.

Me sentí en las nubes el resto del día. Mi hermana estaba encantada con Miami y yo con ella y sus historias. Ya se me había olvidado de lo hermoso que era estar entre las personas que amamos, estar con nuestra familia.

-

Ya hacían tres días que mi hermana estaba conmigo, la llevé a almorzar e hicimos algunas compras. Marina tiene muy buenas conversaciones, es espiritual, risueña....llenó nuevamente mi casa de alegría, parece que cada pequeño lugar que antes estaba vacío fue cubierto por su presencia.

-No sé cuál de los dos... -hizo un pequeño puchero, observando dos vestidos que le gustaron -...Alba, cuál?

Fingí pensar algunos segundos, entonces respondí.

-¿Qué tal si hacemos un trato... -acomodé la bolsa en mi hombro -...me das varios besos y yo te compro los dos?

Sus ojos brillaron y en segundos mi mejilla quedó marcada por su labial, riendo pagué los regalos y se los entregué a ella, saliendo prácticamente que saltando la tienda.

-¿Podemos ir a la librería? -asentí.

Nos tardamos un tiempo hasta llegar allá, porque nos detuvimos en diferentes tiendas, en donde Marina compró algunos recuerdos, pero en cuanto entramos al lugar entrecerré los ojos al notar cierto movimiento al fondo, varias personas estaban en una fila, una fila enorme de hecho.

-¿Qué es todo aquello? -preguntó mi hermana poniéndose de puntillas para ver mejor. Me encogí de hombros, debe ser alguna junta más. Pasé la mirada por los estantes buscando algún libro de romance, cuando fui sorprendida por Marina -No puedo creerlo! -exclamó, eufórica. Me volví -Mira esto... -me alcanzó un libro, me acerqué para ver la portada. Mi corazón se contrajo al leer el nombre de la autora.

Natalia Lacunza.

-Q...qué? -me trabé, con las manos sudando.

-Ella simplemente es la mejor escritora en todo el universo. -dijo con un brillo en sus ojos -En serio, todos van a morir cuando llegue allá con este libro, el estreno de él está previsto dentro de seis meses. -dijo en un solo aliento, con un gritillo emocionado.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now