Capitulo 88

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*POV Alba

-Jingle bells, jingle bells, jingle all the way. -tarareé, distraída, mientras me equilibraba en la escalera para decorar el árbol de navidad. La casa estaba silenciosa, le encargué a Natalia bañar a Bruno mientras yo terminaba de ordenar el apartamento para la gran fiesta de navidad. Solo me di cuenta que tenía compañía cuando escuché su voz...

-¿Necesitas ayuda, señora Claus? -bajé algunos escalones, hasta alcanzar el suelo, entonces le sonreí a ella que sostenía a nuestro hijo.

-No, ya casi está listo. -llevé las manos a la cintura mientras observaba mi trabajo. Para la primer navidad de Bruno quise hacer algo especial, así que me esmeré en la decoración de la casa, dejándola completamente cubierta. Me agaché, rodando la caja que estaba a mis pies -¿En dónde fue que lo puse... ? Ah! Aquí está! -me levanté nuevamente, poniéndole a Bruno un gorro de Santa en la cabeza, rápidamente sujetó la bola de algodón llevándola a la boca -¿Tienes que comértelo todo? -hice cosquillas en su barriga, haciéndolo reír -¿Eh, travieso? -besé su rostro, antes de inclinarme y sellar los labios de Natalia -Tengo uno para ti también. -susurré contra su boca.

-Ah no... -se lamentó, mientras buscaba el de ella en la caja.

-Ah, si! Por favor, por favor, por favor. -imploré, con el gorro en las manos. Ella rodó los ojos y supe que había ganado aún antes de ella asentir -Epa! -aplaudí emocionada, antes de ponerlo en su cabeza. Bruno rápidamente soltó la bola del suyo para tomar la de Natalia, encantado con tantas cosas nuevas. Tomé una cinta de colores y la rocé en su nariz haciéndolo reír, deleitado con el nuevo juguete extendió la mano para alcanzarla -Déjalo en el coche y ven a ayudarme con la estrella.

-Usted manda jefa. -guiñó, haciendo lo que le solicité.

-Ponla allá arriba. -le entregué la estrella.

-¿Por qué tú no puedes? -arqueó una de sus cejas.

-Yo no alcanzo. -me crucé de brazos, haciendo un puchero. Ella se soltó a reír, tomándome de la cintura acercándome más a ella, dejando un beso en mi frente.

-Enana. -la empuje.

-Cállate la boca! Haz lo que te dije y deja de burlarte.

Tomé una campanilla que estaba sobre la mesa y la balanceé frente a Bruno, que dejó todo lo que hacía hipnotizándose con el sonido. Cuando la detuve me vio y después volvió su atención nuevamente a la campana, llevando su cabeza hacia un lado, encantado. La balanceé nuevamente y comenzó a reír, una larga y hermosa risa. Observé a Natalia, que ya estaba nuevamente a mi lado y le sonreí. El ruido cesó y con él la risa de nuestro hijo que frunció el ceño, como si no entendiese cómo es posible que el sonido simplemente pueda desaparecer. Cuando la balanceé por tercera vez él volvió a reí, haciéndonos a Natalia y a mí acompañarlo.

*POV Natalia

La casa estaba llena de gente. Jonas corría, demasiado ansioso como para quedarse en un solo lugar. Marina llegó esa tarde entregándola una camiseta a nuestro hijo que decía: "Suficiente! Llamaré a mi tia!" que le encantó a Alba, y estaba manteniendo a mi hermano ocupado contándole algunas historias. Elena y Damion conversaban con mi madre, mientras que mi padre elogiaba la decoración de Alba. Bruno dormía, en medio de todo ese desorden. Con un traje rojo, adornado con algodón blanco -recordando el traje de Santa- parecía un muñeco. El gorro seguía en su cabeza y las pequeñas botas ya habían sido retiradas de sus pies, para que estuviera más cómodo.

-Dudo mucho que cualquier regalo de Santa sea mayor que este... -me asusté al escuchar la voz de Alba a mi lado. Sujeté su mano que estaba en mi hombro y sonreí, acompañando su mirada hacia nuestro hijo.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now