Capitulo 59

1.1K 53 1
                                    

*POV Alba

Ella recorrió su mano por mi espalda, tomándome más cerca, introduciendo cada vez más su lengua caliente en mi boca. Sujeté con fuerza su cabello, entregándome a la intensa pasión que siempre recorre mi cuerpo cuando ella toca cualquier parte de él. Un frustrado suspiro se escapó cuando ella terminó el beso..

-Alba, no me provoques. -murmuró, aun con sus ojos cerrados, mientras mordía mi labio inferior. Y soy yo quien provoca.

Recosté mi frente en la della, manteniendo mis labios siempre lo más cercanos a los suyos. Sus ojos no quebraban la conexión con los míos, su mano se posó en mi pierna, acariciándola. Llevé mi cabeza hacia un lado y besé rápidamente su mejilla, en el intento de quebrar el clima caliente que rápidamente se iba a instalar entre nosotras.

Enfoqué mi mirada en la suya y sentí mi estómago revolverse al ver el brillo que había en ella. Una sonrisa se extendió por sus labios ahora rojos, causa del beso.

-A veces intento descifrar lo que dicen tus ojos... -murmuré, acariciando su rostro.

-¿Y está funcionando?

-Tal vez.

Me solté de sus brazos, dejando la comodidad de su regazo al ver que su mirada cada vez se ponía más intensa. Y más peligrosa.

-Hey, ¿qué pasó? -imaginen si ella lo hiciera todo fácil. Pequé cuando respondí viendo sus ojos, negando. Obviamente no la convencí. Ni siquiera yo lo hice. -¿De qué tienes tanto miedo, Alba?

-Natalia, todo esto es muy asustadizo. -suspiré -No hace ni una semana desde que nos reencontramos después de tanto tiempo y cada una siguiendo caminos diferentes. Mi corazón se llevó un golpe muy grande.

*POV Natalia

No tuve chance de responder, Alba salió corriendo, dejándome claro que quería estar sola. Me senté en una de las pequeñas gradas que lleva al jardín.

Es cierto... analizando los hechos. Es una locura, pero ¿qué en toda mi historia con Alba no lo fue? Tal vez ella no esté muy segura de lo que quiere. O tal vez yo la estoy presionando mucho. No me puedo juzgar, no tengo el control sobre mi corazón, desde que encontré a Alba para mi fue como si nunca nos hubiésemos separado.

Hay cosas que están tan claras en mi mente y que mis ojos lo entregan a cada segundo, que no siento que haga falta hablar en voz alta. Creo que malinterpreté las acciones de Alba, juzgué todo desde un principio creyendo que ella siente lo mismo que yo. Lo que puede no ser completamente verdad.

No encontré necesario avisarle que saldría. Tomé mi riñonera, celular y me dirigí a las calles de la pequeña ciudad. Fui directamente a la biblioteca. La satisfacción de ver varios libros míos allá me arrancaba una sonrisa.

-¿Natalia Lacunza? -una voz gruesa sonó detrás de mi, me volví, sonriendo.

-Si?

-No puedo creer que seas tú. -sus ojos se agrandaron -Tengo todos tus libros. -mi sonrisa se alargó -¿Me puedes autografiar algo?

-Claro. Y gracias.

-No hay de qué. -sonrió -¿Puede ser mi camiseta? -asentí. Él buscó una pluma.

-¿Cuál es tu nombre?

-Sebastian. -le autografié la parte de atrás de su camiseta -¿Tienes algo que hacer hoy a la noche? -arqueé una ceja -Ay que pena. -rió -Es que además de ser un devorador nato de tus libros, te encuentro muy linda. Sería un honor cenar con Natalia Lacunza.

*POV Alba

Me gustaría poder entregarme, dejar las cosas fluir...pero no quiero pagar para ver qué va a dar. Luché mucho para bloquear a Natalia después que terminamos, me tardé para conseguir esa hazaña y en dos segundos, cuando sus ojos se reencuentran con los míos, boom ella derriba todo lo que construí.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now