*POV Alba
¿Qué locura fue esa!? En un momento estaba despertando tranquilamente y ahora mis fuerzas se agotaron y todo mi cuerpo está sudando. Los lugares por donde pasaron los labios de Natalia aun me quemaban. La volví a ver y estaba muy sonriente.
-¿Qué fue? -me reí de su expresión.
-Eh? -pareció que la desperté de su transe -Nada. -apretó levemente mi nariz.
Extendí mi mano y acaricié su rostro. Ella cerró los ojos un momento, pero luego volvió a verme.
-Eres tan linda. -susurré, son poder contener las palabras.
-Yo!? -cerró un ojo y arrugó levemente su nariz -Capaz. -inclinó su cabeza y rozó sus labios por mi mejilla -Tú eres linda.
-Tonta. ¿Vamos a preparar algo para comer? -sugerí. Ella asintió, sin embargo, se tardó siglos para salir de la cama -Natalia. -le lancé una almohada después de ya haberme puesto mi ropa interior y bata -Pretendo llegar para el desayuno, no la cena. Sal de ahí, perezosa. -la tomé de la mano.
-Solo cinco minuto más.
-Ni un minuto más. Voy bajando, si no apareces te quedarás con hambre.
Torpemente comencé a preparar algunas cosas para comer, sentí cuando los brazos de Natalia envolvieron mi cintura, rozó sus labios por mi cuello antes de capturarlo. Cerré los ojos un momento.
-Me vas a dejar llenas de marcas.
-Nada que un buen maquillaje no pueda ocultar. -respondió con mi propia frase, guiñó un ojo y salió de la cocina.
Toma Alba. Ahora paga por idiota.
Respiré hondo, apagué la cocina y me dirigí hacia la sala. Natalia estaba sentada en una de las grandes sillas, viendo una pared vacía. Me senté en su regazo, incluso sin permiso, envolví mis brazos en torno a su cuello y esperé hasta que me viera.
-Pss. -pasé la nariz por su mejilla, acariciándola -¿Me disculpas por lo que dije ayer? -susurré contra su piel -Hm? -deposité un beso a un lado de sus labios. Y luego uno más. Y otro. Y otro. Hasta que sonrió.
-¿Siempre consigues lo que quieres?-se dio por vencida, pasando sus brazos en torno a mi cuerpo.
-Casi siempre. -bromeé, sonriendo -Sé que fui medio estúpida. Y que, por lo bien que conozco tu cabeza, ya debiste haber pensado que soy experta en el arte de esconder chupetones por todo el cuerpo. -reímos.
-¿Y no tenía que pensarlo?
-Tal vez. -mordí su mejilla -Pero solo era en ese momento, porque estaba molesta.
-Ah si? -apretó sus brazos aun más -¿Por qué?
-Quien sabe, tal vez porque desperté sola. -la vi. Tirándole la indirecta. Ella se quedó callada algunos segundos, procesando lo que dije.
-Está bien, culpable. -levantó sus brazos, rindiéndose, sin embargo, no dijo más sobre el tema -¿No estás sintiendo un olor como a quemado?
Olfateé el aire y me levanté rápidamente corriendo hasta la cocina.
-Pero que mierda, creí que había apagado este aparato. -me exalté, descubriendo mis panqueques quemados. Natalia llegó atrás riéndose -Voy a tener que hacer todo otra vez.
-Si sirve de algo ya me habían dicho una vez que la practica hace al maestro. -se burló.
-No, no sirve de nada.
-Alba, ¿te puedo hacer una pregunta indiscreta?-se apoyó a en la puerta.
-Si. -intenté espantar el humo y el olor a quemado con un paño.
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The Exchange (ALBALIA)
FanfictionEsta novela no es mía... pero es muy buena. Tratare de adaptarla lo mejor posible.