Capitulo 41

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*POV Alba

El clima se volvió pesado durante toda la semana, Natalia evitaba cada contacto con sus padres pasando la mayor parte de tiempo fuera de casa o con Santi. Otro refugio que encontró fue en Damion, que venía siendo un buen amigo cada vez.

-¿Y entonces chicas? ¿Listas para verme ganarle a Natalia en voleibol? -preguntó Damion, mientras nos encaminábamos hacia el campo.

-Damion, ¿cuándo fue la última vez que perdí en un juego ante ti? ¿En quinto grado?

-Fue en octavo y no cantes victoria antes de tiempo. -regresó, riendo.

Nos sentamos en las gradas que había ahí, mientras los demás iban a jugar.

-No sé a quién ver. -Elena se puso los lentes de sol en la cabeza y mordió sus labios, analizando los jugadores.

-No seas tarada. -le di un codazo -Estás enamorada.

-Estoy enamorada, no ciega. -regresó, riendo.

Negué con la cabeza, fijando mi mirada en Natalia, quien estaba en la esquina de la cancha, hay veces que con solo mirarla siento ganas de sonreír.

-¿Por qué tú y mi hermana no oficializan de una vez?  -desvié mi mirada hacia ella.

-Creo que ella no quiere nada serio. -tomé una mecha de mi cabello y me quedé haciendo vueltas en él. -Además, no sé si ella siente algo más que atracción. -me encogí de hombros.

-Atracción sentía ella por esas vacas lecheras que se encontraba en los antros. -seguí moviendo mi cabello -Natalia te mira de una forma especial. -sonrió -Como ahora, por ejemplo.

Levanté la mirada, en el mismo instante en el que ella desvió la suya.

No estaba entendiendo ni la mitad de lo que estaba pasando en el campo, por eso siempre imitaba todas las reacciones de Elena, hasta que me di cuenta que haciendo eso le estaba echando porras a Damion y no a Natalia, así que comencé a hacer todo lo contrario. Confieso que la mitad del juego me tuve que sentar, no por el cansancio, sino porque mis piernas temblaban al ver el estado actual de Natalia. Su cabello mojado por el agua que derramó en él, el rostro sudado y la camiseta pegada al cuerpo. Mordí mis labios, sin poder creer que alguien tan maravillosa como ella pueda estar interesada en una simple niña de intercambio como yo. Al final del juego, mi corazón se aceleraba con cada paso que ella daba acercándose a nosotras, así como mi rostro se coloraba con su mirada fija en mi.

-Ganaste por suerte. -murmuró Damion, dándose por vencido.

-Claramente. -dijo irónica, sujetando una risa -Hey, ¿les gusto el juego? -nos pregunto.

-No tienes idea cuánto. -dijo Elena con una sonrisa en su rostro, yendo a abrazar a Damion.

Natalia se acercó a pasos lentos, sonriendo un tanto tímida, luego me tomó de la cintura, chocando su cuerpo al mío.

-Un día te pregunté si te daba asco la saliva... -recordó, haciéndome reír -... ¿ahora quiero saber si te da asco el sudor?

-Si lo tuviera estaría muerta ahora. -dije, riendo.

Ella sonrió y rozó su boca en la mía, para enseguida morder mi labio torturantemente.

*POV Natalia

Pasé mis labios por los suyos, abriéndolos, pidiendo permiso para besarla, Alba envolvió sus brazos alrededor de mi cuello, empujándome hacia ella, dejándome iniciar el beso que cada parte de mi cuerpo necesitaba. Presioné su cintura, uniéndose aun más, sintiéndola por completo, mi lengua se adentró en su boca, haciéndome delirar. Con cada movimiento, yo estaba al filo de explotar. Sus pequeñas manos bajaban por mi espalda, arañando, provocando. Me olvide de donde estaba, quería hacerla mía en ese momento, sentirla temblar en mis brazos, besar cada parte de su cuerpo.

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