Capitulo 47

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*POV Alba

Mientras caminábamos sin rumbo por la calle notaba las miradas curiosas de quienes pasaban junto a nosotras, por el idioma que hablábamos. Así como mi acompañante fruncía el ceño cuando pasaban hablando cerca de ella.

-Me siento como un completo pez fuera del agua. -murmuró, viendo sus pies.

-No seas tonta, no tienes por que saber lo que están diciendo las personas. -dije, arrancándole una sonrisa.

-Me siento mal al no saber lo que están diciendo. -admitió -Creo que necesito una nueva clase de español. -me lanzó una sonrisa maliciosa.

-Pensaré en tu caso. -la empujé leve en su hombro -Bien, ¿a dónde vamos?

-Eso te pregunto yo.

-No soy buena guía turista. -suspiré, esperando que me llegara alguna idea de a donde podía llevarla.

-Mentirosa, eso es venganza porque corté tu beso. -dijo, haciéndome reír.

-Puede ser. Desde ayer estás negando mis cariños. -hice drama, Natalia comenzó a reírse y me tomó desde la cintura, llevándome junto a su cuerpo.

Sus ojos se volvieron intensos con un brillo especial mientras su mano acariciaba levemente mi cintura, luego su nariz jugaba con la mía, sus labios en cuestión de minutos se posaron sobre los míos. Cada vez que me besa mi corazón falla en sus latidos, mi pulso aumenta y siento que mi cuerpo podría desfallecer en sus brazos en cualquier momento. Me sujeté con fuerza a su cuello, acercándola más a mí, agrediendo sus labios, prácticamente muerta de hambre, quería sentirla a toda costa, por un momento me olvidé de donde estaba y quise arrancarle su ropa y obligarla a besar cada centímetro de mi cuerpo. Por Dios, necesitaba tanto esto. Me hacía mucha falta. Y luego Natalia decidió ser una buena chica y llenarse de "no me toques" por mis padres. Mejor se hubiera hospedado en un hotel, que volverse santa en mi casa.

*POV Natalia

Desde llegué Alba se viene esforzando en provocarme y obviamente tuvo éxito todas las veces que lo intentó, aunque crea que no. Estoy loca por esto como ella. Mis manos se deslizaban por su espalda, mientras saboreada su lengua, presionando mi cuerpo contra el de ella. Alejé mis labios de los suyos y bajé por el contorno de su cuello, mordiéndola levemente y distribuyendo algunos besos por ahí, haciéndola suspirar y sujetarse más a mi.

-¿Por qué estás evitando a toda costa mantener tus labios lejos de los míos? -preguntó, con la voz ronca y escasa de aliento.

-Porque si sigo con el beso será muy difícil detenerme después. -respondí, viendo sus bellos ojos miel.

-Me estás volviendo loca. -sujetó mi rostro entre sus manos, arañando levemente mis mejillas antes de soltarme.

-No creas que estoy mucho mejor que tú. -le guiñé, entrelazando mis dedos en los suyos -Y ahora, ¿a dónde vamos? Y nada de que a un motel. -bromeé, ella me sacó la lengua.

-¿Quieres ir hasta el mercado de la esquina que te había contado? -dijo, mientras reía.

-Sólo si puedes comprar chicles. -jugué.

-Hecho. -sonrió, satisfecha. La tomé besando lo alto de su cabeza, mientras reía.

Seguimos caminando, tenía toda la certeza de que Alba no tenía ni la menor idea de a donde me estaba llevando, solamente caminaba sin rumbo. Miré todo encantada, las persona de aquí parecían mil veces más carismáticas.

-¿Qué tal si nos sentamos debajo de aquel árbol y nos quedamos por aquí hoy? -sugirió, mientras sonreía.

-De acuerdo.

The Exchange (ALBALIA)Where stories live. Discover now