29.

13 2 2
                                    

-¿De veras estás pensando en ayudar en el caso de ese homicidio? -Le pregunta Lilia a su primo-, ¡Pero ya estás retirado! ¿Qué te ha obligado a querer volver?

-Yo mismo. Me he dado cuenta, muy precipitadamente, que debo hacer justicia en diferentes actos, pues, está en mi naturaleza.

-¿Y qué hay respecto a tu último caso?

-Este es muy diferente, dudo mucho que pueda yo presenciar otra escena traumática en ese extremo. -William hace una pausa-, Pero, debo descubrir qué sucede en esa iglesia. Y aunque el lugar de los hechos se relacione con el caso planteado por Chester Black, no me interesa saber nada que tenga que ver con él.

Lilia voltea los ojos con desinterés.

-Mira, me interesa saber qué sucedió allí, quién efectuó semejante acto, qué tiene que ver la iglesia en todo esto, y por qué el asesino carece de respeto religioso por lo menos. O... Respeto hacia la vida de una mujer que muy probablemente era inocente.

-Haz lo que tú quieras, Will. -Al decir esto, Lilia intenta salir del salón, pero su primo la detiene.

-¿Por qué te enoja tanto que yo acepte este caso? -Pregunta este.

-Me preocupa tu estado mental. Te costó tres años superar lo que viviste en tu último caso, y ahora, repentinamente, aparece un hombre en estado crítico de angustia, se comporta amable, el caso es bastante intrigante, y, tú aceptas en seguida. -Dice su prima-, Eres muy raro.

-Sólo necesitaba tiempo para aclarar mi mente. Ahora sé que debo descubrir quién provocó ese asesinato, y debo saber qué hay detrás de esa iglesia. -Dice William-, Sé que soy raro, quizás sólo necesitaba un pequeño empujón para volver, y ese empujón me lo ha dado este caso. Quizás, si tan sólo una persona no se hubiese comportado grosera conmigo luego de yo rechazarles por primera vez, entonces yo habría aceptado mucho antes algún otro caso. -Hace una larga pausa-, Pero, gracias por preocuparte por mí.

-Siempre me he preocupado por tí. -Dice Lilia tocando las mejillas de su primo con bastante sutileza-, Sólo quiero que estés totalmente seguro de que quieres hacer esto.

-No lo estoy totalmente, pero diría que casi seguro. -Dice William-, Llegaré a la resolución de este caso, lo haré como si el tiempo no hubiera pasado.

-¿Cómo harás con tu credencial? -Lilia frunce el ceño.

-Anuncié un retiro no formal hace casi tres años. Sigo teniendo mis credenciales homologadas, puedo trabajar en cualquier caso cuando yo lo desee. -Destaca William-, Sólo debo volver a hacerlo público.

Minutos más tarde, Charlie Blair hallabase en el estudio del ahora detective Pennington.

-¿Qué he hecho para lograr que volviera usted a su área? -Pregunta Charlie muy extrañado y asombrado.

-Fueron muchos los factores influyentes. Entre ellos mi buen juicio, el intrigante caso relacionado a la iglesia, la insistencia y palabras no antes escuchadas por mi familia. Creo que quiero ayudarle, señor Blair. Pero, voy a necesitar su suma colaboración para resolver esto, si es que es posible.

-Por supuesto, es mi deber ayudarle.

-De acuerdo. Lo primero que me gustaría preguntarle es... ¿Cómo era su relación con su hermana Christina? -William lo mira fijamente, detallando cada mínima expresión facial.

Sí, el ahora detective Pennington sí que era muy perspicaz.

Al instante Charlie pone un semblante algo incómodo. Pues, resultaba embarazoso responder con veracidad a aquella pregunta.

Al terminar con algunas preguntas y respuestas, el señor Blair se retira sin nada más.

Minutos después, llega Samuel a la oficina de su primo, y lo primero que dice es lo siguiente:

-¿Sabes qué? Me he dado cuenta. Tal vez puedas engañar a Lilia, a Pedro o a tu hermana. Pero no a mí.

-No sé a qué te refieres. -Murmura William.

-¡Aceptaste el caso con demasiada fijeza! No tuviste casi dudas, fue bastante rápida tu aceptación. Eso significa una cosa. ¿Ya tenías pensado volver?

-Sí, es cierto, Sam. Desde hacía varios meses deseaba volver a mi trabajo, pero, como aún estando retirado me llegaban muchas peticiones, decidí aceptarle a una persona que sí mereciera de mi ayuda profesional. A una persona que no me respondiera insolentemente luego de yo rechazarles a la primera, y esa persona es Charlie Blair.

-Entiendo.

-Pero no sólo es él. Sino que también este caso llama mi especial atención. Puesto que el mismísimo Chester Black me comentó acerca de una iglesia en la que había desaparecido su novia hace tres años, y ahora, este homicidio ocurre también en ese mismo lugar.

-¿En la iglesia de Santa Rita? -Pregunta Samuel con interés-, ¿Tú crees en las coincidencias, primo mío?

-No.

-Pues yo sí.

El Caso Blair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora