Capitulo 61

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*POV Alba

Es difícil descifrar a Natalia, sus expresiones me confunden, nunca puedo adivinar al 100% lo que ella está sintiendo. Dejé mis dedos deslizarse por sus labios, erizándome, al recordar esa misma sensación en otras partes de mi cuerpo.

-A veces me gustaría leer tus pensamientos. -susurró.

-Claramente a mi me gustaría hacer lo mismo con los tuyos.

-No creo que sea difícil descubrir lo que pasa por mi mente.

-Créeme, lo es.

-Tal vez estás buscando en el lugar incorrecto. O simplemente no lo quieres ver.

-Natalia, ¿te puedo hacer una pregunta'

-Claro.

-¿Qué estás sintiendo? Ahora exactamente.

Ella me vio por algunos segundos, después se puso a hablar.

-Me siento completa.

Eso fue todo. Solamente fue eso lo que ella dijo. Su voz escondía el verdadero significado de aquellas tres palabras. Y yo tenía ganas de golpearla por no decirme cuáles son.

-Si tus libros fueran tan resumidos como las cosas que me dices sería mejor que cambiaras de profesión. -murmuré, haciéndola reír.

-Oh, querida. Eso es lo divertido de la literatura. -sonrió, traviesa -Interprétalo como quieras.

-Tengo miedo de estar entediéndolo todo mal.

-Solo dime, ¿cuando yo hablo tú escuchas con el corazón o con tus oídos?

-Con el corazón, creo.

-¿Entonces por qué dices que te es difícil descifrar mis pensamientos? Alba, olvídalo, no te voy a decir nada con todas las letras hasta no estar segura de que estés lista para escucharlo.

*POV Natalia

Por suerte me salvó mi celular, desvié la mirada de Alba y sujeté el aparato que estaba sobre la cómoda.

-Si?

-Natalia... -la voz de Damion era completamente tensa -...creo que Elena está embarazada. -escupió, de una sola vez. Agrandé mis ojos y me quedé estática sobre la cama.

Alba frunció el ceño, viéndome atenta.

-¿Tú crees? -fue todo lo que pude decir. Mi hermana... embarazada. Cielos.

-Ahora está en la oficina con el medico quién examinará las radiografías. Natalia, no sé si estoy listo para una responsabilidad tan grande.

-Damion, nunca vas a estar listo. -él resopló un gracias, irónico, antes de yo concluir la frase -Esto de verdad da miedo, creo. Pero ustedes van a aprender juntos. -sonreí -Y van a tener el apoyo incondicional de varias personas.

-Estoy aterrado.

-Relájate, tú y Elena ya son gente adulta, maduros, ya tienen una profesión, eso es una bendición.

-¿Por qué presiento que alguien será una tía consentidora? -murmuró, haciéndome reí.

-No bordaré abrigos...te lo prometo. -él rió un poco.

Alba me veía con cara de interrogación.

-El doctor salió de la sala. Me está viendo con una patética sonrisa en el rostro. ¿Qué hago? -dijo desesperado.

-Ve allá, Damion! -ordené, riéndome de la desesperación en la que estaba -Ah... y felicidades, papá. -no dejé de completar, en el intento de calmarlo, después de confesarme el miedo que lo aflige.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now